Un juego|Benny Watts

027

La música ligera de jazz llenó el restaurante, junto con la charla y las risas ocasionales desde la mesa de la esquina. Hilton, Walter, Cleo, Benny y Jennifer estaban sentados en la mesa del rincón. Cleo y Jennifer están en el sofá mientras los demás están en sillas. "¿Entonces se encontraron en un torneo?", Preguntó Hilton, con una gran sonrisa en su rostro.

"Sí, lo sé, es muy gracioso, ¿no?" Benny dijo sarcásticamente mientras tomaba un sorbo de su cerveza.

"¿Qué tan incómodo fue?" Preguntó Cleo, mirando a Jennifer.

"¿Eh?", dijo Jennifer, desconcertada.

"Tú y Benny"

"¿Qué pasa con eso? ¿Qué?"

"No importa", suspiró Cleo, Jennifer se giró para mirar al resto de la mesa y colocó su coca sobre ella. "Entonces. ¿París en unos meses?"

"Sí... supongo", Jennifer se encogió de hombros.

"Bueno, ¿no pareces muy emocionado?"

"Sólo estoy... nervioso, supongo."

"Lo harás bien. Pero de todos modos, deberíamos irnos". Suspiró mientras se levantaba, Hilton y Walter siguieron su ejemplo automáticamente. "¿Es seguro dejarlos a los dos solos?" Ella sonrió mirando entre Jennifer y Benny.

"Te lo puedo asegurar", suspiró Jennifer mientras se levantaba besando cualquiera de las mejillas de Cleo y despidiéndose. Volvió a sentarse, con Benny frente a ella.

"Me odias, ¿no?" Suspiró mientras se recostaba.

"No, no lo sé", se defendió.

"¿En serio? Porque sigues distrayéndote y mirándome, así que o te imaginas matándome o te imaginas besándome. Creo que ambos sabemos cuál es".

"No te odio, Benny, no tengo motivos para hacerlo".

"Mhm", dijo poco convencido "¿Quieres un trago?" Dijo mirando su coca.

"No, ya no bebo", suspiró.

"¿En realidad?" Él frunció el ceño. No estoy seguro si él le creyó o no.

"Renuncié poco después de que rompimos", explicó, fue extraño cuando mencionó la ruptura. Era un tema del que no se hablaba cuando había gente alrededor, pero cuando estaban solo ellos dos, ella lo creía como si no fuera nada.

"¿Y fumar?"

“Y fumar”, aseguró.

"Estoy impresionado,"

"Gracias, no fue fácil". Se quedó en silencio por un segundo "Sé que no me crees".

"Odio el hecho de que me conozcas tan bien".

"Asimismo,"

"¿Entonces me odias?"

"Solo un poco,"

"¿Por qué?"

"No sé." Ella se encogió de hombros "No dejaría que lastimes demasiado tus sentimientos, soy solo yo", se quedó en silencio nuevamente "Odio el silencio".

"Lo sé", los dos se miraron por un segundo, fue casi aterrador. Sabían mucho el uno del otro, sabían cómo se sentían y pensaban el uno del otro. No podían guardarse un secreto el uno al otro, era imposible. "¿Qué pasa con las gafas de sol?", Preguntó.

"¿Qué pasa con el cuchillo?", Dijo mirando el cuchillo que estaba en su bolsillo.

"Yo pregunté primero,"

"Se pueden ver muchas cosas por los ojos de alguien, así que escondo los míos".

"¿En serio? ¿Qué puedes distinguir del mío?" Él la miró, los dos estaban atrapados en los ojos del otro. Permanecieron así por un minuto antes de que ella apartara la mirada.

"Um..." Jennifer se aclaró la garganta "No lo sé. Realmente debería irme". Dijo mientras se levantaba.

"¿No has terminado tu bebida?" Dijo que mientras se levantaba junto a ella, la miró, ella solo miró antes de hablar.

"Benny yo- No podemos estar juntos y solos..."

"¿Qué? ¿Por qué? No pasó nada", se defendió.

"Tú mismo lo dijiste, siempre pasarán cosas".

"Jennifer, siempre haces esto, te convences de hacer un lío. Y en un par de días volverás con tus disculpas. Deja las cosas como están, si pasa algo, que así sea".

"No podemos permitir que sucedan cosas, Benny", se quedó en silencio nuevamente. "Tengo que irme", terminó antes de pasar junto a él.

"¿Estarás en mi casa? ¿Mañana por la noche?" Preguntó, dándose vuelta para intentar atraparla antes de que se fuera.

"Eso espero..." Ella siguió, todavía sin darse la vuelta, pero alejándose dejando a Benny en el restaurante.

"Difícil", suspiró antes de sentarse, mirando su lata medio borracha.

***

Jennifer entró al club. Llevaba un vestido rojo corto con una bufanda negra peluda a juego. Llevaba guantes largos negros y tacones de plataforma. Tenía el pelo suelto y largo, sus ojos elegantes y oscuros. Suspiró mientras miraba hacia el otro lado del concurrido club. "¿Jennifer?" Alice dijo a su lado. "Ya no te vemos mucho por aquí".

"Sí, desafortunadamente he estado muy ocupada, ¿cuándo son los actos?", respondió Jennifer.

"Sólo veinte minutos más".

"Bien, quiero que me llamen un taxi en diez", habló Jennifer mientras colocaba su bolso sobre la mesa del bar.

"¿No te quedarás para los actos?", preguntó Alice mientras saltaba detrás de Jennifer.

"No", respondió Jennifer. "Te quiero en los puestos, yo tomaré la barra", dijo mientras se dirigía al frente de la barra. "¿Qué puedo conseguirte?"

"Whisky", respondió el hombre, ella se giró moviendo sus caderas al ritmo de la música y preparó la bebida antes de deslizarla sobre el mostrador hacia él, tomando el dinero. Murmuró en voz baja al ritmo de la música mientras el casino se llenaba de gente. Un cigarro frente a ella la devolvió a la realidad. Ella saltó hacia atrás siguiendo la mano que lo sostenía.

"¿Ya no fumas?" Preguntó un hombre, ella miró hacia abajo y vio un rostro familiar.

"Te dije esto antes", sonrió mientras saltaba del mostrador.

"Sí, sí, paré cuando rompiste con Benny".

"Mmmm"

"Dime, ¿cómo están tú y Benny?"

"Uh, solo amigos"

"Entonces, ¿no ven ningún futuro para ustedes dos?" Lorenzo sonrió y giró la cabeza hacia un lado.

"¿Por qué lo preguntas?" Ella se rió en voz baja.

"Me preguntaba si podría invitarte a una cita. ¿Mañana por la noche pasaré a buscarte?" Preguntó

"Uh..." Ella siguió, mañana por la noche iría a Bennys. No podía elegir entre Benny o Lorenzo.

"No sientas que tienes que decidir ahora, Jenny", dijo mientras se levantaba y le deslizaba un trozo de papel. "¿También estoy libre esta noche?" Ella lo miró por un momento, no tenía que elegir. Ella sonrió y se rió antes de agarrar su bolso.

"Tienes una hora"

"Dos,"

"... Bien", ella sonrió mientras se unía a él, él deslizó su brazo alrededor de su cintura mientras los dos salían del club.

Jennifer se despertó por la mañana con la mente confusa, pero una cosa era obvia. A su lado estaba Lorenzo, y ella estaba en su casa, en su cama, en su camisa...

********************************