CAPÍTULO 7

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El traslador

Astian se había despertado muy temprano gracias a Will, no quería despertar a los dos Weasley con los que compartía habitación, no sabía exactamente qué hora era, aún se veía oscuro pero al parecer Will ya había escuchado ruido afuera y decidió despertar a su dueño, Astian se vistió lo más silenciosa y rápidamente posible, pudo ver a Bill dormido, pensaba en dos cosas: aún dormido se veía increíble y por qué si todos se tenían que levantar tan temprano ellos no, sacudió la cabeza para salir de sus pensamientos, abrió la puerta con cuidado y salió casi chocando con la señora Weasley que parecía que ya iba a despertarlo.
-Oh, querido, recién iba a levantarte, ¿Podrías ayudarme a despertar a las chicas? Yo voy a despertar a los demás.- Molly hablaba en voz muy baja para no despertar a quien no debía, Astian se dirigió al cuarto de Ginny donde también se quedaba Hermione, tocó la puerta levemente y la abrió tapándose los ojos con una mano.
-Chicas, ya es hora de despertar- para querer levantarlas hablaba muy bajo, lo que las despertó fue el sonido del golpe cuando cayó al suelo gracias a Crookshanks.
-Auch... Hola Crookshanks- quitó las manos de su cara y vió al gato, las chicas ya estaban despiertas y se estaban riendo.
-Cambiense y bajen, por favor.- rápidamente salió de la habitación de nuevo e inconscientemente también se había robado a Crookshanks, bajó las escaleras camino a la cocina y dejó al gato libre que fue a buscar a Will.
-Buenos días, señor Weasley- le dirigió una sonrisa al hombre sentado que comprobaba las entradas. -Buen día, Astian.- unos segundos después iban bajando los gemelos, Ron y Harry.
-Buenos días, vaya... Todos parecen zombies.- soltó una pequeña risa, el señor Weasley se levantó y parecía que quería mostrarles su ropa, llevaba una playera de golf y unos pantalones viejos sujetos a su cintura con un gran cinturón de cuero.
-¿Qué les parece? ¿Parezco un muggle?- todos se vieron entre si.
-Si, está muy bien, Señor Weasley.- Astian le dijo amablemente, por el contrario él llevaba algo más cómodo que de costumbre, una playera negra algo ancha con unos pantalones de mezclilla, su colgante de luna y su brazalete relucían, por primera vez desde hace mucho no llevaba el brazo cubierto.
-¿Dónde están Bill, Charlie y Pe..Pe..Percy?- preguntó uno de los gemelos en un bostezo.
-Siguen dormidos.- contestó Astian mientras le ayudaba a la señora Weasley a servir el desayuno.
-Ellos pueden aparecerse, así que pueden dormir un poco más.- agregó Molly.

Unos minutos después entraron las dos chicas.
-¿Por qué despertamos tan temprano?- preguntó Ginny mientras se sentaba al lado de Astian que intentaba acomodarle el revuelto cabello.
-tenemos un paseo por delante.- contesto alegremente su papá.
-Es cierto... ¿Cómo llegaremos?- preguntó Astian después de lograr su misión de domar el rojizo cabello de su amiga.
-Iremos con ayuda de un traslador.- antes de que Harry pudiera pedir más detalles, la señora Weasley descubrió a sus hijos intentando contrabandear sus «Sortilegios Weasley» (dulces de todos colores que tenian diferentes efectos, como el caramelo que le había hecho crecer la lengua a Dudley) y paso un buen rato regañandolos y sacándoles cada dulce de el más inédito escondite, incluso al despedirse la amable mujer permanecía con el ceño fruncido, solo Fred y George que parecían muy ofendidos salieron sin decirle nada a su madre, Astian a pesar de todo la abrazo y le agradeció permitirle estar en su casa y tratarlo tan bien. Todos comenzaban a caminar, el cielo seguía oscuro, Astian hubiera ido volando o sobre el hombro de Harry como lechuza pero al llevar una mochila con cosas para acampar sería algo difícil.
-Oye, Harry... - le habló en un susurró. -si te llevas mi mochila para que me pueda convertir en lechuza, prometo ayudarte con todas tus tareas de história de la magia. - Sonaba tentador pero Harry negó.
-si todos nosotros tenemos que sufrir y caminar, tu también.- Astian se llevó una mano al corazón. -oh, traicionado... Y por mi propio hermano.- finjió un gran drama que hizo reír a Harry pero Astian prefirió irse al lado de Ginny.
-Siempre tan dramático.- Harry negó con la cabeza divertido y camino al lado del señor Weasley.
Astian iba sumido en una gran plática con Hermione y Ginny, el cielo comenzaba aclararse poco a poco y estaban cerca del pueblo.
-Ginny Weasley, si me sigues molestando con lo de Bill yo haré lo mismo y en el próximo Halloween ya no te compraré dulces de Honeydukes.- la niña se rió y nego asustada
-Lo siento, pero es que cada vez que está cerca de ti te pones muy nervioso y cuando te llega a hablar parece que olvidas como formular una palabra.- Astian la miro indignado.
-Bueno... Yo también conozco a una chica que ni siquiera puede saludar a Harry sin sonrojarse.- y ahí se arregló el asunto, subiendo la colina Ron fue el objeto de burla al caer en una madriguera de conejo escondida, a todos ya les dolían las piernas y se sentían cansados.
-Te juro que siento que me voy a morir...- Astian ya arrastraba los pies, hasta que el señor Weasley anúncio que ya habían llegado, estaban en la cresta de la colina.
-Solo falta el traslador.- anunció Arthur.
-Bien... Yo.. me.. acostaré un rato... En la hierba.- Astian se quitó la mochila y se dejó caer en el pasto mientras tomaba aire, y pensar que solo hacia esto por Harry... Aunque también le gustaba el quidditch, levantó la cabeza cuando escuchó un grito.
-¡Aquí, Arthur! Ya lo tenemos.
Astian se levantó del suelo de nuevo y sacudío su ropa, todos seguían de nuevo al señor Weasley que se dirigía a los nuevos integrantes del grupo, el hombre le dió la mano a otro mago delgado de poca barba que sostenía una bota vieja, a quien reconoció Astian fue al hijo de aquel hombre.
-Este es Amos Diggory y creo que ya conocen a su hijo Cedric Diggory.- un chico guapo de unos diecisiete años y buscador de Hufflepuff, recordaba cuando jugó con Harry y Lia le había dicho que ese chico le parecía muy atractivo, tenía razón.
-Hola a todos. - les dirigió una sonrisa y paró su mirada en Astian.
-Te recuerdo, en un partido contra Ravenclaw te golpeó una bludger.- Astian se sonrojo de la vergüenza mientras Ron y Harry intentaban disimular sus risas.
-Si... Soy Yo, Astian, un gusto.- se estrecharon la mano -También te recuerdo, eres el buscador de Hufflepuff y delirio de todas las chicas. - ahora Ginny y Hermione eran las que se reían.
-Bueno... No solo de las chicas.- Cedric se acercó para decirle en voz baja y regresar al lado de su padre, Harry se acercó a Astian.
-Primero Malfoy, luego Bill y ahora Diggory.- Astian le dió un golpe en la cabeza, para su suerte los adultos estaban ocupados en una conversación.

