Una vez más, pero nada es igual

Observa cuidadosamente

Antes de ir a la tierra de los elfos oscuros, Cale decide visitar el reino Whipper y descubrir si el cambio inesperado del futuro se debe a la intervención directa de la estrella blanca o a un efecto en cadena de sus intervenciones.

- Humano, este lugar se ve horrible.

- Todo está destruido, Nya.

- No me gusta, Nya.

De camino al campamento principal de la facción de los no magos, Cale y los niños ven los estragos y la destrucción resultado de la guerra interna en la que se encuentra el reino actualmente.

- Alto ahí ¿Quién eres?

- Mi nombre es Cale Henituse, he venido a ver a su comandante Toonka.

- Por tu apariencia debes ser un noble caprichoso, a mi señor no le agradan los de tu tipo.

- Ve y dile que Cale Henituse ha venido a buscarlo, él y yo tenemos un acuerdo.

Reluctante y de mala gana el joven guerreo va a sus superiores a informar la situación, luego de unos minutos una mujer de apariencia fuerte se acerca, Pelia, considerada el brazo izquierdo de Toonka y un maestro de la lanza.

- ¿Eres tú Cale Henituse?

- Así es.

- Sígame.

Cale siguió a la mujer con los dos gatos en brazos, Raon volaba cerca suyo en estado invisible.

- "No me gusta cómo te mira esta gente, si se atreven a hacerte daño voy a destruir este feo lugar"

Ignorando al vicioso Raon, Cale suspiro y siguió su camino.

Toonka, un hombre molesto y ruidoso, obsesionado con pelear con individuos fuertes y con un profundo odio hacia los magos, cuando Cale conoció a Toonka pensó que lo más remarcable del loco Toonka fue su fuerte determinación y viveza.

Pero el Toonka frente a Cale no se parecía en nada al Toonka que él conocía, el gran hombre estaba cubierto de heridas y hematomas, solo algunas pocas estaban vendadas. Aunque no era por eso que se veía diferente, sus ojos, esos vibrantes y feroces ojos parecidos a los de un león con hambre buscando una presa no estaban en ningún lado, en su lugar una cabeza agachada con una mirada apagada fue todo lo que Cale encontró y eso le molestó.

- Toonka, ¿recuerdas quién soy? Espero que no olvidaras nuestro trato.

Sin siquiera levantar la cabeza Toonka respondió.

- Tú, el hombre que dijo que ganaríamos esta guerra, aunque soy un hombre estúpido crees que puedes mentirme otra vez.

- ¿Estás enojado conmigo por tu fracaso?, verdad o no, son tus capacidades las que escriben realmente el futuro ¿Desde cuando eres un gato asustado?

Toonka por primera vez alzo la mirada, se pasó de su asiento y se dirigió hacia Cale con aparente ira.

- ¡¿Qué sabes tú?! ¿Qué puede saber un debilucho mimado que jamás ha tocado una espada del horror y sufrimiento en el campo de batalla?

- Ciertamente este debilucho desconoce muchas cosas, entonces ¿por qué no me cuentas? el horror al que te refieres.

La mirada de ira de Toonka fue remplazada por una de tristeza y desasosiego y a pesar que Cale le pidió una explicación Toonka no respondió.

- Toonka, tienes que saber a mi realmente no me interesa vuestra guerra, pero hay algo que me molesta.

Cale siguió hablando como Toonka no mostraba reacción alguna.