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Solo pedía tranquilidad y paciencia, era mucho pedir. jungkook quería mantener el control y olvidar en ese momento quien es.

- Buenas tardes, señor Jungkook - habré la puerta Jiwon la señora del servicio. Había llegado a la casa de su suegro hace unos minutos.

- ¿Cómo estás? ¿El señor dónde está?.

- Está en el patio, ya lo anunció - Jiwon hace el ademán de alejar pero Jungkook la detiene.

- No es necesario, yo llego hasta allá - sonríe amable.

- ¿desea algo de tomar?

- Llévame un café, gracias.

Jiwon le pasó haciendo una reverencia, jungkook entra viéndose tan impotente como siempre pero eso no dura mucho al escuchar los pasos de su pequeña en dirección a el.

- ¡Tío! - grita su princesa eufórica de verlo ahí.

- Mi muñeca, pero que bella estás - le halaga cargándola en sus brazos.

- Gracias, ¿Verdad que estoy muy hermosa? - pregunta sonriendo.

- Divina - dijo dándole un sonoro beso en la mejilla de la pequeña haciéndola reír - ese vestido te queda hermoso, vas a romper corazones - la pequeña llevaba un vestido rojo con verde y dos lacitos viéndose hermosa más de lo que ya es.

- No habías venido a verme - hace un puchero, tierna.

- Lo sé, princesa, pero el tío ha tenido mucho trabajo - jungkook camina con la pequeña hasta el patio donde está su suegro con el tío hablando animadamente.

- ¡vaya, esto si es sorpresa! - Exclama el tío cuando lo ve y su suegro voltea - nunca nos habías visitado sin venir Jimin - le da un beso en su mejilla - me alegro que estes aqui, aunque a veces no me caigas bien - susurra.

- ¿Como está? Vine hablar con mi suegro.

- Pasa, pasa - dijo el señor park sonriendo, Jungkook se acerca a el viendo en la pequeña mesa del jardín una tabla de ajedrez - ¿Sabes jugar? - jungkook le da una respuesta afirmativa ya que no era el mejor que se diga.

La niña hace un puchero al ser baja por su tío, jungkook le sonríe y se pone de cuclillas para darle un besito en su mejilla haciéndola reír, le dice algo en su odio y la pequeña asiente muy feliz corriendo a dirección donde se encontraba su tío que la llevara al interior de la casa.

Jungkook se pone de pie y se gira para ver a su suegro.

- siéntate, vamos a jugar - como si el ánimo de Jungkook fuera ese, pero aún así se sienta en una de las sillas quedando frente a frente con el señor park.

Su mirada se endurece como si hace algunos segundos no fuera un dulce con la pequeña - vine hablar con usted de algo importante.

- Lo podemos hablar jugando y tomando un whisky. Vamos ¿O temes perder? - Jihye llama a una de chica de la servidumbre pidiendo que les trajeran whisky.

Jungkook sonrie ladino, acaso su suegro lo acaba de retar a él, verdaderamente park Jihye no sabe lo que acaba de hacer, jungkook es tan competitivo que no le importa quien sea su oponente el siempre tiene que ganar en todo.

- Espero que no se ofenda si le ganó - jungkook estaba seguro de si mismo que le ganaría.

- Lo que es un hecho, pienso.

- En un juego, lo que cuenta es si el contrincante es lo bastante bueno para ganar. ¿Eres bueno? - pregunta, Jihye lo mira con duda.

- veamos - empiezan el juego.

𝐕𝐮𝐞𝐥𝐯𝐞 𝐚 𝐌𝐢 ||KM||Où les histoires vivent. Découvrez maintenant