Capitulo 4

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Mientras se sentaban a cenar, Ron miró a su alrededor y los familiares dolores de pena lo invadieron cada vez que vio la poca gente que asistía. Claro, Harry, Ginny y Hermione eran una constante en la Madriguera estos días, pero extrañaba tener una mesa llena de pelirrojos ruidosos, felices y hambrientos, todos llenándose la cara con la excelente cocina de su madre. Sólo hasta hace unas semanas su madre pudo levantarse de la cama y hace sólo unos días estuvo de humor para preparar una comida completa. Hasta entonces todos colaboraban para ayudar con la comida y la limpieza. Hermione todavía ayudaba en la cocina principalmente porque sabía que la señora Weasley todavía necesitaba compañía. A Ron le calentó el corazón pensar en lo amable y paciente que ha sido Hermione con su familia, especialmente durante un momento tan difícil.

Los hermanos mayores de Ron se quedaron allí durante las primeras semanas después de la guerra. Sin embargo, al tener trabajos y familias, se dispersaron para continuar con sus vidas. El Sr. Weasley estuvo constantemente en el ministerio ayudando a reconstruirlo. George decidió recientemente mudarse y abrir la tienda nuevamente, rechazando la ayuda de nadie. Seguía viniendo de visita, pero ya no era el mismo George de siempre sin su otra mitad. Ron sabía a ciencia cierta que ninguno de ellos volvería a ser el mismo después de perder a Fred.

-¿Estás bien?-Hermione le susurró a Ron, acercándose para que nadie más pudiera oírla.

Las horas de comida siempre eran las más difíciles para Ron y él la amaba por saberlo. Él tomó su mano y la apretó. Incluso ahora se maravillaba de poder realizar aquel simple gesto sin preámbulos. Ron respiró temblorosamente y le dio a Hermione un rápido beso en la mejilla.

-Sí, amor. Estoy bien-susurró en respuesta. Su rostro se iluminó al ver el puñado de pecas en su nariz y sus mejillas tornarse carmesí.

—Por cierto, fue brillante lo que le dijiste a Harry. Me encanta cuando lo haces murmurar como un idiota.-dijo en voz baja, recordando el comentario de Hermione a Harry después de que los sorprendió afuera unos minutos antes.

Ella le sonrió tímidamente a Ron, sacudiendo la cabeza.

-No me lo recuerdes. Me comporté como una escoria delante de él, así que tuve que decir algo para quitarle esa... mirada de la cara, ¿no?

Ron se rió entre dientes y se volvió hacia su comida. Cogió el tenedor y le dio un gran mordisco.

Mientras comía un bocado de patatas, dijo: -No te preocupes por Harry. Estoy seguro de que ya lo ha superado. Su mente se olvida por sí sola cada vez que está cerca de Ginny, ¿no?-Señaló al otro lado de la mesa con su tenedor, arrojando comida sobre la mesa.

Hermione arrugó la nariz ante él y sus modales groseros. Esperó a que ella lo regañara por ello, pero en lugar de eso ella puso los ojos en blanco y limpió el desastre con su servilleta. Ron sonrió y ambos se giraron hacia Harry que estaba apoyando su barbilla en su mano, mirando de reojo a Ginny. Parecía como si estuviera contando una historia muy divertida. Ginny de repente se rió y resopló en su mano. Harry solo la miró con una sonrisa ridícula en su rostro.

Ese tipo se morirá de hambre si sigue haciendo eso cada vez que comemos, pensó Ron, poniendo los ojos en blanco.

Sacó su mano de la de Hermione y rápidamente golpeó el brazo de Harry causando que su rostro cayera peligrosamente cerca de su comida intacta.

-¡Caramba, Ron!-Le gritó Ginny, su rostro temblando tratando de no reírse.

-Lo siento, Harry- Dijo Ron dando otro mordisco sin compasión.-Estabas haciendo esa mirada boquiabierta otra vez.-Miró a Harry y le guiñó un ojo.

Hermione resopló en su jugo de calabaza, casi ahogándose. Ron le dio unas palmaditas en la espalda mientras se reía de su inteligencia.

Harry lo fulminó con la mirada y abrió la boca listo para replicar, pero la señora Weasley habló antes de que pudiera pronunciar una palabra.

Ansiedad (Romione)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora