Hogar lejos del hogar. | 𝗦𝗵𝗶𝘀𝘂𝗻𝗮𝗿𝘂 |

⎯ O5 ♡ ๋

| JULIO, 3 MESES |

Naruto estaba aburrida. Actualmente estaba sentada en la clase de historia aprendiendo sobre Hashirama Senju, el Hokage shodaime, y sabía todo lo que necesitaba saber y algo más. Después de todo, ella había conocido al hombre.

Durante sus tres meses en la academia, se había topado con muchas personas a las que reconoció, pero algunas tuvieron que presentarse antes de que las reconociera por completo. Iruka-sensei, Mizuki, Hayate y Doto Akimichi, a quienes recuerda haber escuchado, trabajaron con su padre durante la guerra que se anunciaría más adelante en el año.

También se había encontrado con Izumo y Kotetsu algunas veces dentro de los muros de la academia. Y para su sorpresa, había visto pero no encontrado; Asuma, Anko, Gai, Kurenai e Ibiki. Estaba completamente complacida cuando no vio a la serpiente con Anko o no estaba segura de lo que habría hecho. Sin embargo, conociendo a la vieja serpiente, simplemente lo ignoraría como si Jiraiya le hubiera enseñado a probar sus habilidades con él o alguna mierda.

Mientras pensaba en Hebi Sennin, se preguntó cuándo desertaría y si sería posible evitar que eso sucediera. Luchar contra él estaba fuera de discusión, ella no estaba ni cerca del nivel de Sennin en este momento. Unos años más y debería poder hacerle bastante daño a esa cara engreída.

Sacudió la cabeza, si seguía pensando en él se enojaría, si se enojaba la maestra se preguntaría por qué y se preocuparía. Odiaba absolutamente que la mimaran solo porque era la hija adoptiva de un sennin y hermana del rayo amarillo.

Contempló si debería o no dejar un clon en su lugar durante el descanso, pero afortunadamente el shodai estaba de su lado cuando se abrió la puerta y entró Minato Namikaze, su padre convertido en hermano.

La maestra, una mujer, hizo todo lo posible por no sonrojarse y Naruto descubrió que no estaba muy irritada por eso. Minato era un hombre bien parecido, por lo que era obvio que las mujeres lo notarían. Mientras no intentaran nada, todo bien.

Le susurró al maestro, Akira, pero Naruto pudo escuchar: "Me gustaría llevar a mi hermana a un entrenamiento privado, ¿si te parece bien? Se aburre fácilmente y ya conoce el lado académico de las cosas. Si tiene deberes, tomaré eso y ella puede terminar esta noche".

Akira sensei parecía nerviosa, insegura de lo que debía hacer, pero cuando miró a Naruto entendió lo que decía la rubia mayor. Naruto parecía tan aburrida como ella se sentía.

Ella suspiró y asintió con la cabeza a Minato antes de decir: "Naruto. Namikaze-san está aquí para recogerte temprano. Si recoges tu tarea, puedes ir con él".

Naruto ocultó su alegría bastante bien, pero sabía que se podía ver algo de felicidad en su rostro mientras bajaba las escaleras hacia el escritorio del maestro, tomó su tarea en el shodai y se fue con su hermano.

Se dirigían al campo de entrenamiento 7 cuando ella preguntó: "¿No tienes que estar con tu equipo aniki?"

Minato sonrió y alborotó su cabello largo hasta los hombros, haciendo que ella hiciera un puchero y lo arregló lo mejor que pudo y, "Bueno... ya es pasado el mediodía y hemos hecho bastante esta mañana, así que los dejé ir temprano para entrenar un poco contigo."

Ella le devolvió la sonrisa y en silencio se dirigieron a su destino. Se preguntó si esto es lo que se siente tener un hermano. O tal vez incluso un padre a una edad temprana. Ero-sennin había sido un padre para ella cuando ya era una adolescente e incluso entonces, estaba tan absorta en recuperar a Sasuke que no había pensado en apreciar este tipo de momentos con él.

Nunca había pensado que él moriría por ella, de la forma en que lo había hecho. Pero Jiraiya hubiera querido salir luchando y de una manera útil en lugar de estar en una cama de enfermo. Sin embargo, dolía no menos.