Bylines (TRADUCIDA)

43: A New York state of mind

HAILEE'S POV

Amo a mi novia con todo mi corazón, de verdad. Pero su habilidad para dormirse a través de una alarma es inigualable. Ya sé que seré la encargada de levantarnos y prepararnos para el resto de nuestras vidas.

— ¡Cariño, debes levantarte! — Grito, golpeándola con una almohada.

Sé que parece malo, pero en mi defensa, he intentado de todo. La he sacudido suavemente, le he cubierto la cara de besos, le he llamado por su nombre, he dejado a Martini sobre ella. Resulta que Martini simplemente se acurrucó a su lado y cerró los ojos. Así que ahora estoy atrapada con dos criaturas inútiles en mi cama. Lo máximo que he conseguido de ella en este punto es un gruñido insatisfecho.

— No quiero levantarme, ¡es muy temprano! — Finalmente gime.

Bueno, al menos está viva y medio coherente.

— T/n T/s/n T/a, te juro que si no te levantas en este momento, me iré a Nueva York sin ti. Tenemos 30 minutos antes de estar en el auto de camino al aeropuerto, así que es ahora o nunca, o te levantas o me voy — Exclamo. Me mira molesta cuando finalmente abre los ojos — Amor, es amor duro. ¡Ahora, despierta! — Digo.

Lo único que nos salva en este momento es que nuestras maletas ya están empacadas y esperando junto a la puerta. Literalmente, todo lo que tiene que hacer es levantarse, ducharse y vestirse.

Por una especie de pequeño milagro, logra alistarse a tiempo. Treinta minutos después, estamos subiendo a su Jeep y dirigiéndonos al aeropuerto. Ni siquiera me molesto en preguntar quién conduce, simplemente tomo el volante.

Estamos a mitad de camino al aeropuerto antes de que alguno de nosotras diga algo. No estoy enojada, pero tengo la sensación de que mi novia se despertó de mal humor hoy. Espero que su mal humor disminuya una vez que se despierte un poco más.

— Te amo. Y lamento no haber despertado a tiempo — Dice en voz baja desde el asiento del pasajero. Todavía suena como una niña caprichosa, pero es linda. Y se disculpa.

— Acepto tu disculpa. Y yo también te amo. Lamento haberte golpeado en la cara con una almohada, pero honestamente intenté todo lo demás primero. Si eso no funcionaba, lo último en mi lista era echarte agua en la cabeza — Digo riendo, esperando aligerar la tensión de la mañana. Su cabeza gira para mirarme cuando hago esa confesión.

— ¡No te atreverías! ¡Habrías mojado nuestra cama! ¡Y ni siquiera de la forma que nos gusta! — Exclama. Tiene razón, pero nunca lo admitiré.

— Oh, lo haría, cariño. ¿A quién le importa? No es como si fuéramos a dormir allí durante una semana. Habría tenido suficiente tiempo para secarse — Razono. Aunque no la miro, puedo decir que está haciendo pucheros.

— ¿Me sostendrás la mano al menos? Estoy de mal humor y realmente no quiero estarlo hoy — Dice con un bufido. No puedo evitar reír. Hoy se comporta como una niña. Suelto el volante con una mano y la ofrezco para que la tome.

— Tampoco quiero que estés de mal humor, amor. ¿Qué tal si empezamos de nuevo? Olvidemos todo lo que pasó en casa y comencemos nuestro día desde este momento — Ofrezco, tirando de su mano para poder darle un suave beso.

— Me gustaría eso. Y en ese caso, ¡buenos días, mi hermosa Haiz! ¡Te amo! — Dice, sonando mucho más feliz de lo que ha sonado en la última hora.

— Buenos días, Mush. Eres tan hermosa y estoy absolutamente loca por ti. ¿Y espero que estés tan emocionada como yo por este viaje? — Respondo.

Su boca se abre y me mira como si hubiera crecido una segunda cabeza — ¿Estás bromeando? ¡Estoy más emocionada por este viaje que por cualquier otro en mi vida! ¡Estás haciendo realidad uno de mis sueños! — Admite emocionada.