The Bitter Truth

184 32 7
                                    

The bitter truth.

(capítulo 4)


-¿Qué vas a hacer ahora conmigo? - preguntó el pequeño espectro mientras aquel sujeto se encargaba de curar la herida en su cabeza. -¿Me vas a llevar a un hogar de huérfanos? -

-Primero que nada tratar de cubrir esa herida y darte un largo baño. Es increíble que con esa pandrosa apariencia tuya no tengas piojos o una infección. - responde el sujeto cubriendo la herida con una gaza.

-No estoy tan sucio. -

-Hasta rastras tienes, ¿Hace cuanto que no te peinas o tomas un baño?-

-Tome uno en mayo...

-Apenas es marzo... Increíble que en tanto tiempo no te hayas bañado. -

-Ese no es asunto tuyo... - se aleja del sujeto. -¿Puedes largarte de mi casa? -

-Mi casa, querido. He pagado por ella, ahora la convertiré en un hotel. -

-¡No puedes! ¡Este lugar ni siquiera está hecho para eso! ¡La vas a arruinar! -

-Pero que ahora no creo que pueda estar.- carga al pequeño y con él en brazos camina hasta la perfecta habitación principal que lucía inmaculada.

-Este lugar se había quemado... ¿Cómo es que está así? -

-Eres un demonio, tú deberías saberlo. - responde tranquilamente adentrándose al cuarto de baño donde la tina aguardaba tibia por el pequeño. -Sabes cómo hacemos las cosas, ¿no? -

-Te sorprendería mi respuesta... -

-Pues dilo, sorprenderme. - baja al pequeño para desvestirlo, pero con lo maltratado de sus ropas sólo termina por desgarrarla hasta dejarlo desnudo.

-Eres un mago, no un demonio, por eso es que... ¡Hey! ¡ESA ERA MI ÚNICA CAMISA! La arruinaste. -

-Te daré ropa nueva si esa es tu preocupación. Respecto a lo que dijiste, no, no soy un mago, esas cosas no existen, puedo ser ciertamente un timador, pero no ese tipo de timador. - carga de nuevo al menor y lo deja en el agua. -Increíble, la suciedad en tu cuerpo cortó la espuma. - se acerca con una esponja y solo deja caer sobre el menor el líquido que absorbe.

-Lo puedo hacer yo solo. - arrebata la esponja de manos del sujeto y empieza a restregar su cuerpo de forma tosca.

-Así solo vas a lastimarte. - le quita la esponja al chico. -Si algo llega a entrar en tu cuerpo podría causarte una infección y eso sería problemático. -

-¿Problemático? ¿Por qué lo sería? Si te preocupa que muera no hace mucho dijiste que hay una tumba con mi nombre allá afuera. - responde el pequeño espectro retador. -Tan solo va a bastar que me arrojes en ella y tus problemas habrán desaparecido. -

-Podría funcionar... Quizá... Pero, un demonio como tu no sufriría una infección, ni mucho menos largos días de la más terrible agonía. - con una sonrisa burlona aumenta la fuerza con la que talla el cuerpo del menor. -¿O si? -

-¡Auch! Aguarda, no por eso puedes tallar como un maldito animal.-le arrebata de nuevo la esponja al mayor.

-Increíble, eres un inquilino indeseado en mi casa y aún así eres un mocoso exigente. -

-Tu estás en mi casa. Se supone que yo deba heredar tras la muerte de mis padres, tu estas en mi propiedad, así que lo menos que puedes hacer es servir correctamente. -

-En realidad... Tu estas muerto para todo mundo, de modo que no existe un heredero de este lugar... Supongo que un demonio inteligente como tu lo sabría, por ello tu insistencia en ahuyentar a todo mundo. -

-Eso no... Bueno, quizá es cierto. - responde pensativo. -Este lugar es lo único que me queda de mis padres... No quisiera perderlo. -

-Eso debiste pensar antes de destruirlo.-

-¡No fui yo! - grita de inmediato. -Fue toda la gente que venía a invadir mi casa... Ellos empezaron su destrucción. Tenía que echarlos de algún modo... Y había funcionado, pero tenías que llegar tú como perfecto comprador y destruir con tus empleados lo poco que me quedaba. Ahora mi casa no es más que un cascarón roto... No tengo nada. -

-Siendo un demonio no debías...

