Enfrentamiento.

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Bell se paraba a 20 metros de distancia de las dos pesadillas, su respiración era algo agitada debido a que corrió de una esquina a otra a lo largo del pasillo encargándose de los monstruos que se acercaban.  

Reviso su espada, se notaron golpes y hendiduras en la hoja, era obvio. Después de todo ha estado mucho tiempo guardada, un mantenimiento rapido no serviría para sacar su potencial. Pero en este momento, servirá al menos para llevarse a uno de los minotauros. 

Lo que Bell no contaba, era un tercero que salía de un pasillo oscuro, pero, asó como llega de sorpresa así se va. 

Bell balanceo su espada, en un tajo horizontal que desde la hoja salió un corriente de ciento que partió a la mitad, a la bestia. Inmediatamente, dio otro salto hacia atrás esquivando la estocada de los cuernos del otro minotauro. seguidamente se apoyo en la pared para saltar por encima del minotauro que cargaba hacia el. 

Agarrando la espada con ambas manos, Bell la clavo en la espalda del monstruo y con un poco mas de fuerza, la  llevo hasta lo mas bajo, cortando en dos al monstruos que desapareció en cenizas negras, dejando la piedra morada. 

Acto seguido Bell coloco la espada frente a el bloqueando un puño, por parte del ultimo minotauro. Bell retrocedió en el aire unos 50 metros, el golpe le dejo temblando los brazos, Lo noto de inmediato. 

Este minotauro era mas fuerte que los otros dos que cayeron de manera fácil, Bell miro a su lado derecho, Alfia estaba parada con los ojos cerrados y brazos cruzados, pero bell se dio cuenta de que Alfia llevaba un dedo de su mano derecha levantado. 

Sonrió al saber que su madre lo salvaría si dado el caso el no pudiera vencer a la bestia. Tomando un respiro, Bell camino hacia el frente no sin antes voltear a mirar como una chica vaca, miraba con temor a la gran bestia. 

"El deber de un hombre es proteger a la mujeres débiles". 

Las palabras de su abuelo resonaron en su cabeza con fuerza y como combustible, acelero la adrenalina desde el cerebro hasta la planta de sus pies. 

*Tump*

 El viento se elevo, desde la posición donde antes se encontraba Bell. Pero un rastro de corriente dejo a la vista el camino que tomo bell desde su despliegue. El minotauro no espero tampoco ese movimiento y Alfia apoyaba su sorpresa. Ella abrió sus ojos para presenciar mejor la batalla pero a su vez, su vista se fijo mas al fondo del pasillo. 

Donde un par de amazonas, aparecio al lado de una cabellera rubia y un hombre lobo. Aparecieron desde la ultima esquina visible. Bell no se fijo en ellos, su único objetivo ahora era acabar con la bestia. 

Empuñando la espada a una mano, le dio vuelta para que la punta de la hoja quedara apuntando al cuello del minotauro, pero sintiendo el peligro. El minotauro salto agitando su cuerpo, desequilibrando el pulso de Bell. 

No le quedo de otra que saltar fuera del monstruo. —Uooooo— Rugió el minotauro, Bell coloco la espada, por encima de su funda, un total de tres espadas de luz azul se vieron. 

—Calmillo vacío— Los tres reflejos de espada salieron disparados cuando Bell balanceo la espada hacia el frente. El minotauro vio confuso como se le acercaban los fragmentos de hoja azul. 

—Cokc!—. Soltó un rugido ahogado al recibir los tres impactos en el torso.

—Hakquen!— Pronuncio Bell cerrando el puño, las tres hojas fantasma explotaron y lo ultimo que se vio antes de que el humo lo rodeara fue al minotauro escupiendo sangre, lo siguiente fue un pequeño temblor que disipo la niebla. —Haa... Haa—  

...

"Y así? ¿Tan fácil fue?". Pensó Bell al ver que el cuerpo del minotauro ya no presentaba ningún movimiento...Pero también era raro, "¿porque no desaparece como los otros dos?". 

