CAPÍTULO 13

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Este capítulo de mi vida se titula: "Cuando no es una cosa, es la otra"

-Anónimo-



—Lo siento Lyn, me olvidé de traerte el regalo— Se lamentó Dan—apenas llegué ayer del viaje, caí muerto en mi cama.

Ambos quedamos en reunirnos en el Parque de las aves para conversar un poco y ponernos al corriente de mis días dramáticos.

Aquel sitio quedaba en el centro de Fosbert, llevaba su nombre porque hay tres tipos de aves que alegraban a los visitantes, patos, palomas y pavos reales, también,  la mayoría de veces habían pequeñas ferias de artesanías y dulces.

Le di un ligero golpecito en su hombro—Estoy más molesta porque no me contestaste el cel —lo regañé. — Fue un martirio caminar esas cuadras, pero no se que fue peor, caminar mucho o encontrarme a Haysel.

—¡¿QUEEEEEE?!.

Que tonta, como pude soltar eso.

—Bueno si... ayer saliendo de una tienda de conveniencia, apareció él.  Se tomó la molestia de llevarme al departamento— me excusé rápido.

De tantas mentiras, en cualquier momento me crecerá la nariz como pinocho.

—¿Cómo van las cosas con Thomas?—me miró muy intrigado y con algo de picardía, cambiando un poco de tema.

—Creo que bien. Nos enviamos mensajes de vez en cuando, es atento conmigo, y está mañana se disculpó por lo de ayer.

A Dan, le comenté algunos detalles de algunas cosas que sucedieron en el bar, principalmente el mal momento que tuve que presenciar cuando Thomas se embriagó.

—Pero que idiota el emborracharse así, ¡Ash!— respondió enojado al recordar todo, rascado  la cabeza con desesperación—Pero me debes agradecer por no contestar el cel, porque te lo topaste a Haysel—me sonrió ampliamente.

—Descuida, te lo voy a presentar un día de estos para que se te siga cayendo la baba delante de él— solté entre risas.

— Lo decía porque siempre aparece en los momentos menos esperados, ¿No te parece? Y solo a ti— comentó sin desprender su sonrisa— ahora comprendes, ¿Por qué preguntaba como vas con Thomas?.

Sujeté con ambas manos su antebrazo mirándolo sorprendida.

—Me olvidé de un gran detalle.

—¡Y! ¿Qué esperas?, escúpelo, vomítalo— me miró ansioso mientras seguíamos caminando.

—Cuando Thomas me besó, Haysel nos vio— farfullé nerviosa al recordar— Justo cuando terminamos de besarnos, el entró, se quedó ahí plantado en toda la entrada, fue incomodo— añadí un poco avergonzada.

—¡Qué!— Dan pegó el grito exageradamente —No te lo creo, ¿Justo en ese momento? ¡Tu vida parece telenovela Lyn!— abrió la boca de asombro, él estaba en su máxima expresión, mejor dicho, Dan siendo Dan.

—Si, justo en ese momento—afirmé.

—Pero, ¿Por qué él apareció ahí? no que te lo habías topado en la tienda— después de un rato reaccionó y me miró frunciendo el ceño, como que algo no cuadraba en esa lógica.

Escuché una llamada entrante del celular que lo tenía en mi mano, interrumpiendo nuestra conversación, pero al ver la pantalla era Haysel. Dan echó un vistazo.

—Que esperas contesta, hazlo, hazlo—comentó emocionado dándome pequeños golpes desesperados en  mis flácidos bracitos de fideos.

Puse mis ojos en blanco seguido de un suspiro.

SUEÑO VACÍOWhere stories live. Discover now