Capítulo 11.

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Pov: Lisa----------------

- ¡Mira Lili! ¡Es un cangrejo fantasma! – Volteé a donde estaba Jisoo.

- ¡Es genial! – Sonreí al ver lo feliz que mi hermana se veía. Justo ahora ella y Rosé llenaban cubos de arena para hacer un castillo; yo ayudaba a Jennie a poner una manta enorme que trajimos. Ella quería tomar el sol por lo que se estaba aplicando bloqueador solar por todo el cuerpo. ¡Es tan linda! Pero tengo que dejar de ver o lo lamentaré.

Seguí con mi labor hasta dejar todo perfectamente ordenado. Sonreí al ver cada cosa en su lugar.

-Lili. – Jennie habló a mis espaldas.

-Dime Nini. – Me di la vuelta y pude ver sus lindos ojos.

- ¿Podrías aplicarme bloqueador en la espalda? Es que no alcanzo a ponérmelo.

-Oh, claro, déjame ayudar con eso.

Tomé la botella con aquel líquido, blanco y espeso; puse un poco en mis manos; acerqué mis extremidades a la espalda de Jennie para esparcir el bloqueador. Recorrí desde su cuello hasta su espalda baja y por Dios que puedo jurar que su piel es tan suave como las mismas nubes. Probablemente me detuve un poco más sobre su cintura. ¿Cómo puede ser tan hermosa? No, no, no. Lisa ¡Piensa en unicornios amarillos! ¡En gato con botas! ¡Piensa en zarigüeyas! ¡No pienses en la cintura de Jennie!

- ¿Pasa algo?

- ¿Ah? – Salí de mis pensamientos sacudiendo mi cabeza.

-De pronto te detuviste, creí que pasaba algo. – Se dio la vuelta y me vio a los ojos.

-No, no. Yo solo estaba pensando en lo hermosa que eres y que tu piel es sueva. – ¿Era inventar una excusa o exponerte Lalisa? – Preguntó mi subconsciente.

Jennie sonrió de esa manera única y se puso de puntitas para darme un beso.

-Gracias Lili, tu también eres hermosa. ¿Quieres ir a nadar un rato?

-Me gustaría mucho. ¿Luego podemos recolectar caracolas?

-Sí, cariño.

Pasamos la tarde nadando y haciendo pequeñas guerras de agua. Después de un rato descansando en la manta nos dispusimos a merendar algo de lo que Jennie había preparado. Aproveché que mi novia estaba sentada para poner mi cabeza en sus piernas mientras comía la mitad de un sándwich de atún que Jennie me compartió y yo le di la mitad del mío, que era un clásico de jamón y queso.

-Tienes un poco aquí. – Dijo Jennie para luego juntar sus labios con los míos. Pasando la punta de su lengua sobre mi labio inferior antes de alejarse.

¿Qué fue eso?

Agradezco que Jisoo y Rosé estén en su mundo.

- ¿Puedo preguntar algo?

-Ya lo hiciste Jenn. – Sonreí.

-Me refiero a otra pregunta Lili. – La vi rodar sus ojos.

-Si Nini, puedes preguntar lo que quieras.

- ¿Cómo te hiciste esa cicatriz?

- ¿Cuál de todas?

-La de la espalda. – A, esa.

-Cuando era una más joven solía darles muchos problemas a mis padres. – Reí recordando lo que pasó ese día. – Era bastante inquieta, o eso solía decir mamá. La cicatriz me la hice un día de campo. Fuimos a una de las granjas de mi familia; con mis abuelos, mis padres se encontraban en una reunión de trabajo y habían quedado en ir a recogernos. Había tanto como animales como árboles de frutas; eso significaba comida. – Jennie sonrió. – Recuerdo que Jisoo y yo nos alejamos hasta donde estaban los árboles de manzanas. Jisoo quería que le cortara manzanas y yo como buena hermana mayor trepé un árbol para conseguir las mejores frutas. Corté muchas manzanas y con mi hermana le llevamos a los abuelos. Pasamos un lindo día de campo comiendo fruta y muchos onigiris que la abuela había llevado, ya que son los favoritos de Jisoo. Fue un día especial.

- No entiendo, ¿Entonces cómo te hiciste eso?

-Ese mismo día, cuando regresábamos a casa con mis padres tuvimos un accidente de tránsito. Mis papás perdieron la vida y yo me gané esa cicatriz al tratar de proteger a mi hermana de 11 años. Uno de los cristales del auto me cortó algunas capas de piel, por lo que tuvieron que suturar con 14 puntos; un poco irónico porque eran los años que tenía de vida.

-Lili, lo siento mucho. – Sentí los brazos de Jennie rodear mi cuello. – No debí preguntar eso, perdóname.

-No pasa nada Jenn, las cicatrices son historias que a veces deben ser narradas. No me molesta hablar sobre mis padres en lo absoluto. Ellos fueron increíbles, trataban de pasar todo el tiempo posible con nosotras. Papá era un gran arquitecto en Corea y Tailandia y mi madre una reconocida diseñadora de Corea. Fueron exitosos en su corta vida. Pero nunca olvidaron hacernos felices.

-Me hubiese gustado conocerlos, suena a que eran maravillosos.

-Lo eran. Estoy segura de que papá hablaría mucho de trabajo contigo mientras te mostraba algunos de sus diseños. Mamá te secuestraría por horas en la cocina. Era amante de hacer postres. Jisoo heredó su buen gusto en eso.

- ¿A quién te pareces tú?

-A papá, o eso decía él.

- ¿Qué tenían en común? – Preguntó aun abrazada a mí.

-El amor por el arte y el diseño. Mi padre pasaba horas en su estudio diseñando edificios y casas para personas importantes. Pero también solía pasar parte de su tiempo haciendo cuadros que presentaba en exposiciones de arte de forma anónima. El dinero que obtenía de las ventas lo donaba a uno de los orfanatos cerca de casa. Nunca supe porque ese lugar en específico.

- ¿Así que te gusta diseñar arte?

-No lo diseño, lo vivo. El arte de crear algo desde cero es maravilloso.

Pov: Jennie------------

Escuchar a Lisa hablar de algo que le apasiona es verdaderamente maravilloso. Sus ojitos brillaban de ilusión.

- ¿Qué creas exactamente?

-De todo. – Respondió Jisoo a mis espaldas. – Deberías ver sus libretas, diseña muchos edificios geniales.

-Jisoo. – Sentenció Lisa a su hermana.

- ¡¿Qué?! Solo digo la verdad.

- ¿Es cierto? – Pregunté con una sonrisa.

-Bueno, he creado algunos, pero no son buenos. Solo son bocetos. – Dijo con pena.

-Lili, estoy segura que son geniales.

-Puedo mostrarte cuando regresemos, pero promete que no te ríes.

-Lo prometo mi amor. – Dejé un beso en sus labios. La vi sorprenderse un poco.

- ¿Soy tu amor de verdad? – Veía tanta inseguridad en su mirada; eso era doloroso. Yo nunca diría eso si no lo sintiese con cuerpo y alma. Voy a demostrarle que no tiene que temer.

-Eres mi amor Lili. – Sonreí. – Creo que es hora de volver.

- ¡Nini! Pero dijiste que le tomaríamos fotitos al atardecer. – Reprochó Lisa con un puchero.

-Bien, bien. Pero solo un rato más. Siento que tengo arena en todo el cuerpo y hasta en donde no debo mencionar.

-No te preocupes por eso Jenn, luego te puedo ayudar a quitarla. – Susurró Lisa en mi oído dejándome estúpida. Ella solo corrió otra vez al agua con Jisoo y Rosé. Tragué fuerte.

Creo que ahora hay más que solo arena donde no tenía que mencionar.

Pov: Rosé----------------

Caminábamos de regreso a casa. Lisa llevaba a Jennie en su espalda y yo a Jisoo como un koala, pues se había quedado dormida en la playa. Creo que terminó exhausta después de tanto nadar y correr por la playa. El camino era silencioso pero ameno.

Todo hasta que el teléfono de Jennie timbró.

- ¿Bueno? Sí, soy su hija, ¿Pasa algo? – hizo una pausa. - ¿Qué? ¿Está seguro? – La voz de Jennie sonó rota, en ese instante volteé a ella. - ¡Bájame Lisa! – La castaña no dudó en hacer lo que mi hermana pidió. – ¡Vamos para allá!

- ¿Qué pasa Jennie?

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¿Quién salvó a quién? /Jenlisa/Chaesoo. (G!p)Where stories live. Discover now