Venganza con la Esposa de mi Jefa (Lauren G!P)

Capítulo 8.

[...]

—Elliot, ¿a dónde vas?— dije mirándolo mientras hacía su maleta.

—Debo hacer una sesión fotográfica a unos empresarios Mila ya te dije, regresaré en unos dias no te vas a morir sin mí— me miró y se acercó a mi —Te traeré un consolador — movió sus cejas y lo abracé.

—Te extrañaré, estúpido —

—Y yo a tí, tarada— nos subimos a su auto y me dejó en casa, nos despedimos y mientras entraba a la casa mi celular empezó a sonar, miré la pantalla y era un número privado, pensé que podría ser Lauren y después de unos segundos contesté.

—¿Hola?—

—Asi que no tuviste más opción que huir como toda una puta cobarde— Verónica —Cuidate— colgó y miré mi celular.

¿Cómo demonios había conseguido mi nuevo número?

[...]

—¡Por fin llegaste!— corrí para abrazar a Elliot.

—Mucho cariño me desconcierta— dijo riendo —Morirás con las fotos—

—Me interesa mi consolador— lo miré.

—Vamos adentro y te lo daré — Entramos a mi casa y fuimos a la sala, me sentí estafada al ver que solo se trataba de chocolate pero mientras comíamos Elliot me mostraba las fotos.

—La mejor fué está mujer— al mirar las fotos le escupí el chocolate en la cara.

—Ay Camila por Dios— se levantó dándome la laptop y se fue a lavar la cara, ví las otras fotos y rasqué mi nuca —Oye se me olvidaba decirte que mañana voy a exponer mis fotos—

—Eso... es genial Elliot— dije bastante distraída —¿De casualidad vas a exponer estás?— negó.

—¿Irás verdad?— lo miré.

—Claro luego del trabajo iré— hablamos un rato y luego se fué, después de cenar me fui a la cama. Antes de dormir me llegó un mensaje

Número desconocido

Me quitaste lo mejor de mi vida, me la vas a pagar.

[...]

En la tarde del día siguiente estaba recogiendo mis cosas para irme a la exposición de Elliot, al tomar mi chaqueta Jack se acercó a mi cubículo.

—Hey— saludó con una sonrisa.

—Hola Jack, ya revisé los escritos que me enviaste y de verdad son muy buenos pero solo uno ha llamado mucho mi atencion—

—Genial Camila, mañana lo discutiremos. En realidad quería saber si querías ir a tomar algo el lugar está por aquí cruzando la esquina—

—Oh me encantaría pero iré a ver la exposición de mi amigo. Tal vez sea en otro momento—

—Bien— me sonrió —Entonces nos vemos—

—Hasta mañana— le sonreí y caminé a la salida, subí a mi auto lo encendí y arranqué. Al rato me estacioné frente al salón donde era dicha exposición, bajé del auto entre al lugar y miré alrededor, vaya que Elliot es muy bueno en lo que hace, un mozo se acercó con champán y tomé una copa, noté a varias personas mirarme y cotillear mientras lo hacían.

Sin duda es ella

Oí que dijieron y al percatarme ví mi rostro en uno de los cuadros, Elliot me estaba molestando con sacarme fotos pero no me dijo que usaría una de ellas.

—Dios mío — murmuré.

—¡Camila! Viniste— me dí la vuelta al oír a mi amigo quien se acercaba sonriendo.

—Elliot, no me dijiste que usarías una foto mía— lo miré.

—Si te lo hubiera dicho antes, créeme que tú respuesta habría sido no — en eso tenía razón —Pero a las personas les ha encantado esa foto— una mujer se acercó a nosotras y Elliot se hizo a un lado para hablar con ella, al poco rato se volvió hacia mi —Bueno a alguien le ha gustado más de lo normal... la han comprado — me quitó la copa de la mano y terminó de beber lo que quedaba.

¿Quien querría tener una foto mía en la sala de su casa?

—La cena va de mi parte eh— se alejó con la mujer, suspiré y me acerque a la foto mirándola ¿Era posible? Miré entre la gente ¿A quien demonios buscaba? Caminé mirando alrededor hasta que me detuve en seco, esos ojos color esmeralda me miraba fijamente, tragué fuerte y esbozó una ligera sonrisa ladina.

Me miró por varios segundos que parecieron eternos y se acercó a mi sin apartar su vista de mis ojos.

—Camila—