A villain never gives up.

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Capítulo 36.

A villain never gives up.

(Fin, parte 1.)

¡Era increíble!

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¡Era increíble!

Ella, una mujer que sacrificó todo por el estatus, por el poder, por darle lo mejor y solo lo mejor a su familia ahora era señalada por su malagradecida hija como culpable de la pérdida de su cobarde esposo y de su inútil hijo. Elizabeth, la hija a quien con tanto esmero crío para ser una mujer fuerte y dominante en la vida como ella, ahora simplemente la dejaría atrás sin importarle su estado.

Definitivamente eso no iba a permitirlo.

Si bien su cuerpo ya no le permitía hacer tanto por ella misma, su cerebro seguía intacto y ese ya planeaba la forma de terminar con Michaelis, de terminar con el problema de raíz.

Gracias a su inteligencia logró engañar a una monja para ayudarle a escribir una carta que le envío a su hija hasta su nuevo hogar, luego la misma religiosa la llevó hasta la iglesia donde el padre Landers servía, allí simplemente pidió quedarse sola para orar, esperando a que el sacerdote apareciera.

-La última vez que le ví por aquí fue en el funeral de su difunto hijo, ¿Cómo se encuentra ahora madame?-

-Creo que es bastante obvio mi estado padre. Respecto a estar aquí, yo no creo… No solía creer en estas cosas, más ahora mi forma de pensar ha cambiado. Primero que nada quiero devolver esto. - con la mirada hizo énfasis en sus manos donde el crucifijo y el agua bendita que robó su hija estaban. -Antes que nada quiero disculparme por los actos de mi adorada hija. Mi Elizabeth la ha pasado muy mal en estos meses y no sabía lo que hacía al tomar esto sin pertenecerle, pese a nuestra situación no somos ladrones padre.-

-Le agradezco tanto el que me haya devuelto este crucifijo. - pone la joya en su cuello. -Dudo que usted pueda creerlo, pero lo recibí de manos de uno de los apóstoles de nuestro señor.-

-Lo creo… Sé qué usted no es un religioso común y corriente, aún cuando en sus votos prometió humildad, con esa apariencia no puede tratarse de un humano común y corriente, sino más bien de un ser angelical, el único que puede ayudarme en este momento.-

-Siempre escuché comentarios muy acertados sobre su extraordinaria inteligencia marquesa.- respondió el “religioso”.

-Una de mis tantas virtudes.- respondió la mujer con naturalidad. -Y dígame padre Landers, ¿Que hace un ser angelical en un sitio como este?-

-Devolverlo a su estado original. El pecado a ensuciado está virtuosa tierra, la lujuria, la avaricia, el orgullo, la vanidad cada uno de los pecados capitales a podido proliferar aquí, eso es algo que nuestro señor no ha pasado por alto, por ello fuí enviado a purificar la ciudad completa.-

-Padre Landers, yo puedo decirle el epicentro de eso. -

-Son las calles, los barrios bajos, la falta de educación y valores ha convertido en tan horrible cosa a esta ciudad.-

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