Almas Reencontradas - Freenbecky

Cita doble

Pov de Becky.

-¿Todo bien, mi amor? -La voz de Freen me devolvió a la realidad.

-Sí babe. -Afirmé. -Es solo que hace demasiado calor aquí.

-Me leíste la mente. -Comentó. -Estaba a punto de pedirte que me ayudaras a quitarme el saco.

No podía ser posible que me pidiera eso ahora.

Sonreí y me levanté para ayudarla.

Ell se levantó también y yo caminé hasta quedar al lado de ella.

La ayudé y cuando terminé, ella me agradeció y volvió a sentarse en su silla.

No podía dejar de mirar cada cosa que hacía.

Tomé aire y regresé a mi silla también.

Ella desabotonó los dos botones de arriba de su camisa.

Observé el sudor recorriendo su cuello.

Me estaba volviendo loca.

Sabía que tenía que controlarme a mí misma.

Tomé mis cosas y le dije que saldría a tomar aire.

Esa mujer me había provocado un tornado por dentro sin siquiera tocarme.

Sin si quiera saberlo.

Pov de Freen.

Cuando Becky y yo terminamos de trabajar, ella me pidió unos minutos para salir a tomar aire, yo me quedé recogiendo la oficna.

Al finalizar, salí y me despedí de ella debido a que las dos teníamos que alistarnos para la doble cita con la novia de Nam.

La verdad era que yo estaba muy emocionada al respecto.

Durante la universidad, Nam tuvo una relación muy larga con su novia de ese tiempo. Las cosas no resultaron tan bien y ella terminó muy afectada con la ruptura. Nam me aseguró durante años que nunca volvería a tener algo serio con nadie. Me alegraba que se volviera a dar la oportunidad de estar con alguien más.

Llegué a mi casa, me bañe y me cambié de ropa.

Becky me había dicho que ella pasaría por mí en su carro.

Cuando llegó, subí y la saludé con un beso.

Al estar ya en el restaurante, entramos y enseguida observámos a Nam y a su novia.

Ella era muy linda, alta, de aproximádamente 1.75 de estatura, muy elegante y con mucha personalidad.

Ella se levantó en cuanto nos vios.

-¡Hola! -Saludó a ambas. -Qué gusto por fin conocerlas. Soy Melisa.

-¡Mucho gusto! -Respondí yo primero. -Soy Freen.

Ambas estrechamos las manos.

Cuando ella se giró levemente para saludar a Becky, volteé a ver a Nam, subí ambas cejas y le sonreí.

Yo estaba realmente sorprendida y alegrada.

Nam asintió sonriendo.

-Es un gusto. Soy Becky. -Se presentó.

Las dos estrecharon las manos también y nos sentamos.

-Melisa, Nam me dijo que también eres empresaria. -Comenté. -¿De qué es tu empresa?

-Oh no. -Exclamó Nam. -Ya se puso en su modo de mamá sobreprotectora.

Todas nos reímos.

-De calzado. -Respondió. -Decidí enfocarme completamente en un solo sector.