-Ya te dije que lo de Draco no es lo que crees, Bill solo me parece cool y a Cedric ni siquiera lo conozco.- le recriminaba Astian en voz baja, se quedó callado cuando escucho que el señor Amos le preguntaba a Arthur si eran sus hijos.
-No, solo los pelirrojos.- Astian se rió en voz baja, se preguntaba cómo hubiera sido si Harry hubiera tenido los ojos de James y fuera igual a Lily, se confundiría con un Weasley.

-Ella es Hermione, una amiga de Ron, Harry otro amigo de Ron, y él es Astian, amigo de Ginny y Ron.- el señor Weasley los presento.

Cuando el señor Diggory vio sorprendido a Harry, solo pudo pensar «Aqui vamos de nuevo...» para sorpresa de nadie pregunto si era Harry Potter, pero también reconoció a Astian.
-Mi hijo me ha hablado de ustedes.- Harry y Astian se quedaron viendo confundidos, ninguno de los dos le hablaba a Cedric.
-Nos ha contado como el año pasado le ganó a Gryffindor, le dije: algún dia le contarás a tus nietos que venciste a Harry Potter...- continuaba el señor Diggory, Harry y Astian se sentían algo incómodos. -Y tú.. me dijo que Slytherin tenía un gran golpeador, que era una gran lastima que el equipo jugará tan sucio pero sólo alguien si respetará las reglas.- Astian miró a Cedric.
-Parece que alguien no se pierde ningún partido.- no sabía si sentirse halagado u ofendido por lo que le dijo el señor Amos.

Era una situación muy rara, Fred y George se veían más enojados por recordar su derrota, Harry no sabía que decir y Cedric se veía algo incómodo por lo que les dijo su padre.

Astian se molestó un poco por lo que decía el señor sobre como ganaba el mejor y el que permaneciera en su escoba, pero en el fondo entendía que solo era por qué se sentía orgulloso de su hijo.

Por suerte el señor Weasley le acortó su incómodo discurso diciendo que ya era la hora de irse.
-¿Esperamos a alguien más, Amos?
-No, los Lovegood ya llevan ahí una semana.- Astian recordó inmediatamente a la simpática Luna. El señor Weasley les indico cómo usar un traslador, todos tenían que tocar la bota con al menos un dedo, fue algo difícil, Astian estaba apretado en medio de Cedric y Harry, los diez estaban reunidos alrededor de la vieja bota, solo podía pensar en la rara imagen que sería para cualquiera el ver a tantas personas apretujadas tocando una bota vieja y mohosa.

El señor Weasley comenzó a contar desde el tres.
-Te recomiendo cerrar los ojos.- Cedric le susurró a Astian
-Gracias, ya he viajado en traslador, dicelo al que se cayó de la escoba.- Astian sonaba algo molesto, en un segundo se sintió como un pez atrapado en un gancho dentro de un remolino demasiado fuerte, el hombro de Harry y Cedric chocaban con el, al tocar tierra gracias a Ron cayeron como dominos, el pelirrojo había empujado a Harry y a su vez Harry a Astian, pero alguien lo detuvo, esto le daría más material a sus amigos para burlarse de él, el buscador de Hufflepuff lo estaba agarrando por la cintura.
-Gracias, galán, pero ya me puedes soltar.- el pelinegro tenía el entrecejo fruncido, Cedric lo soltó con cuidado sin decir nada. -Perdón, reflejos.- se disculpó Diggory.
-Claro, úsalos para atrapar una snitch, no a un chico.-
Dejando a Diggory con la boca abierta apunto de decir algo, fue a ayudar a sus amigas a levantarse, al parecer todos se habían caído menos, Cedric, Amos y Arthur... Y evidentemente Astian.

-Desde la colina de Stoatshead a las cinco y siete.- anunció una voz.

El hurón y la Serpiente Where stories live. Discover now