Cap39. Honrando a Gebordnung.

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No había pasado ni una campanada desde que Rozemyne regresara cuando nos estábamos mudando al templo. Mis tíos realmente deseaban comer con ella, pero se negó con suavidad.

"Disfrutaría recibir las bendiciones de Coucoucaloura con ustedes, pero debo negarme. Temo que la bendición de Dregarnuhr resulte insuficiente para cumplir con las misivas de los dioses."

Una sonrisa orgullosa se dibujó en los labios de Lady Verónica quien solo pidió que, de ser posible, se reuniera con ellos para la cena de mañana o tan pronto finalizara el festival de la cosecha.

"Mañana en la cena, me encantaría compartir con ustedes."

Salimos del castillo donde abordamos un carruaje que nos llevaría al templo.

Sonreí un poco al percatarme de que el cambio en ambos era demasiado evidente. En otra ocasión, tanto ella como yo nos hubiéramos negado a usar un carruaje, hubiésemos preferido viajar en hieghbeast para no ser una molestia, en cambio, ahora, Rozemyne solicitó se preparara un carruaje para volver al templo.

Alerah y Laurenz subieron con nosotros. En contra de lo que pensé, la Kunoichi que mi prometida tenía por asistente principal no intentó protestar o ir con nosotros en lugar de alguno de ellos.

"Me presentaré mañana a la primera campanada en el templo junto a Florencia, Milady."

"Gracias, Margareth. Te confió la reeducación de Florencia. Mañana jurará como doncella y tú tendrás el día libre."

Subimos al carruaje y, para mi sorpresa, Alerah se sentó al lado de Rozemyne, dedicándole una sonrisa amable a su novio.

'Parece que Alerah también recibió la bendición de Forsernte.' Pensé entre divertido, aliviado y asombrado.

Llegamos pronto al templo. Las doncellas estaban felices de tener a su dama de nuevo con ellas, también parecían confundidas.

Ninguna de ellas, a excepción de Brunhilde que era parte de la familia archiducal, sabia sobre Rozemyne o el problema que Gloria generó en ella, aun así, podían ver que algo era diferente.

"Es bueno estar de nuevo en el templo con ustedes." Las saludó dejando que un atisbo de una sonrisa sincera se mostrara en sus labios.

Recibió los informes sin poder ocultar la sorpresa que le causaba que fuese Laurenz quien lideró, no solo el trabajo del templo, sino mucho más. Alerah también estaba gratamente sorprendida de que su novio y prometido hubiese crecido tanto en poco tiempo.

Le entregué las rutas y los preparativos que se hicieron, así como la disposición temporal.

"Muy buen trabajo. Estoy orgullosa de todos ustedes."

Esta vez, Rozemyne decidió que cenaríamos todos juntos en el despacho. Parecía tranquila mientras escuchaba a sus doncellas y sacerdotes.

Cuando fue mi turno y le conté sobre como me vi sobrepasado y terminé delegando el trabajo de gestión de nuestras empresas a los plebeyos, sus labios se apretaron en una fina línea durante un segundo antes de soltar el aire.

"En realidad, tardamos demasiado. No era nuestro trabajo. No somos gerentes."

Me reí un poco por la forma en que lo dijo, pero era verdad. Somos candidatos a archiduques y nobles, nuestro trabajo era dar ideas y formar artesanos para desarrollarlas, no supervisarlos, eso era el trabajo de los capataces y comerciantes.

Cuando la cena terminó, un ave blanca entró a la habitación. Una carta se desplegó en las manos de Rozemyne quien sonrío antes de escribir una respuesta y pedir a las doncellas que prepararan su habitación para tomar el té con su nueva hermana y antigua Wiegenmilch, Christine.

El ascenso de un científico loco, ¡Descubrire como funciona el mundo!Where stories live. Discover now