I Need You | Simón Riley

23: Muéstrame.

Durante largo proceso de estar hospitalizada, las horas libres que tuviste fueron muchas, al principio te sentías realmente cómoda y contenta con eso, Ghost se encargaba de llevarte todos los días algo nuevo para entretenerte, además de pasar el tiempo contigo en las noches antes de irse a su habitación. Aprovechaste el tiempo de leer todos los libros que mantenías en tu lista de pendientes y de retomar tus series favoritas.

Alice también pasó mucho tiempo contigo, después de un par de días, hizo formal su traslado definitivo a la base, Price le dió con muchísimo gusto el cargo más importante del ala médica siendo una de las principales encargadas del lugar.

Tuvieron el tiempo suficiente para ponerse al día y aconsejarse la una a la otra. La comunicación con Alejandro aún se mantenía pese a la distancia pero aún estaba muy confundida, Alejandro era un sol con ella y valoraba cada día que paso junto a él.

Sin embargo, los sentimientos que tuvo en el pasado por Soap jamás desaparecieron y mucho menos ahora que Soap no dejaba de tener detalles bonitos con ella.

Alejandro siempre estuvo al tanto de todo lo que Alice sentía, de igual manera en la que Alice sabía que el corazón de Alejandro aún seguía ocupado por la mujer que lo traicionó.

Por otro lado.

Tu relación con Ghost se había fortalecido más que nunca, pese a que últimamente tenia mucho más trabajo, durante el día se escapaba de sus actividades solo para ir por un beso al ala médica.

Había pasado un poco más de un mes, tus heridas sanaban poco a poco y todo era gracias a él, sus masajes y estiramientos te ayudaban a recuperar más rápido el movimiento de tu pierna, en ocasiones, solía acariciar un poco más de la cuenta rozando tu entrepierna adrede solo para ver cómo reaccionabas.

Solo reía y seguía con sus masajes haciéndose el tonto, en más de una ocasión le rogaste por mas, que por favor no se detuviera, pero debido a tus heridas debía contenerse y solo con sus dedos te entregaba los orgasmos más deliciosos que podías tener.

Luego de eso él se marchaba rápidamente a su habitación, hacia lo posible por retener sus deseos. El contenerse se le hacía cada vez más difícil y las duchas con agua fría ya no funcionaban.

Sus manos no se comparaban en lo absoluto a tus caricias y aunque se corriera, las ganas de tenerte no disminuían.

[Nota de autor: Advertencia contenido sexual explícito]

― Mañana me dan el alta ―

El pasamontañas y los ojos de Ghost volvían a ser visibles, el libro que ocultaba su rostro había bajado de inmediato poniendo toda su atención en tí. ― L-lo sé, iremos a-a casa amor ―

― Es mi idea o... ¿Estas nervioso? ―

― ¿Yo? No, C-claro que no ―

No había manera en la que Simon te engañara, con una sonrisa en el rostro lo llamaste haciéndole una pequeña seña con tu mano obligándolo a dejar su lectura a un lado.

― ¿Me ayudas a quitarme el brassier? Siento que cada vez, está más ajustado y me incomoda un poco ―

― C-claro ―

Con esto lo confirmabas, viste claramente como se obligaba forzadamente a mantener su vista en otro lugar que no fueran tus senos al quitar las prendas y como sus manos temblaban intentando contenerse.

― ¿Por qué no me miras Simon? ―

― Sabes por qué nena, no me hagas decirlo ―

Tomaste una de sus manos para llevarla directo sobre tu pecho ayudándolo tú misma a que ejerciera la presión que buscabas, Simon se resistía con todas sus fuerzas a no tocar. Sus ojos ahora se mantenían cerrados mientras apretaba sus labios mordiéndolos levemente.