Bell reviso, las gemas de los otros dos minotauros, estas estaban en el mismo lugar donde acabo con sus dueños, pero aquel que ya hace tirado en el suelo. 

Causa escalofríos en al columna de Bell. 

*Pasos* 

Bell ni siquiera volteo a mirar, su mirada prevalece en el cuerpo del monstruo caido, esperando su desintegración. 

—Guaaa! Increíble! Te encargaste solo de las vacas!". Una amazona algo alegre de cabello corto con mechones en frente y ojos café se inclino en el lado izquierdo de Bell. —Pero porque no se desintegra?— Coloco el dedo índice de su mano izquierda en su mejilla. Para entonces, un tajo rapido paso por su lado y termino de partir a la bestia. 

Ahora el gran minotauro desaprecio dejando la piedra. A bell ni siquiera le importo, solo enfundo su espada ya dañada, recogió las piedras mas cercanas y se guardo en la mochila, haciendo espacio con los huevos. 

Sin decir una palabra, Bell camino de regreso con Alfia.


—Aaah se fue— Dijo un poco decaída la amazona. 

—...No recuerdo haberlo visto nunca—. La otra amazona se posiciono a su lado, ambas viendo fijo la espalda del albino, moviendo un poco mas sus ojos ambas amazonas vieron una mujer ya mayor, de cabello plateado, la mujer no tenía sus ojos abiertos pero, ambas hermanas podían sentir como las examinaba. —Esa señora me asusta—.

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—Hola ¿Estas bien?—. No paso mucho tiempo para que abandonáramos la mazmorra, mama parece un poco molesta, pero aun así desprende una pequeña aura contenta, sinceramente no se el porque o si estaba tan concentrado en mi pelea que me perdí algún punto. 

Solo se, que nada se. Y tendré que esperar a que la respuesta llegue, de momento lo único que puedo hacer es hablar con esta chica. 

—Ah? ho-hola—. Me devuelve el saludo algo nerviosa —Si...Estoy bien gracias a ti, muchas gracias por salvarme—. 

—Encantado de ayudar, pero qué hacías tu sola ¿No se supone que debes tener un equipo para explorar?— Pregunte. Ella desvió la mirada apenada y tratando de evitar el tema. Quizás, sea de esos casos que menciono mama. 

Hay algunas familia que dejan a los miembros mas recientes o débiles a un lado, y si llega el momento de llevarlos con ellos, al primer fallo lo dejan votado....Tal vez ese sea su caso. Si es así sera mejor no indagar mas. 

Pienso de esa manera pero no puedo evitar, mirarla mas de cerca. Su equipo parece viejo y su espada probablemente se dañe al entrar en contacto con el piso o algún monstruo de carne dura, lo que la dejaría expuesta. "También tiene una increíbles y grandes. NO. basta bell no seas como el abuelo".

Ladeo mi cabeza de lado a lado de forma rápida, quitándome los pensamientos impuros...

Un suspiro sale de mi boca, mientras miro al horizonte, ¿Cuánto tiempo duramos dentro? no lo se pero por la posición del sol no diría mas que dos horas. Mucho menos una.

Ja pero bueno, en cierta parte me alegro de tener que demorarme mucho, si hubiera tenido otro enfrentamiento o un oponente duro como ese minotauro, mi espada se hubiera rota...

Ahora que lo pienso...

Miro de vuelta a la chica a mi lado. —Disculpa como es tu nombre?—

Ella voltea a verme, una de sus manos descansa en su pecho, tapando lo que parece ser una Campana. Un pensamiento inútil pasa por mi cabeza...No es posible que la traten de esa manera. ¿O si?. 

—Iris— Volteo a mirarla cuando habla. —Iris bennett—. Mis labios se curvan en una sonrisa, es un poco linda con esa forma tímida de actuar. 

Levanto mi mano derecha y la posiciono en el lado izquierdo de mi pecho—Bell. Bell Cranel, un gusto conocerte Iris-san—. 

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Hijo Del Silencio.Where stories live. Discover now