ѕpєєd dαтιng {נυѕтιɴ&тú~мιnιweв};

Capítulo 14 ; "Quiero comentarte algo... importante"

Los secretos duelen.

La relación entre Hayley y Justin se fortalecía con el tiempo, por lo que el tiempo la iba consumiendo día a día junto a su secreto más oculto. Siempre había pensado que las mentiras tienen las patas muy cortas y se acababa descubriendo, pero era más recomendable que saliera de sus labios que se enterara por otra persona que no venía al caso, por lo que su cabeza trabajaba día y noche, dispuesta a dar el paso más decisivo para Hayley.

Todo el mundo tiene una historia que contar, pero no todo el mundo está dispuesto a contarla.

-¿Qué pasa, pequeña? -preguntó Justin sintiendo su penetrante mirada hacia él.

Ambos estaban sentados sobre el sofá, observando una película, cuando Hayley y sus pensamientos volvieron a batirse en duelo, no podría vivir con esa angustia que tenía dentro de su subconsciente sabiendo que estaría toda la vida atormentándose por lo sucedido y conforme pasaban los días, estaba más decidida a contar la verdad, por lo que se apartó de los brazos de Justin.

-Quiero comentarte algo... importante. -anunció, titubeante.

Él sonrió y señaló a la televisión.

-¿Y tiene que ser en medio de la película? -pausó. -¿No puedes esperar a los anuncios?

-No. -negó con la cabeza. -No puedo con esto más.

Justin frunció el ceño por su angustia y le prestó totalmente de su atención.

-Cuando tú quieras, cariño... -incitó a sus palabras, con una sonrisa.

Ella intentó devolverle la sonrisa, pero lo único que salió fue una mueca de su parte.

-Es algo difícil de decir... -susurró.

-Me estás empezando a asustar, cariño, ¿qué pasa?

-¿Me prometes que me perdonarás algún día? No era mi intención, no-o sé lo que pasó, pero pasó... -tartamudeó, lágrimas cayeron de su lagrimal, y fueron cayendo lentamente por sus mejillas hasta la barbilla donde se quedaron estables.

-No estoy seguro... -pausó. -Estoy confuso, ¿qué has echo? -preguntó, tragando el nudo que se había formando en lo más profundo de su garganta.

Ella exhaló su último suspiro, dispuesta a decir la verdad.

-Me he acostado con tu hermano... -admitió, sollozando.

Los minutos pasaban y el silencio reinaba en la habitación, a parte de los sollozos de Hayley, que trataba de disminuir de intensidad, pero la situación no ayudaba.

-¿Vas a decir algo? -preguntó, esperando su respuesta. -Aunque sea insúltame, haz lo que sea, pero te pido que digas algo, por favor.

Él levantó la cabeza, observándola.

-Fue aquel día, ¿verdad? -preguntó, sin expresión alguna.

Ella apretó fuertemente los labios y asintió con la cabeza, sintiendo más ganas de llorar.

-Lo siento mucho, no sé que me pasó, no quería hacerlo, pero... -sollozó.

Él negó con la cabeza, frenando sus palabras.

-La culpa fue mía, por dejarte sola... -pausó. -No tuve que irme y dejarte sola con el sátiro* de mi hermano.

-¿Culpa tuya? -preguntó, anonadada. -¿Como puede ser culpa tuya?

-Es mía, te lo aseguro. Sé como es mi hermano, y no te tendría que hacer dejado con él...

-Pero... ¿por qué dices eso? -preguntó. -¿No estás enfadado conmigo?

Él negó con la cabeza.

-No, no lo estoy. Sé que no lo querías hacer, todos cometemos errores en esta vida y es lo que nos hace humanos, por un desliz no te preocupes cariño...

Ella se mordió el labio inferior y lo miró con adoración, sin esperar más, se lanzó sobre él juntando sus labios con los de él, en un beso hambriento. Deslizó su lengua en busca de la suya, y comenzó una batalla entre ellas.

-Gracias.

Le besó la punta de la nariz, sonriente.

-¿Por qué? -preguntó, frunciendo el ceño.

-Por haberme perdonado, porque esto me estaba carcomiendo por dentro...

-No te preocupes por eso, pero espero que no vuelva ocurrir... -advirtió, malicioso.

Ella negó con la cabeza.

-Nunca. -se negó.

Él sonrió y la alzó cogiéndola en sus brazos, y llevándola hasta la habitación que ella ocupaba, la dejó sobre la cama con delicadeza y se subió encima de ella, sin apoyar su cuerpo sobre ella, empezó a besar su cuello bajando por el valle de sus senos por una camiseta de tirantes blanca. Ella gimió agarrándolo del pelo para que siguiera con esos besos que la hacía volver loca. Completamente loca.

Las manos de Justin fácilmente te deshizo de toda la ropa que le cubría, dejándola como dios la trajo al mundo, desnuda. Ella mordió su labio inferior y lo miró de arriba abajo. Sus dulces labios mordían y succionaban su cuello, exhalaba suspiros de placer, mientras sentía como su cuerpo reaccionaba de una manera apasionada ante las expertas caricias y besos de Justin sobre su cuerpo, sintiendo como su coño se humedecía pidiendo más y más.

Sus manos fueron debajo de la camisa de Justin, toqueteando sus músculos ejercitados.

-Demasiada ropa.

Gruñó Hayley apartando su camiseta de manga corta de su vista, Justin se rió de ello y se bajó los pantalones por si mismo, junto a los boxers.

Ella se mordió el labio al sentir como entraba dentro de ella, en una sola estocada. Ella llevó los manos a los postes de la cama que tenía detrás de ella, agarrándose de las fuertes acometidas que le proporcionaba Justin. Era un vaivén de movimientos con la pelvis, que de un momento a otro llegaron al éxtasis más esperado, con un gemido atronador.

Suspiraron a la vez y él al tocar la espalda con el colchón, el móvil sonó en el bolsillo de uno de los pantalones, inmediatamente, corrió a agarrarlo y se dio cuenta que era un mensaje, se mordió la lengua y recogió la ropa que estaba desparramada por el suelo.

-¿Qué pasa? ¿No te quedas? -preguntó desilusionada, agarrando las sabanas contra su pecho.

-Tengo que irme, lo siento... -anunció, negando a su propuesta.

-Pero si... está tronando, ¿seguro que te tienes que ir?

-¿Te veo mañana?

Ella asintió con la cabeza con resignación, y él al estar vestido y arreglado, fue hacia ella y le dio un casto beso y se fue rápidamente por la puerta, ella suspiró tumbada en la cama, contenta por quitarse un peso de encima, pero lo que no sabe es que desde ese momento, todo cambiaría y nada será como todos piensan.

La vida no es fácil pero sabe dar segundas oportunidades.

sátiro*: Hombre lascivo que tiene un exacerbado deseo sexual.

*~*

SIENTO LA TARDANZA DE ESTE CAPÍTULO, PROMETÍ SUBIRLO ANTES, BUT... NO LO HICE.

EL SIGUIENTE CAPÍTULO SERÁ SUBIDO EL MARTES, I PROMISE.

JUSTIN LA PERDONÓ MUY FÁCILMENTE, ¿CREÉIS QUE UN CHICO SE TOMARÍA LOS CUERNOS TAN FÁCILMENTE TANTO SI FUERA SU HERMANO O NO? AQUÍ HAY UN DRAMAZO, Y MUCHO MISTERIO.

¿POR QUÉ CREÉIS QUE JUSTIN SE FUE?

NOS LEEMOS SOON

XX