El color de la libertad

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- Raon, deberías presentarte.

Al pedido de Cale el pequeño dragón quita la magia de invisibilidad y hace su aparición.

- Hola, mi nombre es Raon Miru un gran Dragón de 4 años de edad.

- ¡Oh oh, gran Dragón-nim!

Cale suspira otra vez al ver la reacción de los demás, este asombro debería ser algo a lo que esté acostumbrado, pero no es así.

Luego de tratar con los sorprendidos elfos oscuros como lo hizo en el pasado, Cale ingresa a la oficina del alcalde y ve a una persona con una túnica negra sentada en silencio en una esquina, sin pensarlo dos veces se aproxima a ella, pero se detiene a poco más de dos metros.

- ¿Joven maestro?

Cale no se aproximó más a Mary porque sabe que ella se incomodará si lo hace.

- Joven maestro Cale, ella es la persona que está creando la pulsera. La llamé para explicarle sobre el artículo. Espero que no le moleste que esté aquí.

- Por supuesto que no, cómo podría incomodarme.

La persona debajo de la túnica se estremeció por esas palabras y Cale la miró con ligera ternura.

- Mary...

Nuevamente, la persona de la túnica se movió al escuchar que esta persona sabía su nombre. Tasha recordó lo que le había dicho su sobrino de Cale Henituse y el extraño poder de adivinación que le permitía saber de los demás.

- ...Joven maestro Cale, no sé qué ha visto usted acerca de Mary, pero ella es-

Tasha quería verificar que era lo que Cale sabía sobre Mary.

- Lo sé, Mary en una nigromante...

- Eso...

Entonces la voz tipo GPS sin emociones de Mary fue escuchada.

- Yo, deseo ver el mundo exterior.

Tasha inmediatamente le respondió, se veía enojada.

- Mary, ¿de qué estás hablando?, Sabes que es peligroso.

- Por eso planeo ir sola.

- ¡Definitivamente no puedes ir sola! ¡Dile algo abuelo!

Antes de que el alcalde Obante se una a la disputa, Cale habló.

- Ella no irá sola, estará con nosotros.

Mary alzó la mirada sorprendida de entre la túnica negra para conocer al hombre que había hecho tal afirmación.

- Joven maestro, no creo que deba...

- No quiero hacerle daño a nadie, así que iré sola.

Tasha y Mary hablaron al unísono.

- No se preocupen, somos fuertes, al igual que ella.

- ¡Débil humano!, tú no eres fuerte y por eso siempre me preocupo, pero ella sí es muy fuerte.

- ...

Mary, que no comprende porque esta persona que la acaba de conocer dice querer acompañarla, sube sus mangas y muestra sus brazos cubiertos de marcas negras que parecían una red de telaraña.

- Escuché que la gente encuentra estas cicatrices repugnantes. Solo tengo que asegurarme de que estas cicatrices no se revelen. Me he preparado mucho para este viaje.

- ¡Mary!

Tasha corre para cubrir el brazo de Mary y le cuenta a Cale y sus niños brevemente la razón por la que Mary tiene esa apariencia.

Una vez más, pero nada es igualWhere stories live. Discover now