Capítulo 2

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—Algo inesperado

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—Algo inesperado.—

—Recuerdos de Lori.—

Lori junto a su amiga, hablaban afuera de la escuela, en la cual estaban sus hijos estudiando, estas esperaban a sus hijos, ya que, no faltaba mucho para que estos salieran de la escuela.

—Conozco esa mirada y estás callada— Dijo la amiga. —Bien, ¿me lo dirás?— Preguntó.

—Nos peleamos esta mañana, fue feo, hiriente— Respondió Lori.

—Lo lamento, los hombres son idiotas.— Dijo la amiga.

—Para serte sincera, él no fue el idiota.— Dijo Lori.

—Oh, entiendo.— Dijo la amiga.

—Hacia todo lo posible por ser razonable y eso solo me enfureció aún más.— Dijo Lori. —Dios, a veces me gustaría que estallara y que me dijera las cosas, que soy harpía si me lo merezco, pero es tan, tan..— Agregó.

—No te castigues.— Dijo la amiga.

—¿No? ¿No me vas a decir qué estar enfadada con tu marido por qué no te grita, es racional?— Peguntó Lori, una pequeña risa se escapo de sus labios.

—Yo no tengo ese problema con Tom.— Dijo la amiga con una pequeña sonrisa formada en su rostro.

—Pero aún lo amas.— Dijo Lori.

—Claro que sí, así debe ser para toda la vida.— Respondió la amiga.

—Admiro tu pragmatismo.— Dijo Lori.

—¿Aún amas a Rick?— Preguntó la amiga.

—Me lo he preguntado muchas veces, creo que la respuesta es si, solo intento recordar cómo era, quizás el único problema, es que, nos casamos muy jóvenes y..— Respondió Lori, pero fue interrumpida por el ruido de la sirena de un auto de policía.

—Disculpa.— Dijo Lori, mientras se alejaba de su amiga y se dirigía hacia el auto de policía.

El auto se estacionó y de este se bajó Shane, el mejor amigo del esposo de Lori, este se acercó a ella.

—¿Está vivo?— Preguntó Lori.

—Lo están operando.— Respondió Shane.

—¿Cómo?— Preguntó Lori.

—Hubo un llamado de radio alertando sobre dos sospechosos.— Respondió Shane. —Se arruinó, yo lo arruiné.— Agregó.

—Yo.. no lo creo.— Dijo Lori.

Los dos miraron hacia la escuela, vieron como los niños salían de esta, estos vieron a Carl a lo lejos quien se acercaba hacia ellos.

—¿Qué le digo?— Preguntó Lori mientras miraba a su hijo. —¿Cómo le digo qué su padre recibió un disparo?— Preguntó.

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