Sin cuervos | Fanfic PP

19 | Pelea por el cariño de papá

Rachel

Después de la escena que Owen y Christopher se montaron por celos, habremos estado una media hora solos hasta que la puerta de la entrada se volviera a abrir dejando ver a otra que es igualita a su padre.

—Volvió mi otra bebé —le sonrío.

De bebés ya no tienen nada, ninguno de los dos, pero cada vez que los miro, lo primero que veo son dos pequeños radiadores con personalidades súper diferentes y a la vez exactamente iguales. Hasta que empiezan a hablar, y ahí me doy cuenta lo mucho que se parecen a nosotros cuando teníamos su edad.

Veo el cansancio en el gris de su ojos, pero a diferencia de Owen, ella ya llegó bañada, con su remera de tirantes y pantalón deportivo, con el cabello mitad húmedo mitad ya secándose y su bolso colgando del hombro igual que como entró su hermano.

Así como Owen es físicamente bastante parecido a Christopher, Milenka es físicamente bastante parecida a mi. Cualquier cosa que se ponga le resaltará todo lo que le heredé.

Me mira a mi y luego a su padre, el que no movió ni un músculo ni abrió los ojos pero sé que no está dormido y que nos escucha.

—¿Estás cansada? —le pregunto.

—No —miente. Mira nuestro abrazo y veo la malicia creciendo en sus ojos— . ¿Están cómodos?

Bajo la vista para vernos pero no llego a responderle que ella se tira entremedio de nosotros, separándonos, quedando ella bajo los brazos de su padre que hace unos segundo envolvían mi cintura. Christopher se queda quieto los primeros segundos, pero rápidamente se vuelve a relajar cerrando los ojos otra vez y apoyando su mentón sobre la cabeza de nuestra hija.

—¿Primero tu hermano que no puede vernos juntos y ahora tú? —finjo indignación— Arruinan nuestro momento a solas.

—Hubieran ido a su cuarto si no querían que los viera abrazarse solos.

Christopher abre los ojos para mirarme como si me dijera "te lo dije".

—¿Y te piensas que es así de fácil? —le sigo el juego— ¿Llegar así como si nada y quitarme lo mío?

—Si, así funciona cada que entro a cualquier lugar, incluida mi casa —dice sobre su hombro sin soltar a su padre—. Ve con Owen si ya te empezó a dar frío.

Abro la boca indignada por el parecido de su respuesta con lo que le dijo Christopher a Owen hace un rato, a veces asusta lo iguales que padre e hija pueden ser.

Christopher tuerce los labios queriendo reírse al percatarse del mismo paralelismo que yo vi, pero cuando se mueve para ver a Milenka, su cara de relajado se transforma frunciendo el ceño.

—¿Qué te pasó en la cara? —le pregunta corriendo su cabello para ver mejor.

Me muevo para verla también y si, tiene un leve moretón pequeño en el pómulo izquierdo que no había notado cuando llegó.

—Nada, entrenando —se sienta restándole importancia y alzo las cejas sin creerle— ¡Fue entrenando!

—Voy a suponer que te creo, ¿nadie te enseño a esquivar golpes? Te dije que evitaras que te den en la cara —la regaña pasándole el pulgar sobre el moretón.

—¿Por qué no ibas a creerme? —pregunta ofendida. Mira hacia las escaleras— ¡Ah, ahí está! Que se los diga él.

Me apoyo sobre el codo para ver hacia atrás, Owen baja recién bañado, con pantalón chándal negro y una camiseta también negra a medio poner.

Al ver que ambas lo miramos se queda quieto.

—Me hice esto entrenando ¿cierto? —se señala el moretón.

—No —la contradice muy tranquilo yéndose a la cocina.

Su hermana rueda los ojos viéndose derrotada y sin apoyo fraternal.

—Ese miente cuando tiene ganas —masculla su padre por lo bajo parándose.

—¿Viste? Los dos igualitos a ti —me aniquila con los ojos— ¿Me ayudas? —estiro los brazos.

Me sostiene la mirada, pero después de unos segundos viene hacia mi. O venía hacia mi, ya que mini Chris nos separa de nuevo subiéndose a la espalda de su padre.

—No —dice ella.

—Milenka, ya no tienes cinco años —se queja Christopher.

—¿Ya no tienes fuerza para levantarme? —lo reta— ¿O esa es tu forma de decirme que estoy gorda?

La mira por el rabillo del ojo tomando con una mano sus bazos que cuelgan frente a él.

—Ni tu estas gorda ni yo estoy menos fuerte —la acomoda mejor—, deja de decir estupideces.

Cargando a su hija como cuando era la pequeña de papá, ambos se van también a la cocina. Hasta que me percato que me dejaron sola.

—¡Oye! —le grito a mi marido— ¡Te olvidaste de alguien!

Él sigue de largo y Milenka se gira a verme con una sonrisa victoriosa. Suspiro al verme vencida por todos, me siento en el borde del sofá para pararme e irme yo sola a la cocina, pero una sombra me cubre y no me da tiempo ni a ver que es. Aun que no hace falta, Christopher me levanta del sofá dejándome sobre su hombro, estando de cabeza lo siento girar y noto que me está llevando también a la cocina.

Ahogo las risas y dejo que me lleve con nuestros hijos.

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Holaa✨ El cap anterior se me había hecho más fácil pensarlo, este me costó un poco más, siento que Rachel no celaría a su familia entre ellos, a diferencia de Chris y los mellizos que si me los imagino tranquilamente😂

Pero en fin, espero que haya quedado bien y que les guste 🤍