EL PACTO

She's all wanna be

"Ella tiene todo lo que yo no tengo
Y ella es todo lo que realmente quiero ser, todo lo que realmente quiero ser
Ella tiene todo lo que yo no tengo"

-¿Cómo lo...? ¿sabes, qué? en realidad no importa, esto hace las cosas más fáciles, para ambos, este matrimonio no es más que un acuerdo, tú tienes tus propias razones para seguir las órdenes de tu padre y estar en esta farsa, y yo tengo mis motivos para no haberme negado, esto es quid pro quo, yo seguiré con Verosika, es ella con quien me debería haber casado, así que simplemente no terminaré mi relación con ella por... esto- movió su dedo señalando asimismo y a Stolas. -Evidentemente tienes el mismo derecho que yo de seguir o salir con quien tu quieras- agregó.

-Lo entiendo, y contrario a lo que puedas estar pensando no busco arruinarte la vida de ninguna manera, puedo entender que esta relación no es más que un negocio. No iba a pedirte jugar la carta de un matrimonio perfecto, o algo real... pero quiero dejar claro que para mi este es un compromiso serio, yo de verdad planeo cumplir mis votos y al menos intentar que esto funcione, lo que decidas hacer tu, es tu decisión.- le explicó a Blitzo, tratando de sonar firme, a pesar de que el tema le estaba destrozando el corazón.

- ¿Así que tu si estas interesado en jugar a la casita y la familia feliz? No pensé que un demonio de tu rango se dejará llevar por sentimentalismos baratos, eres una caja de sorpresas, princesa. No te preocupes, haré de tu experiencia con el matrimonio lo más real que pueda, solo que sin el amor o el sexo... porque realmente no estoy interesado- se burló Blitzo, mientras se encogía de hombros.

El ave, no supo responder a la burla cruel del diablillo, así que solo apartó la mirada, mientras esperaba que Blitzo abandonara la caravana.

Había visto el show, claro que se había colado entre la multitud, y a diferencia de como lo recordaba en su infancia disfruto de cada parte del espectáculo, pero había cosas que quizá estaban destinadas a no cambiar jamás, cuando Blitzo apareció sobre los trapecios, listo para dar comienzó al número de acróbatas sus ojos se fijaron sobre el imp maravillado por la habilidad, la agilidad y la fuerza que demostraba en cada uno de sus movimientos, todos precisos y calculados, al final del show toma una flor en su mano y con gracia practicada realizó una voltereta final que terminó con él entregando la preciosa rosa a la súcubo que se encontraba entre el público. El público estalló entre aplausos, silbidos y "awwws" enternecidos de las damas presentes, fue entonces que supo que era momento de irse, había visto demasiado.

Las semanas habían pasado con rapidez, Stolas siempre había disfrutado la rutina, encontraba consuelo en que sus días fueran bastante similares entre sí. Los primeros días cometió algunos errores, quemó algunos alimentos, tuvo problemas para limpiar los suelos puesto que uso demasiado limpia pisos y no conseguía deshacerse de todo el jabón. Blitzo se había guardado sus comentarios y con ello sus burlas, claramente no comió lo que Stolas quemó y tampoco mencionó nada respecto al sabor de los alimentos, no ofreció alguna explicación que facilitará el trabajo de la lechuza. Y no dormían juntos, Blitzo no llegaba a dormir, y la mayoría de las veces ni siquiera cenaban juntos.

Stolas tenía claro donde pasaba su esposo la noche, y era la misma razón por la que él no había vuelto a mirar ninguna de las presentaciones del diablillo en la pista central.

-Mi padre, ha dicho que ya has recibido suficiente del trato real, que es momento de que aportes para pagar tus gastos- Blitzo dijo sin dejar de comer -Le he dicho que tu realmente no tienes talentos para esto y yo puedo seguir cubriendo tus gastos, pero se ha negado, de verdad lo siento, Stolas- el tono avergonzado no pasó desapercibido para el demonio -Quiero pensar que eres bueno para los números, para llevar las finanzas y hacer cuentas, ¿lo eres?- la mirada expectante de Blitzo se clavó sobre los enormes ojos del ave, que solo asintió.