𝘼𝙉𝙂𝙀𝙇 | 🌹🏹
glenn rhee fanfiction
❝Samara Swan era como un ángel o eso le decían sus padres por ser inocente, bondadosa y hermosa❞
El mundo ha cambiado, Sam tendra que cambiar también si quiere vivir. Ha salido de la ciudad con la ayuda de Gle...
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Fue triste escuchar los sollozos de Patricia al descubrir que su marido había muerto, pero Sam no podía ocultar su felicidad al saber que su hermanita tenía muchísimas más posibilidades de sobrevivir. En un principio no tenía pensado asistir al funeral, prefería quedarse junto a su hermana en la habitación y esperar a que despertará. No quería ir al funeral por los malos recuerdos de cuando era una pequeña niña. Hizo un esfuerzo por asistir al entierro, Otis se había sacrificio para salvar la vida de su hermana y lo mínimo que podía hacer es estar presente en el entierro.
—Bendito seas, Dios, padre de nuestro señor Jesucristo. Alabado seas por el regalo de nuestro hermano, Otis, por su hermosa vida, por su gran responsabilidad. Te agradecemos, Dios, por la paz que a hallado en tus brazos—Hershel se quedó callado un par de segundos—¿Shane, podrías decir algunas palabras?
—Lo siento, no sirvo para esto—él negó.
—Fuiste el último que estuvo con él—dijo Patricia soltando un sollozó—Compartiste sus últimos momentos. Por favor, lo necesito. Necesito saber que su muerte tuvo algún sentido.
—Bien…—suspiro el ex-policia—Estabamos casi rendidos, sin municiones. Yo estaba cojo, estaba mal. “Debemos salvar a la niña” me dijo. Me dio su mochila y me empujó para que siga. “Ire detrás de ti para cubrir” y cuando me di cuenta…—camino cojeando hacia la tumba del difunto—Si no fuera por Otis no hubiera logrado salir con vida y eso también cuenta para Lucy. Si alguna muerte tuvo sentido fue la suya.
Nadie añadió nada más ni siquiera la familia de Otis. Solo caminaron hacia el altar a por alguna piedras y unos minutos después finalizó. Sam camino de vuelta a la habitación de su hermana, Carl estaba sentado en una silla junto a Lucy. La mayor de las hermanas le regaló una sonrisa de boca cerrada al niño, Carl sonrió también. La Swan se sentó en una silla vacía junto a la cama de Lucy, quién seguía descansando. Al rato, Lucy despertó y le sonrió a los dos presentes antes de preguntar qué hora era acompañado por un bostezo.
—Tengo sueño—añadió rascando sus ojos.
—¿Tienes sueño?—pregunto Sam riendo un poco y con tono burlón le dijo—Señorita, tu no tienes derecho a tener sueño, llevas durmiendo por horas.
—Me gusta dormir, Mara.
—Si, ya lo he notado—bromeó su hermana.
Carl le dio a Lucy una flor que había visto por la granja, la niña frunció el ceño por la amabilidad del menor.
—¿Que te ha pasado, Carl?—pregunto con un tono de broma—¿Estás enfermo?
—Yo… quería tener un detalle bonito—murmuró el menor avergonzado.
