Un juego|Benny Watts

018

"Es tan hermoso", respiró Jennifer mientras miraba por la ventana, con Benny uniéndose a su lado.

"¿Lo es?" Preguntó frunciendo el ceño ante la vista de otro hotel.

"Bueno... no, pero cállate", se burló ella dándose la vuelta.

"¿Recuerdas cuando nos conocimos por primera vez?" Preguntó haciéndola girar para verlo "¿Y éramos estrictamente solo amigos? ¿Sentiste algo entonces?"

"¿Qué quieres decir?"

"¿Te gusto entonces?"

"...uh", pensó por un segundo insegura de su respuesta "No sé, no reconocí nada de lo que sentí hacia ti durante la mayor parte de esa amistad".

"¿Por qué?"

"¿Por qué haces tantas preguntas sobre el pasado?"

"Fue hace sólo dos años",

"Sí Benny, años. Ahora practica para tus partidos de mañana".

"¿Qué? ¿Entonces puedes ir a beber a la otra habitación?" Ella lo miró con una mirada penetrante.

"¿Qué?" Ella preguntó con severidad:

"Es verdad, sé que eso es lo que haces cuando estoy practicando".

"Benny", advirtió.

"Oye, dijiste que dejarías de beber".

"¿Te callarías y practicarías?" Hubo silencio por un segundo mientras los dos se miraban fijamente.

"...bien", finalizó "Pero si puedo saborear una gota de cerveza cuando-"

"Benny", disparó.

"Me voy", terminó sacando el tablero de ajedrez de su bolso. Jennifer lo vio salir del dormitorio y dirigirse a la sala de estar. Dejándola en paz.

"Ese cabrón", susurró sentándose en la cama, acercando el teléfono a su lado y marcando una serie de números familiares.

"¿Hola?" La voz preguntó,

"Hola Stan"

"Jenny, ¿dónde diablos has estado?"

"Uh, estoy en la Unión Soviética"

"¿Por qué?"

"Con Benny tiene torneos y me compró con él".

"No besar", advirtió, con una sonrisa en su voz.

"¿Cuál es mi novio de dos años? Demasiado pronto", bromeó.

"¿Cómo van las cosas entre ustedes dos de todos modos... ya saben después de todo-"

"Bien", interrumpió. "Sí, todo bien... ahora".

"¿Hay algo todavía?" hubo una pausa silenciosa "¿Raro?"

"No, como dije. Todo está bien".

"¿Estás seguro? Suenas extraño".

"Es simplemente un tema delicado. Eso es todo".

"...está bien. Bueno, han pasado dos años. Aún no hay anillo."

"No", sonrió, "no creo que lo hagamos, es demasiado... permanente. Y especialmente con todo lo que pasó, no creo que lo permanente sea algo que necesitemos".

"Es una pena. A mamá le encantan las bodas. Casi no podía mantenerse unida cuando le dije que me iba a casar con Shelia".

"¿Cuándo es la boda otra vez?" Ella preguntó lentamente,

"Jennifer", dijo decepcionado.

"Lo sé, lo sé. Sólo que estoy muy ocupado en este momento".

"Lo entiendo", suspiró. "Domingo 30 de julio".

"Lo recordaré, lo prometo".

"Será mejor", hubo silencio por un segundo "¿Cómo va el trabajo?"

"Es estresante, Alice me está cubriendo mientras estoy fuera. No me sorprendería si vuelvo y el negocio está hecho trizas"

"No te preocupes por eso"

"No lo entiendes. Mi negocio podría desmoronarse con una palabra equivocada. Un movimiento en falso y eso es todo, la reputación de la empresa se arruina y-"

"¡Jennifer, lo prometiste!" Benny gritó desde la sala.

"Dile que te saludo", preguntó Stanley por teléfono.

"No, él me ha estado poniendo de los nervios últimamente".

"¿Por qué?"

"No te preocupes, tengo que irme, ¿bien? Habla pronto".

"Adiós Jenny"

"Adiós", dejó el teléfono, cayéndose sobre la cama y suspirando ruidosamente. A estas alturas ya habría estado bebiendo, Benny tenía razón, pero ella no quería que él tuviera razón, así que tuvo que mantenerse alejada. Seguro que fue difícil para ella, pero estaba mejorando. Benny la estaba haciendo mejor... en algunos aspectos y en otros, la estaba empeorando. Muy peor.

Se levantó y estiró los brazos en el aire antes de dirigirse hacia la puerta. Vio a Benny en la sala de estar, con la mirada fija y concentrada en el tablero de ajedrez frente a él. Su cabeza descansaba sobre sus nudillos cubiertos de anillos plateados. Ella miró hacia el tablero que debía haber mantenido toda su concentración.

Ella pensó por un largo segundo, observando cada pieza cuidadosamente "Reina a A3", le dijo rápidamente, él la miró y luego volvió a mirar el tablero, jugando el juego mentalmente antes de que una sonrisa apareciera en su rostro.

"Bien hecho", elogió. "Deberías hacer competencias, ¿sabes?"

"¿Debería?" Preguntó mientras se dirigía a la cocina.

"Realmente deberías. Eres lo suficientemente bueno".

"No tengo tiempo"

"Encuéntralo, lo hago"

"¿Qué hay en tu horario libre de empleo?", disparó,

"Este es literalmente mi trabajo y paga mis cuentas. Así que lo siento mucho, no soy dueño de un negocio y no soy un hombre de negocios".

"No quise decir eso así"

"Apuesto a que no lo hiciste, ¿sabes que no tienes que golpearme las veinticuatro horas del día?"

"Lo siento, ¿qué me dijiste hace veinte minutos?"

"Eso es diferente,"

"Apuesto a que sí", copió, abriendo la nevera. "No fuiste a las tiendas como te pedí", frunció el ceño.

"Oh, lo siento. Estaba leyendo esto", dijo tomando una revista de su lado, sin mover los ojos de la pizarra, pero entregándole la revista. Ella lo tomó lentamente, con el ceño fruncido antes de leerlo. "Vaya a la página tres", le dijo,

"¿Por qué?" Preguntó lentamente, pasando las páginas. Allí dice Benny con las palabras Campeón de EE. UU. encima. Ella le sonrió y luego a él, él la estaba mirando con una sonrisa de satisfacción plasmada en su rostro. "Callarse la boca,"

"Mhm", sonrió "¿Orgulloso todavía?"

"Mucho", ella le devolvió la sonrisa.

"Ven aquí", dijo, con anhelo en sus ojos. Ella pensó por un segundo. Conociendo esa mirada.

"No puedo, voy a ir de compras. Si hubieras ido antes, esto podría haberse evitado".

"Vamos, no lo hemos hecho desde entonces", dijo en voz alta mientras ella se dirigía hacia la puerta. Ella se congeló por un segundo, él no mencionó mucho el tema, pero lo hizo y la tomó por sorpresa.

"Diviértete", sonrió débilmente desde la puerta antes de cerrarla detrás de ella. Benny miró fijamente la puerta mordiéndose el labio.

"La estoy perdiendo", susurró para sí mismo antes de volverse hacia el tablero, colocando a la Reina donde ella dijo. En esta situación, estaba perdiendo. Era como si supiera exactamente qué movimiento era bueno para este juego de ajedrez mental, era imposible que hubiera cometido este error por accidente.

Fue a propósito....

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