Extra I: ¿Embarazada?

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Su lengua buscó la mía, y le permití entrar. En pocos segundos, el beso aumentó de intensidad.

—Ayrton...

—¿Sí? —Su barba incipiente me provocaba cosquillas cuando dirigió sus besos a mi cuello.

—En serio quiero un trozo de pastel.

Nunca le decía que no al sexo con Ayrton, pero de solo imaginarme la torta de chocolate, se me hacía agua la boca. Lo cual era raro, ya que desde que soy una híbrida, lo único que llama mi atención es la sangre, porque la comida ya no tenía el mismo sabor que antes.

Se quedó un segundo pegado y luego se apartó. No sin antes dejarme un casto beso. Pude sentir lo duro que se encontraba y sus ojos brillaban con lujuria.

—Bien, voy a preparártelo —Una enorme sonrisa se formó en mi rostro.

—¿Sabes que eres el mejor esposo del mundo?

—Lo sé, amor. No hay nadie mejor que yo.

—Siempre tan arrogante.

—Solo soy sincero —Me bajó de la encimera y me sentó en una de las sillas, donde tendría una excelente vista de él cocinándome.

—Tú y Liam son un caso perdido, Kilian lo aprendió de ustedes —Ayrton solo se mostró orgulloso con mi comentario.

—Es mi hijo, claro que aprenderá que es el mejor —habló, encogiéndose de hombros.

Rodé los ojos, divertida.

Cuando Kilian sea mayor, nos dará mucho dolor de cabeza.

Lo peor es que sabía cómo salirse con la suya y con su sonrisa podría poner de rodillas a quien quisiera.

Observé cada uno de los movimientos de Ayrton, se movía con destreza y confianza en la cocina. Mi esposo, a diferencia de mí, sí sabía preparar un plato sin quemar la cocina... o el castillo. Algunas noches, luego de salir de sus reuniones, cocinaba para nosotros y a veces Kilian era su ayudante.

Luego de un tiempo, intenté seguir con mi carrera de medicina para especializarme en medicina, sin embargo, me di cuenta de que no era lo que quería. La verdad no estaba segura de nada y no es que necesitara un título, pero deseaba ocupar mi tiempo aparte de las responsabilidades que tenía como madre y reina. Como Darius puso un montón de negocios a mi nombre, encontré apropiado estudiar administración de empresas, no obstante, solo hice un técnico superior de dos años.

También hemos estado ocupados nuevamente con los cazadores, son como una maldita plaga. Además, creo que volvieron por la bruja Nesta Bouchard. Su sangre permite que los experimentos que hacen los cazadores puedan sobrevivir. Pobre chica, pasó años encerrada con esos animales.

Observé a Ayrton verter la mezcla en el molde y luego meterlo en el horno.

—Te ves muy sexy cocinando para mí.

Se dio la vuelta y no pude ocultar mi sonrisa.

—¿Sabes que es más sexy? —Se inclinó sobre la encimera, sin quitarme los ojos de encima.

—¿Qué?

—Tú, debajo de mí y gimiendo mi nombre.

—¡Ayrton! —chillé, soltando una carcajada.

Rodeó la encimera y me tomó entre sus brazos. Enterré mi rostro en su pecho, cerrando los ojos y aspirando su aroma, sintiéndome segura entre sus brazos. Los latidos de su corazón siempre lograban calmarme.

—Tu aroma se siente diferente —expresó, mientras acariciaba mi espalda —. Es más intenso y dulce.

—Mmm...

Eres mía© [#1]✔Where stories live. Discover now