La chica del broche Rojo (MICHAENG) PAUSADA

15. El fin

—¡CON QUE AQUÍ ESTABAN LAS DOS!—De pronto la voz de Minho resonó por todas las paredes rocosas de la cueva haciendo vibrar hasta los cuerpos de Mina y Chaeyoung. El corazón de ambas se detuvo por un segundo y sus ojos estallaron en terror antes de dirigir su mirada al mismo tiempo hacia la entrada donde se encontraba Minho mirándolas con una sonrisa macabra. No era una alucinación de una de ellas, no. Todo era real porque las dos estaban viendo lo mismo. La sangre de ambas se heló hasta petrificarlas cuando este río—¡Diablos!—Exclamó el hombre mientras jadeaba por haber subido hasta allí. El momento que más temía Chaeyoung llegó. Minho las había encontrado y lo peor era que en sus manos cargaba un arma de fuego. El mismo que la misma Chaeyoung se encargó de comprarle a un traficante por órdenes de Dahyun.—¿Como es que no lo pensé antes?—Río mirando a su alrededor. El pulso de Chaeyoung se aceleró al igual que su respiración y ni hablemos de Mina. La chica estaba con el corazón en la garganta.—¿Como no le hice caso a Dahyun cuando me dijo que podías estar en tu maldito escondite de niña?—Volvió a Reír entonces Chaeyoung con sumo cuidado puso detrás de su cuerpo a Mina. Sintió a la japonesa temblar de pies a cabeza y aferraste a su brazo izquierdo con fuerza pegando la frente a su espalda.

—M-Minho...—Habló Chaeyoung con la mirada en el arma colgando en la mano de su hermano.

—Todo este puto tiempo la estuviste escondiendo aquí Chaeyoung —Ladeó la cabeza junto a una sonrisa —Por un momento Dahyun y yo pensamos que te había pasado algo malo o que esa perra te hizo algo .—Señaló con el mentón a Mina escondida detrás de Chaeyoung.—Pero no.—Rió—Tu la estabas escondiendo ¡Aquí!—

—Hermano...—

—¡Hermano nada!—Exclamó cambiando su semblante a uno furioso mientras la ira se apoderaba de todo su cuerpo—Tu ya no eres mi hermana.—Sentenció al saber que la menor los traicionó y en la familia Son la traición no se deja pasar tan fácilmente—Dejaste de serlo cuando decidiste ponerte de su parte. ¡Porque eso hiciste Chaeyoung! ¡Te pusiste de parte del enemigo!—Chae tragó.—¡Ahora hazte a un lado!—Ordenó levantando el arma hacia ellas —Esa maldita y yo tenemos algo pendiente...—Buscó a Mina con la mirada.

—Minho... E-Ella ni su padre nos hizo nada.—Pronunció Chaeyoung haciendo que la sangre de Minho hirviera como lava entre sus venas.

—¡¡¿Como pudiste traicionar a tu propia familia Chaeyoung?!!—Espetó rabioso.—¡¿Cómo!?—Escupió Sacudiendo el arma hacia ellas. Chaeyoung estaba aterrada de que al hombre se le escapara un tiro e hiriera a una de la dos.

—Baja el arma para que hablemos hermano.—Chaeyoung habló tratando de sonar lo más tranquila posible, pero por dentro estaba muerta de miedo por lo que su hermano pudiera hacerles, en especial a Mina. Minho era como un demonio cuando se drogaba y a juzgar por su apariencia, en ese momento lo estaba. Chaeyoung deseó con todo el alma que Dahyun estuviese allí, ella era la única que podía controlar a su hermano en ese estado.

—¿Hablar dices?—Rio a carcajadas sin dejar de apuntarlas—¿Hablar de que? Tu y yo no tenemos nada de que hablar Chaeyoung. ¡Ahora lárgate de aquí!—Ordenó a gritos—El asunto aquí es con ella.—Señaló a Mina con el arma—¡Con esa maldita perra!—Escupió rojo de ira. Mina no estaba segura si iba a salir viva de esa cueva. La ira endemoniada en los ojos de Minho le decía que estaba dispuesto a todo, incluso hacerle daño a su propio hermana.

—Hermano, no voy a permitir que cometas una locura.—Le dijo, pero esa no era la principal razón. Por ningún motivo iba a permitir que le hiciera daño a Mina.

—¡Cierra la boca!—Exclamó respirando agitado a causa de la ira que en ese momento estaba en su Máximo limite—¡Ella debe pagar por la muerte de nuestro padre!—Apretó el arma ahora entre sus dos manos decidido a todo.