(pausada temporalmente, en revisión)
"We're only going to dance like crazy
It's just that, I like it.
Nobody, nobody
Please don't care about me, it's okay
Let's go crazy until the sun rises."
Dicen que cuando reprimes algo por mucho tiempo, después...
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Estimado Jisung,
Confiamos en que este mensaje le encuentre bien. Nos dirigimos a usted para extenderle una cordial invitación a la próxima reunión familiar que tendrá lugar en la residencia de los Han, con motivo del octogésimo séptimo cumpleaños de Han Anhye, el diez de este mes, se espera su presencia a las dieciocho horas en punto.
Su presencia en este evento es esperada y apreciada. Agradecemos su puntualidad y adhesión a las formalidades correspondientes.
Esperamos contar con su participación.
Atentamente,
Han Suyeon.
La carta cayó al suelo, a Jisung le temblaban las manos y no era por el frío de aquella mañana de diciembre. Tragó saliva con fuerza cuando escuchó los pies descalzos de Minho salir de su habitación. Él se giró, tratando de fingir una sonrisa para su novio, pero no engañaba a nadie, estaba temblando como un conejo siendo acechado por un enorme lobo, y las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.
Minho no preguntó, simplemente lo abrazó y esperó hasta que él quisiera contárselo. Jisung no quería hablar, así que recogió la carta del suelo y se la entregó al chico. Los bordes dorados del papel le dieron a entender que Jisung era de una familia con dinero, quizás demasiado, y por el tono, pudo deducir que se llevaba tan mal con sus padres como él.
— ¿Es una carta de tu madre?
— Para el cumpleaños de mi abuela paterna. — Los ojos de Jisung gritaban desesperados, el chico no quería ir.
— ¿Quieres ir? — El chico dudó un segundo, pero acabó asintiendo. — ¿Quieres que te acompañe?
— Pero te quedas un par de calles atrás... — Minho volvió a abrazarlo con fuerza, tratando así de tranquilizar esa tristeza que veía en él.
Minho le hizo el desayuno ese día, hacía frío y en cuanto estuvo preparado, corretearon hasta la cama de Jisung para taparse con las mantas y desayunar calentitos, abrazados.
El tema del cumpleaños de la abuela de Jisung quedó más o menos zanjado, aún que Jisung no paraba de darle vueltas en la cabeza. Sabía que en esa casa no era querido, que se pasarían la noche entera haciendo comentarios hirientes que se suponía, según su familia, que era para que se diera cuenta de cual era el buen camino que debía seguir.
Un pensamiento cruzó su cabeza como una flecha en llamas, ¿Cómo tomaría su familia el que él estuviera en una relación con un hombre?
Aún tenía que contárselo a sus tíos, aún que sabía que sería bien recibido, incluso querían invitarlo a cenar, pero ¿Sus padres terminarían de desheredarlo si se enteraban? Eran una famila cegada por el dinero ¿Serían capaces de hacerle daño a Minho?
