The legend of ZeldaThe fallen hero

La batalla final

El grupo salió tímidamente de la cueva y entre ellos estaba Hazyhayas y su séquito una vez más estaban frente a frente pero esta vez las cosas eran muy distintas, ahora no era uno sino dos guerreros quienes portaban la máscara de la fiera deidad esta vez tenían al poderoso rey de la maldad de su lado Ganondorf.

—Si yo caigo aquí Hyrule jamás sabrá que ustedes fueron los que me vencieron—dijo Hazyhayas gritando a las montañas.

—Tú habéis luchado bien habéis vencido a mi abuela, habéis vencido a mi abuelo y habéis reclamado el trono de Hyrule, pero esta vez la corona y sus aliados tienen el poder suficiente para haceros frente a Hazyhayas, le pido por favor que os rindáis y deje el trono, si os rendís la familia real de Hyrule le permitirá vivir tranquilamente usted y sus aliados podréis tener su propio feudo, no hay necesidad de que se derrame más sangre

—es un trato que usted sabe que nunca aceptaré, princesa Zelda yo he luchado mi derecho al trono yo he reclamado esta tierra como derecho de conquista, así que si usted la quiere tendrá que pelear por ella o mejor dicho su perro de batalla, deberá pelear por ella, dime tú Link estás dispuesto a devolverle un trono al cual nunca tendrás derecho a esta princesa según tengo entendido ella te dejó atrás un par de veces, tengo entendido que ella nunca correspondió a tus sentimientos, así que este es mi trato princesa: mi trato ustedes serán mi mano derecha Link y Malon serán mi mano derecha el rey del mal podrá vivir en libertad y usted princesa Zelda le permitiré vivir con decencia en la llanura cultivando maíz.

—Tienes razón hazyhayas—dijo Link—. La princesa y yo hemos tenido nuestros desacuerdos tú has sido un gran oponente ha hecho perdernos la esperanza y por eso ella me dejó atrás un par de veces, te mentiría si te dijera que eso no me hace sentir mal, pero si bien la princesa me hizo sentir mal también entiendo que ella se haya sentido desesperanzada, hasta el momento nadie ha podido vencerte, y estoy seguro que si lucho contra ti y te derroto, ella sabría recompensarnos adecuadamente no es una persona perfecta nadie lo es, pero sé que ella sabe reconocer a sus aliados y recompensarlos adecuadamente y por cierto, no tengo interés en algún puesto de la alta corte de la realeza ni ser el príncipe ni nada por el estilo, quiero vivir tranquilamente en la villa de Kakariko junto a la chica que si me ama y yo la amo ella está justo al lado de mí dispuesta a luchar a mi lado portando la máscara de la fiera deidad, así que lo siento hazyhayas no hay tratados de paz, estamos al mismo nivel y todo se resuelve de una manera o tú pones tu espada sobre mí, o nosotros te vencemos y la corona de Hyrule vuelve a ser de la princesa Zelda.

—Que así sea Link, pero te propongo esto tú tu novia y todos tus amigos lucharán contra mí en la llanura de Hyrule convocaré a todos los ciudadanos, Dirak la hija de Din y todos mis soldados de élite lucharemos uno contra los Sheikah contra mis soldados, Zelda y Ganondorf intentarán vencer a Dirac, entonces nos veremos en la llanura de Hyrule al amanecer del séptimo día nuestra batalla será legendaria así que Link.

La intención de negociar de Hazyhayas era impresionante jamás se habían imaginado que alguien que haya obtenido tanto poder estuviera dispuesto a negociar, seguramente era el miedo a estar ante rivales que tenían su mismo nivel, pero no era momento de estar llorando era momento de aceptar la oferta de Asiayas un duelo donde se batirían todos los soldados de élite y los mismísimos furias deidades.

—Aceptamos Hazyhayas nos veremos en el séptimo día.

Ambos grupos siguieron caminos separados, retirándose de aquella isla no sin antes despertar al pez del viento para que éste pudiera seguir su camino. El pez del viento les deseó buena suerte a Link y al grupo de Guerrero Sheikah. Pronto estarían librando el combate de sus vidas.

El grupo regresó a Hyrule. Acamparon en una de las enormes llanuras de Hyrule junto al fuego. Todos estaban en total silencio. El momento que tanto había estado esperando estaba a punto de llegar.