Capitulo 6

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Los ojos de Hermione se abrieron de golpe cuando de repente sonidos llegaron a sus oídos. Se sentó rápidamente y al instante se arrepintió. Su cabeza daba vueltas, pero antes de que pudiera mirar a su alrededor se encontró siendo aplastada por otro cuerpo.

-¡Hermione!- Ron la tomó en sus brazos y la apretó contra él con tanta fuerza que pensó que se le iban a romper las costillas. En lugar de protestar, ella le devolvió el abrazo con entusiasmo.

-¡Oh, gracias a Dios! Estás bien... ¡Estás vivo!-Hermione gritó y exhaló un gran suspiro de alivio. La última vez que lo vio estaba tendido en el suelo e inconsciente. Después de todo el mal que conquistaron y las batallas que libraron, ella no podía creer que pudiera perderlo por un juego de Quidditch, nada más. Luego gimió en silencio cuando se dio cuenta de cuántas personas presenciaron su ataque de pánico y se encogió cuando recordó que en realidad se había desmayado.

-Hermione querida.-escuchó a la señora Weasley decir detrás de Ron.-¿Quieres un poco de té?

Hermione no se dio cuenta de que había alguien más en la habitación con ellos. Ella sonrió débilmente a la señora Weasley y asintió. En ese momento no confiaba en sí misma para hablar. La señora Weasley fue a la cocina y regresó rápidamente con una taza de té humeante.

-¿Estás segura de que estás bien, Hermione?- Preguntó la señora Weasley después de darle el té a Hermione y verla tomar un sorbo. Extendió la mano y la puso contra su frente. -No te ves bien, querida.

-Sí.-dijo. Hermione dijo en voz baja.-Estoy bien, gracias.- Dejó la taza sobre la mesa de café y miró el rostro de Ron. Él la miraba con la misma preocupación y confusión que había en la voz de su madre.

-Hermione.-Ron dijo mientras le quitaba el pelo de la cara.-¿Qué pasó? Sé que me caí de la escoba y cuando volví, mi madre ya me había reparado el brazo roto y el corte en la cabeza. Pero entonces Harry me dijo que tuviste un... episodio y te desmayaste. ¿Es eso cierto?

De hecho, la herida en su cabeza parecía curada y el resto de su cuerpo no parecía estar herido en absoluto. Miró a la señora Weasley que estaba sentada en la silla frente al sofá. Estaba retorciéndose las manos y mirando fijamente a Hermione, esperando una respuesta. Antes de que Hermione pudiera hablar, Ginny entró desde la cocina.

-Mamá.- Ginny dijo.-Todo se limpió y todos se fueron a casa... ¡Oh, Hermione!.

Corrió hacia ella y movió a Ron para que pudiera sentarse junto a Hermione.

-¡Oye! ¿Qué diablos, Ginny?

-Oh, cállate, Ron. Podrás abrazarla muy pronto. Deja que otros tengan su turno, ¿quieres?-Ginny se volvió hacia Hermione con una dulce sonrisa y la abrazó con fuerza.

-¡Me asustaste muchísimo! ¿Qué diablos pasó ahí fuera?

Hermione se quedó sin palabras. Todavía estaba tratando de descubrir qué estaba pasando y ahora tenía que responder tantas preguntas y miradas preocupadas. Tartamudeó sus palabras y se miró las manos.

-¡Ginny!-Gritó la señora Weasley.-Muestre algo de tacto. La pobre chica acaba de desmayarse. Ella no necesita que seas tan insensible al respecto.

Ginny parecía realmente herida y desconcertada.-¡No lo estaba! Sinceramente, ¡estaba preocupada como todos los demás!

-Está bien.-dijo. Hermione dijo finalmente. Ella sonrió, haciendo todo lo posible por parecer normal a pesar de que la necesidad de abrir un agujero en el suelo y desaparecer para siempre crecía con cada minuto que pasaba sentada allí.

-Sé que sólo estás preocupado. Estoy bien de verdad. Supongo que estaba en shock... y el calor debe haber influido. Después de todo, apenas comí nada en la cena...

Ansiedad (Romione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora