No estamos de acuerdo

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- ¡Kage!, cómo puedes decirle eso al joven maestro Cale.

Taylor se exaltó al escuchar las palabras "poner tu vida en juego" por lo que reprendió a Kage, sin embargo, no fue el único.

- ¡De ninguna manera!¡Mi humano no puede morir! si lo hace destruiré el mundo.

Alberu desconcertado, no sabía si preocuparse por Cale o por las palabras del joven dragón, así que habló con Kage.

- Sacerdotisa Kage, está segura de que es la única forma.

Fue Cale quien le respondió.

- No es que tenga que morir, solo si incumplo el juramento moriré.

- Hmm es así, ¿qué te parece si prometes no causarme tantos problemas?

- Su alteza, pensé que te preocupaba que yo pudiera morir.

- ¿En serio es algo tan difícil de realizar?

Cale ignoro a Alberu y se dirigió a Kage que miraba la interacción de ambos con si fuera algo extraordinario.

- Puedes hacerlo ahora.

- ¿Uh?¡ah!¡Claro!

Kage se puso en posición y tomó la mano de cale.

- ¿Estás seguro?

- Lo estoy.

- Empecemos.

Kage comenzó el ritual mientras sostenía la mano de Cale, entonces un poder negro se manifestó en él.

- Di tu juramento.

- Yo Cale Henituse, salvaré a mi familia en este mundo y derrotaré a la estrella blanca.

Una poderosa aura negra envolvió a Cale y atravesó su corazón haciéndolo sentir un dolor punzante, luego se disipó.

- *Ugh*

- ¡Humano!

- ¡Joven maestro!

La visión de Cale se tornó borrosa por unos segundos, por lo que tambaleo. Alberu y Taylor corrieron a auxiliarlo. Alberu lo sostuvo y lo sentó en el sofá más cercano.

- Cale, ¿estas bien?

- Estoy... Bien.

- ¡Humano mentiroso!

Cale fingiendo no escuchar a Raon, toco su pecho expectante, entonces estiró la mano e hizo un pequeño escudo en el aire.

- Funciono.

- Humano, no me gusta la forma en que sonríes.

*Suspiro*

Con Alberu y Taylor preocupados por la condición de Cale, fue Kage la única que vitoreó.

- Joven Maestro, ¡parece que lo hicimos!

- Muchas gracias, sacerdotisa Kage, le aseguro que pagaré este favor.

- Como podría pedirle un pago a nuestro benefactor.

Ambos sonreían como si fueran socios de un negocio exitoso, entonces Alberu toma la palabra.

- Me alegra que todo saliera tal como lo esperabas, sin embargo, Cale tengo que hablar contigo.

Taylor que se dio cuenta que posiblemente era algo muy delicado por el tono de Alberu, tomó a Kage y se excusó.

- En ese caso, nosotros nos retiramos, Joven maestro Cale, fue un placer conocerlo, aun considero que tengo una deuda con usted no lo olvide por favor.

Una vez más, pero nada es igualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora