-Hola.-me jalan del vestido negro que llega más debajo de mi rodilla.

Bajo la mirada para observar a quien desea llamar mi atención de esa forma.

Verdaderamente el niño es hermoso.

-Hola.-lo saludo otorgándole una sonrisa.

El muy inteligente ha esperado con paciencia un momento de privacidad para acercarse.

-Mi nombre es Erick Kuznetsov.-se presenta tendiéndome la mano. Se la sostengo devolviéndole el gesto.-¿Puedo jugar con sus hijos, señora reina?

Ladeo el rostro mirándolo con curiosidad.

-¿Eres hijo de Pierre?-pregunto.

-Sí, él es mi padre. También soy bisnieto del abuelo Adriano y de la abuela Dafne, mis abuelos son Fabio y Ariadna, y mi tío es el rey y tú eres la reina.

-Tu tío se llama Máximo y yo Rafaella.

Niega, rotundo.

-Papá dice que si él no me da la orden de llamarlos por su nombre, no puedo hacerlo.

Estoy tentada a decirle que eso lo dice su padre porque es un pendejo, pero me reservo mis comentarios.

Pierre de verdad que tiene mucha paciencia con el pelinegro porque yo de hermano hace rato lo hubiese mandado a volar bien lejos.

Mezcló la fórmula con el agua hervida.

-Pues a mí puedes llamarme tía Rafaella y ahorita vamos a preguntarle al rey si lo puedes llamar por su nombre.

-Pero...¿Puedo jugar con tus hijos?

-Sí, claro. Estoy segura que les hará mucha ilusión jugar contigo.

-¡Ohhh!-asiente emocionado.-Cuando me presentes con ellos les diré mi nombre.

-Ok, Erick.

Sujeto el biberón con una mano y le extiendo la otra para que la agarre. Se tarda un poco pero termina haciéndolo.

Es un tanto desconfiado el pequeñín.

Camino con el de la mano hasta la sala y veo como mi hijo abandona todo lo que está haciendo y se pone en pie, tirando los hombros hacia atrás y tomando una posición a la defensiva, con sus ojos puestos sobre nosotros.

Le lanzo un beso en el aire haciéndolo levantar levemente la comisura de sus labios.

-Toma.-le entrego el biberón a Rose.

-Gracias, Raff. Te adoro.

-Ya lo sé.

Le guiño un ojo y avanzo en dirección a Máximo.

-Amor.-llamo su atención que en un inicio recae en mí pero que luego pasa al niño. Frunce el ceño mostrándose enojado haciendo que el pequeño lo mire con temor.-Te presento a Erick, aunque tú ya debes de conocerlo, ¿Verdad?

-Se quien es.-me explica cómo si fuese obvio.

-Hola, rey.-el pequeñito le hace una reverencia bajando la cabeza.

-Le estaba diciendo que puede perder los formalismos y llamarte "Tío Máximo".-él sabe leer mi mirada y ha comprendido todo lo que he querido decir pero no pronuncia palabra alguna por lo que el niño se le adelanta.

-¿Puedo hacerlo?-le pregunta entrecerrando los ojos algo temeroso.

Mi esposo si inspira miedo así que puedo entenderlo.

-Preferiría que siga como ha estado hasta ahora. Lejos.-endurezco el rostro y lo aniquiló con la mirada.

Debido a su respuesta el niño se cohíbe.

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