Suspiros con nombre.
-Tú eres... -le señaló con el dedo índice.
El chico frunció el ceño ante su comentario.
-¿Nos conocemos? -preguntó, extrañado.
-Emm... sí, si se puede decir así. Nos encontramos en el aparcamiento. -pausó. -Aunque fuiste un poco grosero.. -rodó los ojos.
El chico se rió poniendo su puño en frente de la boca.
-Preciosa, creo que te estás confundiendo... -negó con la cabeza.
-No, es imposible. Tú eres...
Él le interrumpió.
-En serio, es mi hermano. Somos... gemelos. -anunció, sorprendiéndola.
La boca de Hailey se abrió de impresión.
-¿De verdad? -le preguntó impresionada.
El chico se rió de nuevo.
-Sí. Es aquel de allí. -señaló al otro lado de la sala a un chico vestido de una forma completamente diferente a él, pero eran dos gotas de agua. -Por cierto me llamo Justin... -levantó la mano para entrelazarla con ella y dejar un casto beso en la parte superior.
Una corriente eléctrica le corrió rápidamente de pies a cabeza, haciendo que un suspiro saliera entre sus labios, incontrolable.
-... y entonces dime, ese suspiro ¿Cómo se llama?
Ella se quedó boquiabierta, ante tal pregunta, que no tendría tiempo de pensar qué responder.
-¿Qué? -consiguió articular.
Justin soltó una leve carcajada pero dejó su mano delicadamente sobre la mesa, pero sin soltarla y brindándole leves caricias a esta, que le ponían la piel de gallina, al sentir sus dedos rozar con su piel.
Él negó con la cabeza, dejándolo pasar.
-No tenemos mucho tiempo... -pausó. -¿Cuántos años tienes, Hailey? -preguntó apoyando sus codos en la mesa y mirándola intensamente.
Sus ojos entraron en contacto con los de ella por un momento.
Sus miradas se cruzaron, pero fue una mirada tan intensa, que sabia que detrás de ella se escondía el gran deseo que desataban sus más íntimos impulsos.
-Veintitrés y tú? -contestó interesada.
-Veinticuatro. -contestó con una sonrisa de lado a lado. -¿A qué te dedicas?
-Soy veterinaria... -susurró.
-¿En serio? A mi me fascinan los animales. Tengo una granja alquilada a unos kilómetros de aquí. -comentó con adoración.
Después de cinco minutos de conversación no pudo evitar morderse el labio intentado descartar la idea de que ella era la chica perfecta y recordó lo que se dijo un día.
"Un día, voy a conocer a la chica perfecta, y cuando lo haga, no pararé hasta que sea mía"
Ambos eran conscientes de tener tantas cosas en común.
Habían pasado por relaciones bastantes complicadas que no habían tenido solución.
Nunca habían encontrado a su media naranja.
Hailey descubrió que lo que más odiaba Justin eran las mentiras y ella estaba totalmente a su favor, porque todos sabemos que las relaciones se basan en la confianza y en la completa sinceridad.
Los siete minutos pasaron tan rápidamente que Hailey y Justin se entristecieron al momento de la despedida.
Es un gran día para decir adiós.
-Te llamaré. -simbolizó y ella sonrió sin poder evitarlo.
-Esperaré tu llamada. -susurró, sonriendo como nunca lo había echo.
Aunque interiormente deseaba que no se fuera de su lado.
Hailey había decidido darle su número de teléfono, una parte de su cuerpo le decía que no lo hiciera, pero decidió hacerle caso a lo que el corazón le decía y le dio su número de teléfono, sin pensarlo dos veces más.
Ambos sonrieron mientras que Justin caminaba a otra mesa y otro chico se sentaba en el lugar que él había ocupado antes.
Sus miradas no podían dejar de cruzarse entre ellos durante toda la noche, desde cada mesa que Justin ocupaba.
La química surgió en cuanto Justin no dejó de rozar su mano e inmediatamente prendió fuego a su mente.
La noche acabó sin nada interesante de por medio y ella decidió salir de allí sin antes mirar a sus espaldas esperando que él estuviera allí, pero no lo estaba y no pudo evitar el desanimo, por completo.
Salió del lugar y una ráfaga de viento le llegó a estremecer del viento helado. Se encogió y se cruzó de brazos dirigiendo sus pasos hasta donde se encontraba su coche aparcado.
Una vez en su apartamento dejó sus cosas en el recibidor y se dirigió a su habitación para descansar después de un día ajetreado y lleno de emociones.
Su teléfono vibró en su mano cuando estaba por entrar a su habitación.
Al ver en la pantalla que no tenía guardado el número en su agenda, su corazón le dio un vuelco.
Era él, el chico que conoció esa noche.
Se lamió los labios antes de sentarse en el escritorio para coger su llamada, sin evitar mostrar una sonrisa.
-No esperaba tu llamada tan pronto... -susurró antes de que él lo hiciera.
-No podía aguantar las ganas de escuchar tu voz de nuevo...
*~*
¡TACHAN TACHAN! ¡GUAAAAU! ¡GEMELOS!
¿OS GUSTA LA SORPRESA? ¡QUIÉN TUVIERA A MANO A ESOS GEMELOS! ¡AIMAI!
MI MENTE YA SE ILUSIONA MÁS DE LA CUENTA. FUCK. SORRY.
¡NO OS PERDÁIS EL SIGUIENTE CAPÍTULO! Mmmmm... FALTAN PREGUNTAS EN AQUELLA CONVERSACIÓN.
HAHAHAHAHAHAHA:))
NO OS OLVIDÉIS DE COMENTAR Y DE VOTAAAR<3
OS LOVEOOO:)<3
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ѕpєєd dαтιng {נυѕтιɴ&тú~мιnιweв};
RomanceProfesionalidad, Juego y Diversión. ¿Cómo actuarías a la pregunta, te gusta el sexo?
