Hijo Del Silencio.

Primer día y mucha suerte.

A las afueras de la mansión [Polvo de estrellas] me encontraba sentado en el borde de la reja, esperando a mi madre. No sé muy bien que pasa, pero cuando salimos a la sala de la mansión una mujer de pelo azul se encontraba ahí.

No sé que pasó pero me miró feo nada más aparecer por los pasillos, si recuerdo bien....Oh!!

Ella no es la diosa de la caza!? Debe ser ella, cabello azul ojos...¿De que color eran? Aaah no mire jaja.

Abuela dijo que eran verdes ¿No es así? Bueno que más da, si es ella no tengo oportunidad para hablar así sea un rato.

¿porque odiara a los hombres?  ¿habrá Sido culpa del abuelo?

Ahora siento curiosidad por saber porque odia a los de mi género...

"Hmmm?". Siento un pinchar en mi cabeza, cuando miro hacia arriba miro a una chica mayor que yo de pelo plateado.
Creo haberla visto ayer durante la cena con la capitana de la familia Ganesha...etooo
"Ardee-san ¿verdad?".

"Jaja por supuesto después de todo es imposible que olvides a semejante belleza como yo". Inflo su pecho con una mano en el, declarando con orgullosa.

'Alise-san sal de ese cuerpo'. Pensé dándole una sonrisa y ojos cerrados a la chica animada que tenía en frente.

Ardee dejo las bromas a un lado y se sentó a un lado de Bell, al albino le pareció curioso el gesto, tanto que abrió sus ojos en su dirección.
Ardee miraba con una hermosa y tímida sonrisa.

"...". Ardee empezó a jugar con sus dedos luciendo más nerviosa, sus ojos se movían de un lado a otro como si estuviera tratando de recordar algo.

"Bell". Dijo llamando la atención de Ardee. "Bell Cranel, un placer". Termino de decir sonriendo, después de eso se levantó sacudiendo su trasero y miró a atrás, Ardee hizo lo mismo. 

De la sede de la familia astrea venía saliendo una mujer de largo cabello hasta la cintura de color plateado.
"Nos vemos en otra ocasión Ardee-san". Bell le sonrío y se dio la vuelta esperando a Alfia, cuando estuvieron a la par. Comenzaron a caminar juntos.

Ardee, experimento un inmenso escalofrío más una mirada amenazadora. Miro al rededor buscando el o la dueña de la mirada.

"Ardee?". Una voz vino detrás de ella. Al darse la vuelta la encontró a una bella elfo de pelo rubio. Ardee se pegó a ella aún buscando la mirada amenazadora.

"¿Que haces?".

"Lion, está atenta por aquí hay alguien peligroso". Dijo escondiéndose detrás de la elfa. Ryuu soltó una pequeña risa.

"El único peligro cerca es la Alfia-san".  Inmediatamente la elfo sintió un escalofrío que agito todo su cuerpo.

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Dentro de la sede, la sala de esta tenía una atmósfera algo pesada, la dueña de dicha atmósfera era Artemisa la cual miraba con enojo a Hera.

La historia de estas dos diosas nunca ha sido buena, y más ahora.

"Entonces...obligarte a astrea a aceptar a un sucio hombre". Hera frunció sus cejas ante el comentario.

"Más respeto niña, ese hombre es mejor que todos los demás, un alma pura y noble". Defendió sin mirar a la diosa.

"Todos son doble cara, en algún momento sacará su lado perverso y cochino". Dijo con asco Artemisa.

Tras decirlo un sonido de cerámica rompió llegó a los oídos de todas. La diosa del matrimonio soltó un suspiro.

"No tiene caso discutir con una tonta e inmadura como tú, viniste a ver a astrea. Yo estaré en mi habitación". Se retiró a diosa no queriendo mandar a su hijastra al Tenkai por insultar a Bell.