—Es solo una broma mamá —llego hasta a mí— ¿Cómo estás?

—Frustrada —hizo una mueca

—En ti, es muy normal —volví a reír

—Tonto

—Mmm, pierna enyesada —rodé mis ojos— ¿Cuánto tiempo?

—Un mes, o tal vez más —hizo una mueca

—Veras que el mes pasara muy rápido que ni siquiera lo notaras —asentí no tan convencida ante el comentario de mi madre—, nosotros te ayudaremos en tu recuperación cariño

—Claro, por eso somos tus padres, con nuestra ayuda te recuperaras más rápido —dejo un beso en mi cabeza

—¿Cuándo me podre ir?

—Firmaremos los papeles y podrán darte salida —asentí

—Por cierto, hay alguien que quiere verte —estaban por salir— ¿le digo que pasé? —asentí

Volví acostarme una vez que ellos salieron.

—Si no fuera porque tus padres dijeron que estas bien, creería que no la libraste —solté una pequeña risa al escuchar su molesta voz

—Lo mucho que quieres a tu mejor amiga—comente sin abrir mis ojos

—Ya me conoces —negué

—Por un momento creí que mi madre hablaba de... —dejé de hablar al verla

Ahí estaba, enfrente de mi cama, con esa bella sonrisa y esos preciosos ojos azules mirándome.

—¿Qué?, ¿creíste que solo entraría yo sola?

—Eres imprudente a veces ¿lo sabes? —solté una risa ante ese comentario de Stella

—Y tú nunca te callas

—¿Cómo estás? —se sentó en la camilla

Ignoramos la discusión de aquel matrimonio y solo nos centramos en nosotras.

—Supongo que bien

—Me explico mi hermana que no es nada grave, afortunadamente 

—Sí, pero tendré que usar esto —quite la sabana para que vieran el yeso— por tres semanas, luego hare terapias para que pueda recuperar la movilidad por completo

—No me jodas —Eliza me miro— ¿podrás volver a jugar?

—Como en dos meses

—¡¿Dos meses?! —asentí— para ese tiempo ya habrá terminado la temporada

—Lo sé

—¿Qué haremos sin ti?

—Eliza...

—Ese era su plan. Claro, esas hijas de puta querían ese "partido amistoso" para dañarte

—Eliza...

Ni siquiera me escuchaba, estaba en su mundo. Sacando conclusiones por si sola.

—Esa hija de puta me va escuchar —iba a salir del cuarto

—Eliza

—Alto ahí campista —Stella la tomo del brazo—, no vas a buscar problemas, no ahora —mire a Christine que igual estaba atenta a la interacción de ambas—, deberías estar aquí con Emilia ¿no crees?

—Christine esta aquí, Emilia esta en buenas manos —sentí mis mejillas arder

—No diré nada más —fue lo último que escuchamos de Stella

Un juego a la vezWhere stories live. Discover now