-¡Idiota! Es obvio que no lo soy. Eso tan solo fue mi último intento por que te fueras. -

-Lo sabía. - sonríe. -Apurate a salir, supongo que querrás comer o algo parecido...

...

-Envuelto en una toalla. ¿Es en serio? -

-Destruiste mi ropa, prometiste darme más. - responde con su clásico tono ácido.

-Cierto. - responde quitando su elegante saco. -Puedes usar esto por hoy, mañana te compraré algo. -

-Bromeas, ¿verdad? - observa la prenda. -Es enorme, caben 2 personas aquí adentro. -

-Entonces puedes pasar la noche desnudo.-responde tranquilo el sujeto chasqueando sus dedos haciendo que aparezca un enorme banquete en la vieja mesa que mágicamente ha cambiado por una bella y elegante. - Cena. -

-¿No puedes solo hacer que algo aparezca así como la comida? -

-No soy una costurera para hacer tal cosa.-

-Pero... No importa... Usaré tu saco. - responde derrotado dejando caer la toalla que cubría su desnudes.

-Aquí tienes. - pone la prenda sobre los hombros del menor. -Eres pequeño para tu edad. -

-¿Acabas de descubrir lo obvio? ¿Acaso olvidas que he estado solo desde hace mucho? Naturalmente no tuve tiempo para crecer, pero no por ello soy fácil de amedrentar... La prueba son los obreros que te abandonaron hoy. -

-Eso puedo notarlo, has ahuyentado a cientos de personas de tu hogar. Así que espero comprendas que yo no me voy. -

-Lo dejaste claro allá adentro, ¿Acaso padeces algún trastorno que no te permite recordar lo que acabas de decir? -

-Sucede que trato con un humano, y se que siempre hay que repetirles todo 500 veces y aun así los muy imbéciles dicen que nadie les dijo nada cuando deciden ignorar lo que les has repetido hasta el cansancio. -

-¿Es en serio? Me comparas con humanos comunes y corrientes cuando tú mismo sabes que no lo soy. -

-¿Por qué estás tan seguro? -

-Porque cada día desde que compraste este lugar me buscaste. Buscabas la forma de dar conmigo. -

-No te confundas niño. Realmente eres un humano común y corriente, pero la idea de un espectro era divertida. Eres listo, pero aburrido y simplón en mi opinión. -

-Vaya... Es increíble como te contradices en tus propias palabras. - sonríe probando el primer plato, una sopa. -Esto es sencillamente asqueroso.-arroja el plato haciéndolo añicos, no sin antes alcanzar a salpicar al sujeto que solo lo mira con desprecio. -Tienes un banquete enorme, pero la comida es un asco, ¿Crees que la gente vendrá a tu hotel por el papel tapiz? -

-¿Y quien dijo que mi hotel será para humanos? -

-¿Para pavos entonces? - responde burlón

-Será para demonios. Me encargaré de que el que una vez fue el hogar de los respetables conde Phantomhive se convierta en el lugar más maldito del planeta. -

-Tendrás que pasar sobre mi cadáver si quieres hacerle algo a la casa de mis padres. -

-Eso se puede arreglar ahora. - con su mano izquierda toma el cuello del joven apretandolo, impidiendo que el oxígeno llegue a sus pulmones. -Ahora escúchame mocoso. La razón por la que sigues vivo es porque das lastima, pero no te confundas, no por ello tienes voz o voto. Te recuerdo que para todas las personas tu estas muerto, no importa cuanto intentes hacer, no saldrás victorioso. Voy a construir mi hotel y tú estarás aquí como esclavo para verlo. - retira su mano, pero a cambio aparece un grillete en el cuello del joven. -Eres parte de mi propiedad y si yo digo algo siempre obedeces sin preguntar. Aprendelo bien, porque de ahora en adelante esa será tu amarga verdad...


††††

The Boy at The Window Where stories live. Discover now