Sin cuervos | Fanfic PP

2 | Siesta sobre mamá

Christopher

Llego a mi edificio y voy directo al pent-house, Owen se despertó mal del asma y Rachel insistió en quedarse junto con Uda en lo que yo iba al comando. Durante la mañana fue actualizándome su estado hasta que lograron estabilizarlo otra vez.

Llego y veo a los tres acurrucados en el sofá, tapados con el cobertor indio, cobertor con el que quedaron obsesionados desde que su madre se los mostró y les contó como lo obtuvimos, y la televisión encendida.

—¿Cómo está? —le pregunto a Rachel por Owen.

—Mejor —responde abrazándolo más contra ella—, estábamos por empezar una segunda película.

Milenka alza la cabeza cuando nota mi presencia.

—Él también quiere un abrazo —dice y me señala.

—No quiero nada —contesto—, estoy cansado.

—¡Si quieres un abrazo! —grita y ruedo los ojos ignorándola, queriendo ir a por un trago.

—Venga, ministro —me dice Rachel abriéndome un brazo—, que parece que tuviera frío.

Su mirada cálida y la forma en la que me lo dijo fueron como un imán, y sin darme cuanta ya estaba caminando hacia el sofá.

Owen se mueve al regazo de su madre para dejarme el lugar que él estaba ocupando a su lado. Paso un brazo por debajo de Rachel y el otro por encima de los tres, atrayendo más a Milenka contra nosotros como si quisiera fusionarnos a los cuatro.

Rachel me tapa con el cobertor y empieza a acariciarme la nuca para apaciguar mi tensión del día recostando su cabeza sobre la mía. Me permito relajarme bajo su tacto y con el calor de nuestros hijos, y no sé en qué momento logro quedarme dormido.

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—Chris —escucho en susurro—. Amor.

Me despierto medio somnoliento, no sé ni qué hora es, todo esta a oscuras salvo por la luz de la televisión que aún sigue encendida.

—Hay que llevarlos a la cama —dice Rachel aún susurrando.

Me incorporo y veo que los mellizos siguen dormidos encima y al costado de su madre. Tomo a Owen intentado no despertarlo, Rachel hace lo mismo con Milenka y antes de pararse apaga la televisión.

Nos dirigimos al cuarto de ellos y el perro nos sigue, cuando llegamos los dejamos a cada uno en su cama y los arropamos. Espero a Rachel en la puerta viendo como les da un beso en la frente a ambos, poso mi mano en su cintura cuando ya está conmigo y les hecha un último vistazo antes de irnos.

Pucki se acomoda sobre la alfombra como todas las noches, aun que siempre amanece siendo el peluche de alguno cuando termina yendo a sus camas.

Dejo la puerta de su habitación entreabierta y juntos nos vamos a la nuestra a seguir durmiendo.