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Naruto estaba siendo examinada, haciéndole la vida mucho más difícil. Seguía mirando a los ANBU que la seguían a todas partes y le había pedido a Jiraiya que les dijera que entraran cuando estuvieran en casa para no tener que sentir que tenía ojos quemando su alma.

Shisui y ella estaban en su casa con Jiraiya haciendo otro proyecto juntos. Se suponía que este proyecto se haría con una tercera persona, sin embargo, como había 38 personas en su clase, un grupo tenía que ser un grupo de 2 y para hacerlo más fácil, el niño y la niña de arriba se colocaron en un grupo.

Ambos se acostaron boca abajo mientras discutían el propósito de cada arma y veneno lo mejor que podían. Tenía que dárselo al chico, a pesar de no tener experiencia, estaba haciendo bien la mayoría de estas cosas. No era de extrañar que Itachi le hubiera gustado a su primo cuando era niño.

Le gustaba cómo Shisui no se parecía en nada a la mayoría de los miembros de su clan shinobi. Se reía, sonreía, hacía bromas y no era condescendiente. Era exactamente lo opuesto a Sasuke, quien era un completo coqueto y tenía un palo en el culo.

Sacudiendo la cabeza, volvió a mirar su tarea. Actualmente estaban organizando de dónde venían las toxinas nerviosas. Shisui dijo ranas y sapos mientras que Naruto dijo serpientes. Su argumento era que las ranas y los sapos no podían hacer nada malo y que las serpientes eran pura maldad.

Él le había echado una mala mirada diciendo que ella era parcial ya que tanto su hermano como su padre adoptivo tenían la convocatoria del sapo, a lo que ella no podía refutar ya que era cierto. Al final, le preguntaron a Kakashi quién estaba jugando un juego de shogi con Jiraiya y él estuvo de acuerdo con Naruto, lo que provocó que ella le sacara la lengua en nombre de su victoria.

Shisui había crecido con ella y desde que Kurama se había despertado, el dolor en su ojo había desaparecido, pero mantuvo el peinado porque de lo contrario despertaría sospechas.

Ella había estado extasiada cuando él despertó oficialmente un día después del incidente con Minato. Entendió de dónde venía, había sido Hokage y tuvo que tomar decisiones difíciles. Eso no significaba que no pudiera estar de mal humor con él.

Literalmente la había hecho vivir una vida como un jinchuriki conocido dos veces y, para colmo, no podía entender la lógica del sandaime. A nadie se le había dicho que Kushina era un jinchuriki además de las personas absolutamente necesarias.

Tenía sentido de alguna manera. Era una época de guerra y tenía que cumplir sus deberes como Hokage: mantener la aldea segura sin importar el costo. Sin embargo, abandonarla era simplemente cruel.

Hogar lejos del hogar. | 𝗦𝗵𝗶𝘀𝘂𝗻𝗮𝗿𝘂 |Where stories live. Discover now