Ginny Weasley.

13.2K 858 34
                                    


Una encapuchada caminó hasta el escenario, dejando a su amiga sola en la mesa. Al quitarse la capucha, varios hombres abrieron la boca y silbaron, haciendo que seis pelirrojos y un azabache gruñeran. Era pelirroja, con el pelo liso. Tenía los ojos marrones y sobre su piel bastante blanca, tenía muchas pecas. Llevaba una camiseta verde con las mangas marrones y unos vaqueros negros.


—Hola a todos —saludó sonriendo—. Soy Ginny Weasley.

Molly pegó un chillido y codeó a su marido—. ¡Arthur, tenemos una niña! —exclamó, zarandeando a su marido.

— ¿Pero tú no dijiste que eras el último Weasley? —le preguntó Sirius a Ron.

—Dije que era el último hermano Weasley, y Ginny es una chica —dijo tranquilamente.

— ¡Ron dijo algo con sentido! —exclamó Ann levantando los brazos.

— ¡Un juego de palabras! —exclamaron los gemelos y Lils dramatizando.

—Creo que pasas mucho tiempo con Herms —terminó Harry.

—Silencio, todos —dijo el pelirrojo, con las orejas rojas.

—Las familias pobres tienen muchos hijos para así tener más oportunidades en el futuro —soltó Lucius Malfoy, maliciosamente.


— ¡Levicorpus! —exclamaron dos chicas, dos pelirrojas para ser más exactos.

Curiosamente no fue ningún Weasley el que levantó la varita y hechizó al Slytherin, sino que dos jóvenes pelirrojas que ya todos conocían.

—Como vueltas a insultar a mis amigos, te demostraré de lo que soy capaz, Malfoy —espetó Annabeth, muy enfadada—. A lo mejor no tienen tanto dinero como tú, pero hay cosas más importantes, como el amor, la amistad y la familia. A ellos les sobra de eso. Tú no tienes nada comparado con ellos.

—Es una lástima que nadie haya pedido su opinión, señor Malfoy —rodó los ojos, exasperada—. Así que silencio, cállese.

El comedor se quedó en silencio.

—Ann, Lils —susurró Fred. Las chicas se giraron para mirarle—. Soltadle. No hace falta.

Ann le miró unos momentos a los ojos, y soltó a Lucius. Se sentó de nuevo al lado del pelirrojo, que la sonrió agradecido. Pero Lils todavía no había mencionado el contrahechizo. Aunque, lo más curioso, eran los rostros de los merodeadores al ver a ambas hermanas usar ese hechizo. . . ¿Cómo lo conocían?

—Esto no queda aquí —masculló Lucius.

— ¡Qué miedo tengo! —bramó Ann, irónicamente.

—Cállate, Annie. Ni se atreva a hacerles algo, ¿entendido? —gruñó furiosa la otra pelirroja.

—Lils, por favor —suplicó otra voz, perteneciente a la persona que mejor la conocía en el mundo, Draco Malfoy. Ella le miró y suspiró—. Gracias.

"Liberacorpus" y el hombre de la melena rubia larga, cayó al suelo. Este acto causó un conjunto de carcajadas en el Gran Comedor, por parte de las tres generaciones presentes.


—Bueno, será mejor que siga —dijo Ginny, mirando a su amiga agradecida—. Tengo quince años y estoy en Gryffindor. Juego al Quidditch como cazadora. Soy la pequeña de mis hermanos y por desgracia, los seis son muy sobre protectores conmigo.

— ¡Eres nuestra hermanita! —exclamó Charlie, pegando un grito.

—Me da igual —protestó, cruzándose de brazos—. Ya soy bastante grande para cuidarme sola. Bueno, participé en el ED. Me llevo muy bien con Harry, Ron, Herms y Ann, pero mis mejores amigos son Luna y Neville. Me llevo de maravillas con mi cuñada, digo Lils, aunque a simple vista no lo parezca. Mi patronus es un caballo. Mis notas son bastante buenas. No soy prefecta. ¿Preguntas?

— ¿Tienes novio? —preguntó un Ravenclaw.

Seis Weasley y un Potter se levantaron de sus asientos, dispuestos a hechizar al chico. Por suerte, a todos los pararon. Fleur a Bill, Molly a Charlie, Arthur a Percy (aunque este por la insistencia de su mujer), Ann a Fred, Thonks a George (un licántropo se puso celoso), Hermione a Ron y Neville a Harry.

—Entiendo que tus hermanos se hayan levantado para pegar al chico —dijo Sirius—. Pero. ¿por qué Harry también?

Ginny sonrió.

—Porque es un novio celoso.

Lily y Molly pegaron un chillido.

— ¡Oh, conozco hoy a mi hijo y resulta que ya tiene novia! —dijo Lily abrazando a su hijo, mientras los gemelos, Ann y Lily se reían.

—Bueno, si no hay más preguntas, eso es todo de mí —terminó la de cabellos pelirrojos como el fuego, bajando del escenario.

✓ | A través del tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora