Almas Reencontradas - Freenbecky

Dudosa invitación

Pov de Freen.

No entendía a qué se refería Becky.

"Mi primer amor. Eres tú"

Mi confusión era máxima.

Me levanté de la cama y me puse rápidamente una sudadera que tenía a un lado.

Becky tenía lágrimas en toda la cara.

-¿A qué te refieres? -Pregunté.

Ella extendió la cadena que tenía guardada en mi cajón y me la dio.

-¿De dónde la sacaste? -Cuestionó.

-Es un recuerdo. -Contesté. -¿Te acuerdas que ayer te conté que mi primer amor fue en el orfanato?

Ella asintió.

-Ella me la dio. -Dije. -La tengo guardada desde entonces.

Becky empezó a llorar más y se lanzó a mí en un abrazo.

-Yo fui la que te dio esa cadena. -Aseguró.

Mi mente trató de procesar letra por letra.

Me aparté del abrazo para observar su rostro.

Becky me miraba confundida.

Empecé a relacionar todo desde el principio.

Ella se me hizo conocida desde que la vi y su hermano también.

Su familia estaba compuesta justo igual que como esa familia.

Becky me había contado que solía visitar orfanatos cuando era niña para hacer donaciones.

No lo podía creer.

Los ojos se me empezaron a llenar de lágrimas también.

-¿Eres tú? -Pregunté sin poder creerlo.

Ella asintió.

-Mi abuelo me la regaló en ese tiempo. -Comentó. -Tiene el mismo error de fábrica.

La tomó sobre mi mano y me la enseñó con detalle.

Comencé a reírme entre lágrimas.

La tomé de la cintura, la cargué y le di vueltas en el aire.

Ella ahora se reía también.

Me dejé caer hacia atrás con ella, ambas caímos en la cama.

-Eso quiere decir que oficialmente eres la única mujer que he amado en mi vida. -Expresé.

Ambas nos mirábamos a los ojos.

Ella puso su mano en mi mejilla y me acariciaba con ternura.

-¿Sabías que eso fue lo primero que me motivó para tener un negocio de joyería? -Le hice saber.

-No puedo creer que seas tú. -Agregó.

-Yo tampoco. -Respondí. -Pero me encanta que así sea.

La verdad es que a pesar de haber querido saberlo desde el primer momento en el que nos reencontramos, prefería que hubiera sido de esta manera.

Me enamoré de ella sin saber que era la misma persona que había amado durante toda mi infancia.

Me había enamorado y me había vuelto a enamorar de la misma persona.

Eso era lo mejor todo.

Estuvimos bastante tiempo solo acostadas, haciendo contacto visual y dándonos besos tiernos al mismo tiempo.

Me hubiera gustado quedarme todo el día ahí, pero recordé que teníamos que ir a supervisar el proceso de elaboración.

Nos arreglamos y nos vestimos para salir directamente a su empresa.