Capítulo 1

52.6K 2K 406
                                    

Rafaella.

Cuatro años después.

El trabajo es algo que me apasiona de sobremanera pero también es lo que me absorbe de manera incalculable, constantemente tengo que estar involucrada en los proyectos de la empresa, en el proceso de creación, en las pruebas que se realizan cuando el objeto está terminado y en la venta. No estoy acostumbrada a delegar mis responsabilidades porque conozco mi capacidad y sé que nadie lo hará mejor que yo, que me he dedicado en cuerpo y alma a esto.

En la refinería de petróleo todo está estructurado y manejado por el mejor equipo que podemos tener Thiago y yo, pero es el quien todo el tiempo se ha encargado de estar al frente de la petrolera porque le gusta el trabajo de campo en ese rubro. En los años que no quería asumir el legado de sus padres se dedicó enteramente al negocio del petróleo, ahora las cosas han cambiado pero él no se ha desentendido de lo que respecta a ello.

Miro a la mujer que esta frente a mí, está modulando palabras a las que no logro ponerles atención.

-¿Te parece?-pregunta y levanto las cejas sin entender de lo que habla.

-¿Qué es lo que me parece?

Suspira agotada.

-Rafaella, te estoy hablando, ¡Préstame atención, carajo!

Ruedo los ojos.

-Te estaba oyendo pero me distraje. Habla rápido.

-Tienes que ir a Bahrain, ¿Te quedaras en tu casa o en uno de tus hoteles?

Cuando voy sola prefiero quedarme en uno de mis hoteles pero ahora iré con mis hijos y no planeo encerrarlos en un rascacielos.

-En mi casa.

Hace un par de años, junto a Franco, cerramos uno de los mejores negocios en el mundo automotriz, RiccHong entro a la Formula 1 posicionándose a la cabeza desde el primer momento.

Recuerdo las noticias de esa época:

«Rafaella Riccardi junto con su hermano Franco Riccardi, acaban de concretar uno de los negocios más grandes del mundo al entrar a la Formula 1 con RiccHong, quien promete ser el equipo más poderoso dentro de las carreras»

Somos el equipo más poderoso de la parrilla, tenemos a los mejores pilotos y a un grupo humano de trabajo increíble, con el que desde hace dos años nos estamos coronando campeones.

En una semana inicia la temporada y tenemos que estar presentes en la primera carrera que se realizara.

-¿Llevaras a los niños?-consulta.

-Sí, este año están emocionados por ir.

El año pasado no los lleve porque eran muy pequeños, tenían solo dos años pero este año les ha nacido el espíritu fanático por la F1 y están ansiosos por asistir.

En parte ya lo veía venir porque el año pasado, se levantaban tempano los viernes para ver algunas de las practicas a mi lado, los sábados para ver la ubicación de las posiciones en la parrilla y los domingos para ver la verdadera carrera.

Durante todos esos días están acurrucados en el sillón más grande de la casa, observando atentamente y renegando cuando hay algún accidente o alguno de nuestros pilotos falla.

-¿Tu no vendrás?-pregunto.

Generalmente en todos los países en los que se corren las carreras tengo un Paddock al que acudimos con todos nuestros amigos para presenciar la competencia.

-Asia está un poco enferma y no creo que podamos viajar.

-¿Qué tiene?-me alarmo.

-Malestar estomacal pero como es una mimada lo hace todo un mundo.

DINASTÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora