Hogar lejos del hogar. | 𝗦𝗵𝗶𝘀𝘂𝗻𝗮𝗿𝘂 |

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Naruto quería saber qué hizo para merecer el castigo que le estaban dando, porque mientras recorría su cerebro no podía recordar nada de lo que había hecho para merecer esto.

"Vamos Naruto... no va a ser tan malo." Habló Iruka y Naruto reprimieron una respuesta sarcástica, solo estaba tratando de brindar apoyo.

"¿No está mal? Jeje, ¿escucharon a esos muchachos? Dijo que no va a ser tan malo. ¿Quién de ustedes no estaría de acuerdo conmigo?" murmuró en voz baja asegurándose de que nadie escuchara la conversación que estaba teniendo actualmente con sus otras personalidades. Y una vez más la ignoraron, por lo que buscó apoyo en Kushina.

"No, Naruto. Tú y yo ya tenemos una muy buena inmunidad a los venenos, pero tus compañeros de equipo no, así que tendrás que estar ahí para ellos mientras siguen adelante con esto". Ella respondió con severidad, pensando sólo en lo mejor a largo plazo y Naruto podía respetar eso.

"¿Pero por qué, por el sabio todopoderoso, lo elegirías?" preguntó con petulancia. De todas las personas que su madre podría haber elegido, tuvo que ir a elegirlo a él.

"Lord Orochimaru fue la única persona calificada para llevar a cabo esto de manera segura durante este período". La pelirroja respondió con la cara en blanco.

"¡Con seguridad no es la palabra que usaría para una persona que utiliza personas inocentes como sujetos de prueba!" ella chilló.

Shisui se tapó la boca con una mano infundida con chakra para que Naruto no pudiera hacer nada con ella para silenciar a la chica. Hizo una reverencia al sennin y habló: "Le agradecemos su amabilidad, Señor Orochimaru, y nos ponemos a su cuidado".

"Nm nmm mm m cmmm" habló, ahogada, aunque Shisui entendió la esencia de lo que decía. (No te voy a poner a su cuidado)

"No importa lo que estés haciendo sino lo que estemos haciendo nosotros. Somos Iruka y yo quienes tenemos que hacer esto, no tú". Hizo una pausa e ignoró la mirada que ella le dirigió: "Si suelto tu boca, prometes comportarte".

Si era posible su mirada se intensificó y por si acaso se aseguró de cambiarlos a los ojos de Kurama, pero no hizo nada. Cubriendo su cuerpo con una capa muy fina de chakra, se movió ligeramente y lo sintió estremecerse.

Se inclinó junto a su oreja y siseó: "Sabes que tengo cosquillas, así que déjalo. Puedes observarlo y, si hace algo mal, puedes arrojarle un senbon. ¿Qué tal eso?"

Ella lo pensó un poco y asintió con la cabeza, suspirando cuando él soltó su boca, asegurándose de darle al sennin toda su mirada brutal.

Ella contuvo su instinto de dar un paso atrás y rasengan cuando vio brillar sus ojos amarillos. "Qué color de ojos tan fascinante. ¿Pero a qué se debe que sean así? Los sapos no tienen rendijas en los ojos".

Naruto se congeló mientras se le helaba la sangre, luchando contra las imágenes de varias personas en su pasado diciendo esas palabras exactas, las cosas que harían después y lo que nunca les sucedió, sin importar cuánta evidencia hubiera en su contra.

Sin su conocimiento, sus dientes se alargaron y sus uñas se convirtieron en garras cuando la ira de Kurama se mezcló con la suya. Ella trató de reprimirlo, enojarse y odiar no lograría nada, sin embargo, los nueve bijuu que hablaban en su cabeza no estaban de acuerdo, su ira alimentaba la suya y le dificultaba respirar.

Miró hacia arriba y vio a Shisui parado frente a ella, sus ojos Sharingan giraban y sintió que se calmaba, su ira se enfriaba cuando comenzó a respirar normalmente. "Cálmate, eso es todo. Respira profundamente, Naru". Siguiendo las instrucciones de Shisui, siguiendo el Sharingan giratorio como un salvavidas, se calmó por completo.