Parallel [EreMika]

Capítulo 20

El ambiente dentro del Cuartel que disponía la Legión era muy deprimente. Nadie tenía idea de lo que pasaría con la Legión de ahora en adelante. Habian recibido la notificación de que Eren sería entregado a la Policía y probablemente, los demás deban hacer solicitudes de traslado. Para los altos mandos, aquello supondría sanciones de por medio.

— Mikasa —se escuchó un susurro tan bajo pero tan audible a la vez, que era imposible no notarlo—. Mikasa —se volvió a escuchar.

La joven abrió sus ojos al primer llamado y al segundo, se levantaba de la cama al reconocer la voz: era Armin. Se colocó un abrigo que tenía cerca y salió de forma silenciosa de su habitacion. Sin embargo, sus esfuerzos por no llamar la atención no sirvieron porque Annie, con quien compartía la habitacion había despertado tambien y solo estaba atenta a lo que pasaba.

— ¿Qué sucede, Armin? —preguntó ella, no parecía somnolienta, y era porque no había estado dormida, no había podido descansar bien los últimos días.

— Necesito tu ayuda —pidió el rubio con seriedad.

— Dime —no le iba a negar ayuda, fuese lo que fuese.

— Haremos que Eren escape —determinó—, si dejamos que la Policía Militar se lo lleve, probablemente lo maten.

— No podemos permitir eso...

— Estoy de acuerdo —interrumpió el chico—. Tengo un plan, y necesito tu ayuda... —informó— y bueno... la de Annie también —sugirió.

— ¿Annie...?

Eso fue inesperado para Mikasa, no es que hubiese algo malo. Ella no tenía ningún inconveniente en ayudar, si era por Eren estaría dispuesta a hacer lo necesario, pero con Annie era diferente, no podía hablar por ella.

— Lo consultaré con ella... —prometió sin estar muy segura— ¿Los superiores lo saben? —cuestionó.

— No —respondió desviando la mirada, probablemente una mentira, pero Mikasa no sospechó en ningún momento—. Solo soy yo queriendo salvar a mi amigo pero no podré hacerlo solo, por eso te lo pido a ti... y que puedas pedirle ayuda a Annie también...

— Mikasa no es la chica de los recados. Si quieres un favor mío debes pedírmelo directamente —apareció Annie detrás de Mikasa. Había escuchado todo tras la puerta y se integró a la conversación.

— Annie, Armin solo... —Mikasa intentó hablar por su amigo pero fue interrumpida.

— No estoy hablando contigo.

— No seas grosera conmigo —se ofendió la azabache.

— Entra —ordenó, refiriéndose a la habitación—, entra —volvió a repetir con una mirada seria y voz de mando.

¿Qué se creía, su mamá? No obstante, a Mikasa no le quedó de otra al ver que Armin le daba una sonrisa nerviosa y hacía un gesto, aceptando ser él quien solicitaría ayuda a la rubia por su cuenta.

— Lamento haber querido pedirte un favor a través de Mikasa —se disculpó Armin en cuanto la azabache desapareció de su vista—. Temía una negativa así que fui a lo seguro con ella.

— Eres inteligente —admitió ella sabiendo que le sería más difícil rechazar una petición de la Ackerman que de él—, pero probablemente te de la misma respuesta que a ella.

— ¿Un no? —temió.

— Eres inteligente —repitió, esta vez dando a entender su rechazo.

— ¡Por favor, Annie! —alzó un poco la voz al ver que ella le daba la espalda para retornar a su habitación— Requiero que ambas me ayuden.

— ¿Por qué?