The legend of ZeldaThe fallen hero

Link y Malon

Justo después de abandonar el valle de Ikana a lomos de su nueva amiga Epona, Malón le hizo la pregunta a Link:

—¿Lo volveremos intentar Link?

—Lo haremos, pero esta vez debemos ser precavidos.

—Sabía que lo harías.

Malon abrazo a Link por la espalda mientras este acaricio las manos de Malon, dejándola completamente sorprendida; Malon no contuvo más su emoción y beso fugazmente la mejilla de Link. El joven espadachín no podía creerlo, su amiga y compañera de viaje había tenido un gesto único con él. Malon intentó convencerlo con su mirada de compartir un beso.

—Espera un segundo, conozco un lugar—, dijo Link.

Link se moría de ganas, pero podría existir un mejor lugar para llevar a cabo tal acto, quería que fuera algo especial para ambos. Tan pronto como ambos se bajaron de los lomos de Epona, Link tomo suavemente la mano de Malon.

—Sígueme.

Link guio a Malon hasta una escalera que daba al segundo piso de la posada del puchero. Desde ahí se veía una hermosa vista del atardecer. Malon seguía sosteniendo la mano de Link mientras se maravillaba con aquella vista. Link sin poder contener más sus sentimientos beso la mejilla de Malon, esta volteo sorprendida, Link cerro lentamente sus ojos para acercarse a los labios de Malon, este hizo un pequeño movimiento torpe antes de apretar sus labios con los de Malon, ella por su lado tardo unos segundos en asimilar que la habían besado, luego de ello esta cerro sus ojos y entro en el momento. Ese había sido el primer beso de ambos.

—Entonces... esto significa que tu y yo somos...—, preguntó Malon.

—Mira, las cosas son complicadas y tu me has querido como ninguna otra persona, eres valiente y hermosa, y me encantaría que estuvieras a mi lado, así que... si, yo soy el caballero y tú la dama.

Malon volvió a besar a Link como muestra de que aceptaba a él como su pareja. Para luego recostar su cabeza en el hombro de Link. El joven espadachín no podía creerlo, una chica estaba a su lado

Ambos bajaron del segundo piso y se dirigieron al campo de termina, el aire libre era mejor al gusto de ambos y ahí ambos acamparon durmiendo y abrazados, cumpliéndose el sueño de Malon de tener un caballero y ese deseo que Link creía absurdo e imposible de tener una pareja, ahora era una realidad.

Zelda buscaba desesperadamente a Link y Malon con la esperanza de poder alertarles.

—Impa, ¿han podido ubicarlos?

—Ciudadanos de Ciudad Reloj dicen que los han visto acampar en el campo de Termina cerca del sur, caminó a el bosque catarata

Zelda y su sequito caminaron con la esperanza de encontrarlos, se alegró al verlos, a ambos, pero pronto sus ojos y bocas se encontrarían completamente abiertos, incredula de lo que veía: Link y Malon estaban abrazados, mientras ambos compartían un tierno beso. Tan pronto como vieron a la princesa Zelda y a su sequito, pararon en seco y saludaron

—Vaya, el niño si que no pierde el tiempo—, Comentó uno de los guerreros Sheikah que acompañaba a Zelda.

—No seas imprudente—, respondió Impa

—Link, que bueno que estás bien, vine a disculparme por lo que hice el otro día, quería avisarte que creo que estamos en peligro, Hazyhayas ha visto que no nos estamos rindiendo y quiere buscarnos, quizás si vamos con él y le decimos que nos rendimos.

—no diga eso a princesa Zelda, vamos a pelear—, dijo Link.

La princesa respondió de forma sorprendida e incrédula

—¿De qué hablas Link? Ya viste lo que él es capaz, no podemos ganarle

—Pero no todo está perdido princesa

—La fiera deidad no ha perdido su poder, las grandes hadas nos han dado parte de su poder para poder huir en caso de que él nos vuelva a acorralar creo que si somos rápidos y obtenemos las llamas sagradas tan rápido como sea posible, quizás podríamos enfrentarlo

—No puedo creer lo que estás diciendo, ¿De verdad quieres volver a enfrentarlo?

—Si princesa, lo haré y no estaré solo.