Hijo Del Silencio.

En una pequeña cabaña a un lado de un pueblo y cerca de un arrollo, una peli plateada tenía en su regazo a un pequeño niño de pelo blanco, ella le estaba leyendo un cuento y el niño emocionado prestaba atención a cada palabra.

Ya podría saberse el libro de memoria pero la emoción de que su madre se lo leyera eso nunca se iba. Con el el tiempo el chico fue creciendo pero seguía muy pegado a su madre, la ayudaba en lo que necesitará y pedía piedad cuando las horas de entrenamientos se alargaban.

No es que le guste, más bien le encanta entrenar con su madre. Pero se ponía nervioso cuando a su madre se le pasaba la hora o ella quería alargar más la sección. Con las excusa de que el estaba mejorando extremadamente rápido y ella quería llevar al máximo el potencial del chico.

Con la ayuda de la falna de Hera, su abuela el chico crecía un poco más rápido. Pero no tenía manera de comprobar su estado actualmente.

Así cuando el chico cumplió los 14, su madre Alfia decidió. Llevarlo a orario, desde hace 4 años Bell tenía la oportunidad de subir a el nivel 2. Pero como no tenía manera de tener su aventura. Ir a la ciudad que pensó que nunca volvería es la única manera para que el chico siguiera avanzando.

Una vez ya hecho y establecido el plan, ellos partieron.
En un principio el plan era viajar los cuatro.

Pero Zeus decidió hacer una retirada estratégica y viajar el solo hacia otro reino. No quería pasar más tiempo con la 'Vieja bruja gruñona' de Hera y tampoco quería saber más de Alfia.

Muchos golpes de llevo por intentar espiarla. Mejor se iba a un lugar donde si lo querían.

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{Semanas después. Entrada de orario}.

Tres personas, dos mujeres y un chico. Hera venía disfrazada, había cambiado su apariencia para evitar problemas. Alfia seguía igual, desinteresada del mundo.
Si no había problemas con su niño ella no haría nada.

Cuando llegaron a la entrada, una mujer de cabello azure los recibió, ella era Shakti Varma, capitana de la familia Ganesha.

La bella mujer se puso nerviosa al ver el rostro de una poderosa ex-aventurera.

"B-buenos días". Ella saludo nerviosa.

"No hay necesidad de estar nervioso mocosa, no vengo a hacer nada". Alfia dijo desinteresada.

Shakti no dijo nada en cambio su mirada vago hacia dos personas una mujer ya adulta de tercera edad de cabello blanco. Y un chico de cabello blanco con ojos heterocromianos.

"T-tu hijo?".

"Si". Alfia sonrío, volvió a mirar a Bell y le acaricio la cabeza. "Podrías dejarnos pasar. El sol me está molestando y venimos cansados".

"Ha si claro, solo tienes que llenar algunas cosas. Será rápido".

Shakti señaló una mesa a un lado de la entrada de la ciudad, Alfia lleno rápidamente el formulario. Shakti le dió la bienvenida a Bell y a Hera ahora con el nombre de Lidre.

Pero ese solo era un nombre que ella utilizaría en público, y con la familia que sea de su agrado. Pero ella tenía una familia en mente.

La familia de su hijastra Astrea o la de su hija mayor Hephaestus. Pero a Alfia ni a Bell se les da bien la forja así que trataría de convencer a su hija para que los deje quedar.

La familia de su hijastra Artemisa paso por su mente. Pero con la actitud que ella tenía hacia los hombres la descarto de inmediato.

Mientras caminaban por la ciudad ganándose miradas de alguno que otro transeúnte y algún aventurero.

La belleza de ambos albinos era de admirar y si a eso le suman la hermosa que se veía Hera con esa apariencia. Sin duda eran una familia de linaje 'Puro'

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"¿Aquí es?".   Bell pregunto mientras exmina el alrededor de la mansión que tenía el logo de una especie de pilar humano con alas en la entrada. El logo le dió curiosidad a Bell por saber que representaba.

"Si querido". Hera dió unos lados y llamo a la puerta. Luego de unos segundos una mujer lobo se asomo desde la puerta y se acercó a ellos.

     "¿les puedo ayudar en algo?". Ella pregunto. Hera sonrío y dijo.

"Me gustaría hablar con mi hija". Los ojos de la mujer se abrieron en shock. Pero rápidamente se recompuso y les dió la entrada, Alfia agarro la mano de Bell para evitar problemas. No quería escuchar gritos a primeras horas del día.

La chica se presentó como Neze, una ejecutiva de la familia Astrea, los guió hasta la sala de estar de la mansión donde ya hacían reunidos algunos miembros.

Los cuales despertaron su curiosidad al ver a un chico en su sede, no hubo nada en contra de el por dos razones.

Una la mujer que estaba a su lado. Y dos: tenía dos mechones de cabello rebelde que lo hacía  parecer a  un lindo conejo de ojos diferentes.

Los susurros comenzaron. Pero una elfa de cabello rubio no aporto su mirada del chico.

Ella era Ryuu Lion. Aventurera de nivel 5 y ejecutiva de su familia. La tercera al mando.

Segundos después por el pasillo entro una mujer madura de cabello castaño nuez y ojos indigo entro acompañada de la chica lobo.

"¿H-Hera?". Ella tartamudeo. Hera por su parte se levantó del mueble y le extendió los brazos. La diosa emocionada de cierta manera recibió el abrazo con mucho gusto.

Mientras estaba en el abrazo abrió sus ojos y observo a una peli plateada y a un lindo conejo. Ahem.  A un chico albino de ojos heterocromianos. Casi iguales a los de la mujer peli plateada.

La única diferencia es que la mujer tenía un ojos gris y el chico uno azul. Lo único igual era su ojo derecho. El de ambos era verde.

Cuando se separaron del abrazo, Hera noto la mirada de su hija. "Permíteme presentarte. Ella es una de mis últimas hijas, Alfia y el es mi orgullo y nieto Bell".

Alfia solo mantuvo sus ojos cerrados mientras que Bell hizo una pequeña reverencia hacia Astrea.

La sala de estar quedó en silencio para gustó de Alfia. Pues la sorpresa era clara en cada uno de los rostros de las mujeres de la familia.

"Jajajaja, supuse que sería algo así". Hera rio y se volvió a sentar, Astrea hizo lo mismo. Se sentó frente a ella pero no quito su mirada del chico.

Sus ojos de diferente color de cierta manera la habían atraído. "Recomiendo no mirar tanto, alguien es muy protectora". Hera bromeo y Alfia volvió a abrir los ojos solo para atraer a Bell hacia a ella y al final colocar su cabeza en el hombro del chico.

"No sabía que silencio tenía un hijo". Una pallum de pelo rosa dijo sin pelos en la lengua. Su tono de voz perfectamente la llevo a qué Alfia la colocará en su lista negra.

Las nuevas figuras pertenecientes a la familia de la diosa de la justicia no entendieron lo que hizo decir Lyra quien era una de ejecutiva de sus familia.

Hera miro hacia Alfia, sonrío y quiso guardarse su comentario para ella misma o tal vez más adelante contárselo a su hija.

"A qué debo el honor madre". Astrea por fin quito su mirada de Bell y miro a Hera. La diosa del matrimonio sonrío y dijo.

"Quiero que los aceptes en tu familia".