CAPÍTULO 18

82 12 1
                                    


La mitad de su belleza era su extraña manera de pensar

-Mario Benedetti-

30 de marzo

Dan se cubría la boca con sus manos para evitar que saliera su estruendosa risa, su rostro estaba un poco rojo y sus ojos achinados, el muy tonto quería toda la intensión de reírse de mi, no por lo que sucedió, si no por como estaba mi cara.

—Perdóname Lyn, es que me recuerdas a esos peces con los ojos hinchados, juro que miraré a otro lado para no reírme— Su tono de voz era de culpa, tratando de reprimir una carcajada.

—No he venido hasta aquí para ser tu payaso personal— comenté un poco desanimada.

Había llorado tanto ayer, que mis ojos se habían inflamado terriblemente, sentía mis párpados pesados, mi nariz roja, de hecho toda mi cara estaba como un globo a punto de reventar, bueno exageré un poco.

Dan y yo estábamos en nuestra cafetería favorita y la misma en la que me reuní por primera vez con Frank a solas para escuchar su historia.

Nos pusimos al corriente de los hechos que pasaron estos días, le comenté sobre el amargo momento en el que Haysel me ayudó a darme cuenta que Thomas me había estado engañando, Dios sabrá por cuánto tiempo.

—Disculpame Lyn, oye pero... ¿Cómo supo Haysel que Thomas estaba jugando contigo?— comentó con el brillo de la curiosidad en sus ojos.

—Buena pregunta, no lo sé, desconozco desde cuando lo sabía, no le he preguntado tampoco.

— ¿No te resulta extraño que Haysel aparece donde sea que estés?.

—Él es muy impredecible y extraño, lo sé.

—Y siempre está cerca de ti— mencionó sin dejar de sonreír.

—Supongo.

—No, Lyn—me dio un ligero golpe en la frente con su dedo índice— No supongas, es evidente que a Haysel le gustas, Duh.

—No seas tonto, lo hace para fastidiarme—pausé por un momento y mis ojos miraron a un punto desconocido mientras que mi mente se transportaba a esa escena en la que me besó por primera vez. Después mi mirada pasó a Dan con desconcierto. —No.

—¿No?— me miró con picardía mientras apoyaba sus brazos en la mesa relajadamente.

—Exacto, no.

—¿No de afirmación o no de no lo puedes creer?.

—No le gusto, él está saliendo con alguien, y no estoy de ánimos para salir con alguien más, no después de lo que pasó ayer.—afirmé, Dan me miró sorprendido —Antes de que preguntes cómo lo sé, pues su amigo Frank fue ayer al restaurante del hotel y me comentó que pasó la noche con una amiga. Y si aparece de la nada como guardaespaldas, es porque mi papá le pidió que cuidara de mi de vez en cuando.

Emitió un sonido muy extraño como si relinchara como un caballo.

—Bueno Lyn, tiene sentido lo que dices, entonces olvídalo— se reclinó en su silla dándose por vencido—Pero no creo que te considere solo una amiga. Nunca me contaste como te fue en la cita del día en el que topamos con Haysel, todavía recuerdo cuando me preguntó ¿Te la puedo robar hoy?, se veía interesado en ti— Su tono de voz cambió al final como si estuviera imitando, claro no le salió para nada a la voz autoritaria y varonil.

Solté una carcajada, fue muy repentino su comentario y muy gracioso como se escuchó.

—¿Qué dices?— lo comenté entre risas—Bueno... como tu eres su fan número uno ya te habrás dado cuenta que él es una persona muy reservada, pero conversamos algunas cosas, nada del otro mundo, podrá tener mal genio, pero en ocasiones es agradable.

SUEÑO VACÍOΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα