✓ | A través del tiempo.

Albus Severus Potter.

Un encapuchado hizo un paso y saltó a la tarima, caminó un poco y se quedó en el centro. Se quitó la capucha y un par de chicos azabaches se quedaron en shock.

―Hola a todos, soy Albus Severus Potter. . .

― ¡¿SEVERUS!? ¿ESTÁS LOCO, HARRY? CÓMO PUDISTE. . .

―Ustedes dos se van a callar y no van a interrumpir la presentación de mi hijo, ¿queda claro? ―exclamó una Ginny Weasley muy enfadada y tanto James como Sirius se callaron al ver su mirada.

Harry seguía en shock y la cara de Severus era todo un poema.

―Bueno, si me dejan seguir, les explicaré el porqué de mi nombre ―el chico suspiró, sabiendo que aquello podía suceder―. Albus, es por el profesor Dumbledore y Severus, es por el profesor Severus Snape. Según papá me dijo, un hombre valiente ―los merodeadores soltaron una carcajada―. Como sabía que no lo creerían, el profesor Dumbledore hizo un hechizo para que pudieran verlo y creerlo.

"―Ve con él ―dijo la madre del azabache hacia su marido. Harry asintió y fue con su hijo mediano. Se agachó para abrochar sus zapatos.

― ¿Qué pasa si me ponen e Slytherin? ―preguntó el niño a su padre, con miedo.

―Albus Severus Potter, llevas el nombre de dos directores de Hogwarts. Uno de ellos fue a Slytherin, quizá el hombre más valiente que he conocido nunca.

―Pero, ¿y si quedo en Slytherin? ―volvió a preguntar el chico.

―Entonces, la casa Slytherin habrá ganado un joven mago. Pero si tanto te preocupa, el sombrero seleccionador tiene en cuenta tus elecciones, conmigo lo hizo."

― ¿Veis? Yo no miento ―se burló el azabache que se estaba presentado―. Siguiendo con mi presentación, tengo dieciséis años y pertenezco a la casa Slytherin, y estoy orgulloso de eso. No sé qué contar de mí, así que hagan preguntas, por favor.

― ¿Quiénes son tus padrinos? ―preguntó el padre del chico.

―Minerva McGonagall y Neville Longbottom.

―Gracias señor Potter, señorita Weasley ―dijo la mencionada dando las gracias a los padres del joven.

― ¿Mejores amigos? ¿Novia? ―pregunta el padrino del chico.

―Mi mejor amigo es Scorpius.

―Maldita tradición ―murmuró Tonks, entre dientes.

―Como decía antes de ser interrumpido ―dijo, mirando a Nymphadora―. Mi mejor amigo es Scorpius y mis mejores amigas son Cissy y Rose. Y, tío Neville, no te enojes pero estoy saliendo con Alice, tu hija, desde hace ocho meses.

―Nadie mejor que un Potter ―dijo Hannah, sonriendo.

―Nadie mejor que una Longbottom ―comentó Ginny. Y las dos chicas se sonrieron entre ellas. Quizá no hablen entre ellas ni sean amigas, pero el hecho que sus hijos salgan juntos y con solo conocerse, vale la pena sonreírse―. ¿Te llevas bien con tu hermano?

―Se puede decir que si, excepto cuando hace bromas a la casa Slytherin, entonces olvido que es mi hermano y me vengo de forma muy cruel ―contestó, con una sonrisa perversa―. A pesar de eso, me llevo mejor con mi hermanita, y sin olvidarnos de Teddy. Él fue un hermano mayor para nosotros, le debemos mucho ―el mencionado sonrió al presentado y viceversa―. ¿Alguna pregunta más?

―Yo ―gritaron las dos tías paternas, a la vez―. ¿Por qué no somos madrinas de ustedes? ―las dos pelirrojas chocaron los cinco y se cruzaron de brazos, indignadas.

―No lo sé tías, de verdad. Pero tía Lily es madrina de mi hermanita.

― ¡Albus! ―exclamó una voz femenina desde la mesa de los del futuro.

―Ups, lo siento. No debí decir esto.

― ¿Juegas a Quidditch? ¿Alguna afición? ¿Tienes alguna preferencia entre tus primos? ―preguntó la señora Weasley.

―Si juego a Quidditch, como cazador. Soy muy bueno en el ajedrez mágico, tío Ron me enseñaba de pequeño. Destaco en Pociones, Transformaciones y Runas Antiguas. Y, digamos que me llevo genial con George, Rose, Scor, Cissy y Roxy. Pero, igualmente quiero al resto. Si se meten con mi familia, se meten conmigo, y debo admitir que soy muy rencoroso y un tanto arrogante.

―Supongo que pasaste tiempo de tu infancia con nosotros ―aclaró Draco, refiriéndose a Lils y a él, al ver que tenía varias cosas de él mismo. El muchacho asintió.

―La verdad es que sí, tío Draco ―dijo entre risas―. Bueno, ¿algo más? ―Rose levantó la mano―. ¿Rose?

―Cuéntales, lo que haces con Alice en vuestros tiempos libres, anda.

―Cállate, Rosie, cállate ― gruñó el azabache, rojo de la vergüenza―. Te juro, tío Neville, que yo respeto a Alice y no hemos hecho nada malo, lo juro. Lo que pasa es que Rose está celosa porque yo si tengo novia y a ella la dejaron por nuestra prima, a quien su novio no debió dejar nunca ―una sonrisa cínica se dibujó en su rostro, devolviéndole la mala jugada a Rose Weasley, con maldad.

― ¡ALBUS SEVERUS POTTER WEASLEY, CIERRA TU ENORME PICO O ACABARÁS MAL! ―exclamó, roja de la furia, Rose Weasley. Pero había reaccionado demasiado tarde, porque ya lo había contado. De todas formas, el chico se alejó lo más posible de la mesa Gryffindor y subió otra vez a la tarima.

―Soy el prefecto de mi casa, me nombraron prefecto a mí y no a Scorpius porque él heredó el carácter y las bromas de su mamá. A pesar de eso, junto a Scor y junto a Rose formamos el trío de plata, tal y como ha dicho ella antes. Aunque hay dos prefectos en el grupo, los problemas siempre vienen a nosotros, creo que es cosa de genética.

El azabache bajó de la tarima y abrazó a sus padres y después a su padrino. Les sonrió a sus tías y a sus tíos, y saludó a sus primos y a su amigo Frank.