El heroe caido

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El ejército de Ganondorf marchaba contra Hyrule antes de lo esperado. La princesa Zelda estaba sorprendida.

—Link, esto no es bueno, no tiene sentido que Ganondorf nos ataque con un ejercito debilitado; no creo que sea bueno idea mandar exploradores. Nos aproximaremos con una delgación y haremos un dialogo diplomático, si las cosas salen mal debemos actuar.

—Princesa Zelda—dijo uno de los lacayos reales—. El enemigo esta a pocas horas de llegar al reino

—Imposible—vocifero la princesa—Link ahora mas que nunca te necesito, tengo un mal presentimiento.

El ejercito de Hyrule se dirigió a paso firme al campo de batalla, grande fue la sorpresa de todos al ver que los soldados estaban envueltos en llamas, nadie lo decía, pero estaba claro que esos soldados no eran los mismos, y la cabeza del ejercito no estaba Ganondorf, sino un guerrero de azul cabellera y ardura gris, la furia deidad.

La princesa Zelda y Link se acercaron a hablar en actitud diplomática, Hazyhayas respondió ante tal acto del mismo modo. Hazyhayas hizo un gesto de respeto.

—Princesa Zelda, Link, al fin nos conocemos.

—¿Quiénes sois? —preguntó Zelda—¿Dónde está Ganondorf?

—La sangre del rey del mal se ha enfriado su majestad, yo mismo me encargue de eso—aclaró Hazyhayas—. Con respecto a su pregunta mi nombre es Hazyhayas, el portador de la furia deidad y estoy aquí para pedirle su rendición.

Link y Zelda se miraron fijamente.

—¿Rendición?

—Si su majestad, se que Hyrule tiene un ejercito el doble de grande que el mío, pero le aseguro que cada uno de mis guerreros puede contra diez de los suyo—intimidó Hazyhayas—. Además, tengo a la hija de la diosa Din de mi lado. Pero soy alguien bondadoso, si usted rinde su reino, dejare que usted y Link vivan pacíficamente en algún pueblo lejano, y Link debe entregarme la espada maestra, yo mismo la destruiré y aniquilare al espíritu ancestral que vive en ella.

Link y Zelda respondieron de forma desafiante ante las amenazas del autoproclamado dios, Link desenvaino la hoja legendaria y Zelda mostro su poder ancestral.

—Bien, entonces así serán las cosas.

Hazyhayas invoco a la espada de doble hélice, el combate estaba por empezar.

—Link, igual que la ultima vez, yo lo detendré con mi poder y tu le das el golpe de gracia con la espada maestra.

Link y Zelda asumieron posiciones, Zelda lanzo su ataque de luz aquel que fue capaz de inmovilizar al rey del mal, Link se apresuro a atacar con la espada maestra. Pero ambos héroes serian desagradablemente sorprendidos, Hazyhayas adsorbió el ataque de Zelda y lo lanzo furiosamente contra Link, el ataque era caliente cual fuego, desgarrando su ropa y deteniendo la embestida del héroe. Antes de que la princesa pudiera asumir lo ocurrido Hazyhayas presumiendo una velocidad de vértigo se abalanzo contra ella, dejando un rastro de las llamas de Din tras de sí, la espada atravesó a la princesa Zelda, esta solo pudo dar un grito ahogado antes de morir.

Cuando Link volvió a reincorporarse vio como la furia deidad sostenía del cuello a la princesa, su vestido estaba manchado en sangre y había un enorme y sangriento espacio vacío donde debía estar su barriga. Los gritos y aullidos de horror, dolor e ira recorrieron como ecos el campo de batalla, los soldados de Hyrule estaban lamentándose, mientras que los soldados de Hazyhayas celebraban la caída de la princesa.

—¡Maldito! —gritó Link—¡Miserable!, ¡Asesino!

Link estaba consumido por la rabia, sus tajos eran erráticos, violentos y descoordinados, pero ninguno lograba sobrepasar la férrea muralla que era la defensa de Hazyhayas. Link lentamente se cansaba, sus ataques perdían fuerza con cada estocada. Hazyhayas viendo el cansancio de su rival no dudo en golpearlo, pronto Link estaba lleno de moretones y Hazyhayas remató con una poderosa estocada.

Link yacía en el suelo, ya no podía seguir peleando, Hazyhayas tomo la espada maestra de las cansadas manos de Link, la encajo en las hélices de su espada y comenzó a hacer fuerza.

—¡Llora Fay!, ¡llora!, esto es lo que te mereces por haberme engañado, por llenar mi cabeza de ilusiones.

La espada maestra comenzó a agrietarse, mientras emitía su brillo y sonido ancestral que perfectamente sonaban como un llanto. La espada maestra se agrietaba mas y mas hasta finalmente romperse mientras se oía el llanto de Fay.

Hazyhayas había logrado su propósito. Pero Link no estaba dispuesto a aceptar ese destino. Link se incorporo y le dio una mirada de odio a la furia deidad.

—Quedate en el suelo Link, no tienes que morir.

Link apretó su puño tan fuerte como pudo dispuesto a golpearlo.

—Que así sea.

Hazyhayas desvió el golpe de Link, y con un certero movimiento atravesó a Link de lado a lado, sufriendo el mismo destino que la princesa.

—Este maldito ciclo acaba aquí, yo seré quien cree una nueva era.

Hazyhayas alzo su espada victorioso, ovacionado por todo su ejército. La furia deidad le dio la orden a su ejercito de atacar, pero no fue necesaria una batalla.

—Señor espere—dijo el general de Hyrule mientras tiraba su espada—. Nos rendimos.

Uno a uno los soldados de Hyrule tiraron sus armas, con su princesa y guerrero estrella muertos no había posibilidad de victoria.

Solo unas horas después Hazyhayas y su ejercito marchaban en la capital de Hyrule, exhibiendo el cuerpo sin vida de la princesa Zelda y Link a los ciudadanos. Algunos lloraban a su muerte, otros contemplaban con horror aquel espectáculo, los pocos soldados de la ciudad se rindieron y pronto marchaban contra el castillo de Hyrule.

—¡Impa! —gritó el rey de Hyrule—. ¡Ven a mi pronto!

—Su majestad.

—Mis informantes me lo han dicho—la voz del rey parecía llorosa y quebrada—. Mi hija y mi yerno murieron y exhiben como un espectáculo.

Impa también parecía devastada por la muerte de la princesa.

—Lo lamento mucho su majestad, este es un enemigo que nunca hemos visto y cuyos poderes son distintos a todo lo que hemos combatido.

—Esta es mi ultima orden, debes cuidar a mi nieta, escóndela tan bien como puedas, si ella muere, entonces se acabó la esperanza.

—Que hará usted majestad.

—Hare un ultimo ataque contra nuestro enemigo, al menos intentare recuperar los cuerpos de mi familia.

—Lo asesinaran su majestad.

—Un capitán siempre se hunde con su barco, ya sabes que hacer Impa.

Impa tomo entre sus brazos a la pequeña hija de Zelda, y usando sus habilidades Sheika se perdió en el bosque, mientras que el rey de Hyrule cumplía su promesa de hacer un último ataque suicida con algunos de sus hombres mas leales. Muriendo de forma dramática ante Hazyhayas.

Un nuevo rey se sentaba en el trono de Hyrule, aquel ciclo que por milenios había regido al mundo estaba en jaque, un nuevo linaje de héroe y diosa parecía estar surgiendo, y en el castillo de Hyrule se alzaba una nueva bandera, la bandera de la furia deidad. 

The legend of ZeldaThe fallen heroWhere stories live. Discover now