Capítulo 11

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—Militares

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—Militares..—

—Sam.—

Estaba sentada en el tejado de aquella casa, mirando atentamente el amanecer frente a mí, viendo cómo el sol comenzaba a salir, como el cielo pierde su oscuridad, dejando ver un lindo y brillante amarillo, junto a un azul bastante claro, la luna poco a poco se desvanecía.

No había podido dormir, desde que salimos de la prisión no he dormido bien. No paro de pensar en Merle, tenía muy pocos recuerdos de él, al menos que fueran buenos recuerdos.

Tenía mi bolso a un lado mío, lo tome y lo abrí, saqué la navaja que tenía el nombre de Merle, esa era la navaja que él tenía en su prótesis, ese día la tome, como un recuerdo..

Siento pequeñas punzadas en mi corazón, cada vez eran más fuertes, deseé que Merle hubiera logrado cambiar y poder ser por fin un buen hermano, sí tan solo no hubiera ido.. él estaría aquí y hubiera cambiado.

Pasé la navaja por mi mano, provoqué un pequeño corte en ella, no sentí dolor, veía la sangre que poco a poco salía de mi mano, mi vista se estaba nublando, lágrimas salían de mis ojos, sin parar, sin avisar, sin siquiera sentirlas..

Tal vez Daryl.. él no haya logrado salir de la prisión, tal vez ya es una de esas cosas, tal vez ya no tengo nada, no tengo padres, no tengo hermanos..

Jamás consideré que tuve un padre, ni siquiera conocí a mi madre, mis hermanos.. bueno, ellos no..

No quería bajar, no quería hablar con nadie, no quería que me vean llorar, odio demasiado que me vean llorar.

Ayer por la tarde Michonne nos encontró, no sé cómo lo hizo, no he hablado con ella, ni con Carl, no quiero hablar, quiero estar con mis hermanos, no quiero estar sola de nuevo, no quiero.

Saque unas vendas de mi bolso, primero limpié la pequeña herida que había provocado en mi mano, después comencé a vendar mi mano.

Tome mi bolso abrí de nuevo la ventana y entre, cerré nuevamente la ventana, vi a Carl, él entró a la habitación donde estaba, yo me limpié las lágrimas que quedaban en mis mejillas, intentando disimular.

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