CAPÍTULO 19

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La curiosidad mató al gato, pero murió sabiendo.

-Anónimo-

Estando en el pasillo del segundo piso, pude ver que habían muchas puertas, no había un interruptor a la vista como para que se me facilitara caminar en busca de un baño.

Intenté abrir la primera puerta, pero estaba bajo llave, me acerqué a la segunda puerta y logré abrirla, al entrar, la habitación era amplia, más que la mía de hecho, podrían caber dos camas. Avancé percibiendo un perfume fuerte masculino.

En un rincón me pareció ver una silueta como de una mesa y encima de otro objeto que se me dificulto adivinar ya que estaba oculta con una tela oscura, la luna espiaba a través de su luz la ventana y dibujando trazos en los muebles y objetos que estaban en la habitación. Al lado de la cama estaba un librero lleno de discos y por supuesto libros ordenados por tamaños y colores.

La prioridad en ese momento era ir al baño, sin embargo me distraje viendo lo que me rodeaba, acorde iba avanzando, me tropecé con un escritorio que estaba arrimado a una pared, encendí una lámpara, para tener mayor visibilidad, pude encontré muchos papeles desordenados, lápices, sacapuntas, esferos y una lata de cerveza.

El primer papel tenía algunos bocetos con líneas simples de bocas, ojos dispersos en todo el espacio. En la segunda hoja que apenas moví estaba escrito algunas líneas con lápiz, la caligrafía era muy hermosa como si fuera perteneciente a otro tiempo.

entre las líneas decía:

Te vi a punto.

Era una noche de julio,

noche tibia y perfumada...

—No te muevas— ordenó.

Sentí un flujo de energía fría por todo mi cuerpo. Mis músculos se entumecieron rápidamente como si estuviera sumergida en una piscina con cubos de hielo, quería mover mi cuerpo, pero era imposible. Era la primera vez que podía experimentar el poder de Haysel.

—Lo siento— comenté sin mover mi cuerpo todavía.

—¿Encontraste algo que te haya llamado la atención?— cuestionó severo.

—No.

—¿Lyn?.

Después de que él reconociera mi voz, puede moverme. Me gire rápidamente encontrando a Haysel por el marco de la puerta para después caminar en los pocos metros de distancia que separaba de la puerta al escritorio. Sus ojos brillaban en plena oscuridad de un azul como el cielo despejado que pertenecían a un monstruo como lo era él.

—Lo siento, buscaba el baño, no lo encontré, así que subí— Lo miré nerviosa.

— Y como eres tan curiosa querías entrar a ver que hay en los cuartos— me miró molesto—Creí que eras otra persona.

—¿Creías que era tu amiga?— mostrando fastidio en mi voz.

—No, de hecho de allá vengo— me reveló una sonrisa pícara.

—Me dijeron que no ibas a regresar, sino hasta mañana.

—Vaya, vaya, estás muy bien informada, ¿Por qué será?— lo comentó acercándose a mí sigilosamente sin esconder la sonrisa.

—Aclárame una duda, ayer mientras salía del hotel estaba Marcus sentado en recepción, esperando a la chica que proteges, ¿De ese lugar extraño vienes no? y ¿Por qué la protegen tanto?— Sin bajar la guardia lo miré con desagrado.

—Mientras menos sepas es mejor.

Me crucé de brazos mirando a un punto de la ventana, me sentía molesta porque consideré que de cierta u otra forma este tema me corresponde saber a mi también.

SUEÑO VACÍOTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon