El hurón y la Serpiente

CAPÍTULO 13

Regreso a Hogwarts

A la mañana siguiente la lluvia seguía presente y se sentía el final de las vacaciones, aunque para muchos era algo triste, Astian se sentía emocionado y feliz por este nuevo curso, el pelinegro se vistió con unos pantalones azul marino y una playera blanca simple con una sudadera negra, ya se pondría el uniforme en el tren, por última vez arregló bien la cama que le había prestado la familia Weasley, ya había perdonado a Will por haberlo asustado con una araña así que ambos iban bajando las escaleras hacia la cocina, Harry, Ron y los gemelos no tardaron en bajar, Astian ya estaba en la cocina con Bill, Charlie, las chicas y para su mala suerte, Percy, la señora Weasley con una expresión de preocupación corrió hasta el pie de las escaleras.

–¡Arthur! ¡mensaje urgente dei ministerio!- Los chicos que iban bajando tuvieron que hacerse a un lado para darle paso al señor Weasley que bajaba como rayo, Astian y Harry compartieron miradas de curiosidad cuando Harry iba entrando a la cocina con los demás, Molly estaba buscando desesperadamente una pluma y el señor Weasley estaba frente a la chimenea hablando con la cabeza del señor Diggory que se asomaba en el fuego, al parecer tenían asuntos de su trabajo que arreglar, eran cosas que, no era que no le importaran, más bien, el sentía que no eran de su incumbencia, casi cualquier cosa que tuviera que ver con el ministerio de magia no era de su agrado totalmente

Astian estaba jugando con Will hasta que escuchó algo que lo hizo dejar las patitas peludas de su amigo en paz.
–¿Qué dijó Ojoloco que sucedió?– preguntaba el señor Weasley mientras se disponía a tomar notas.
–Dice que oyó a un intruso en el patio de su casa, que los contenedores de basura lo atacaron.– respondió el señor Amos, Astian tuvo que finjir tos para esconder su risa, ganándose una mirada desaprobatoria de Harry que parecía estar muy atento a la conversación.

De nuevo Astian perdió interés en la conversación hasta que escuchó algo más sobre "Ojoloco"
–... Se supone que es hoy cuando Ojoloco empieza su nuevo trabajo.– dijó el señor Diggory, un momento después el señor Weasley comenzaba a despedirse de todos mientras se arreglaba la túnica.
–Que tengan un buen trimestre chicos, Molly, ¿Podrías llevarlos a la estación?– miró a su esposa. Al parecer todos estaban muy interesados en lo que le había pasado a Ojoloco, Bill y Charlie hablaban sobre él hasta que Harry pregunto quién era, aveces Astian olvidaba que Harry había vivido como un muggle once años.

–Hum...trabajaba para el ministerio, era un excelente auror... Un cazador de magos tenebrosos. –Aclaro al ver la cara de confusión de Harry.
–La mitad de Azkaban está llena gracias a él.– añadió Charlie, a Astian un escalofrío le recorrió la espalda.
–Pero dicen que los años y su trabajo lo han vuelto paranoico.– finalizó Astian mientras le untaba mermelada a un pan.

–Para ser alguien que odia todo lo que tiene que ver con el ministerio, sabes mucho, Black.– Astian finjió que la voz de Percy solo era un zumbido de mosca.

Ya todos los estudiantes terminaban de preparar sus cosas para irse, Astian y Harry tuvieron que ayudar a la señora Weasley a pedir tres taxis que los llevarán a Londres, Charlie y Bill tambien querían acompañarlos para despedirse, Percy se disculpaba, decia que tenía que ayudar al señor Crouch, hasta alardeaba que ya confiaba más en el.

–Que bien, tal vez pronto se aprenda tu nombre... O comienze a decirte "Winky"– añadió Astian mientras intentaba que Will entrara a su caja.
Los gemelos, Bill y Charlie se rieron, solo Percy parecía que no quería repetir lo de la última vez.

Algo apretados entraban los que podian en cada taxi, aunque lo verdaderamente difícil fue cuando los choferes intentaban meter los grandes baules a las cajuelas, lidiar con la pequeña lechuza nerviosa de Ron y dos gatos que se habían asustado con los juguetes de bromas de los gemelos, el viaje fue algo... Incómodo, Astian iba en el mismo taxi con  Ginny y las fotocopias, llegar a la estación de King's Cross fue un verdadero alivio apesar de que la lluvia caía más fuertemente que antes, cada quien tomó un carrito para poner sus pertenecías y pasar entre el andén nueve y diez, todos pasaron en grupos, primero Harry, Ron y Hermione, luego Ginny y los gemelos, al final Astian acompañado de Bill y Charlie y al final la señora Weasley.
Era tan gratificante ver de nuevo aquel expreso color escarlata sacando vapor.