Capitulo 53

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16 de Noviembre, 1649

Los años habían pasado, todos habían crecido tanto físicamente como mentalmente. Mihrişah Sultan se convirtió en una Sultana con poder absoluto en el Palacio y la capital.

Ahora cargaba entre sus brazos a su hija menor, Sabriye Sultan. Una bella niña de cabellos marrones y ojos de color azul.

─Mi bella Sultana.─beso su diminuta frente.─Tú, Özlem y Melek, son las princesas de mi corazón.

Dejó a la bebé en su cuna y se dirigió hacia su armario, de allí, sacó un abrigo color rojo con negro.

─¿Dónde quedó la Sultana que le gustaban los colores claros? ─para su gran sorpresa, Atike Sultan entró por la puerta

─Quedó en el pasado, Atike.─se puso derecha, luego entrelazó sus manos.─¿Cómo está Turhan?

─Está muy bien.─de detrás de ella, salió la niña de 7 años

─Pero que niña tan bella.─Mihrişah sonrió

─Sultana Mihrişah.─la niña se acercó tímidamente.─Usted es muy linda.

─No tanto como tú ─se agachó a su altura

─Recuerdo tu gran deseo por cuidarla desde que era una bebé.

─Creía que estaría mejor conmigo, pero me equivoqué.─murmuró, se levantó.─Mi hijo, el Şehzade Ibrahim, ha deseado ver a su prima.

─¿Puedo ir a jugar con el, mamá? ─la pequeña Turhan le preguntó a su madre

─Por supuesto.─accedió

─Nergis, lleva a Turhan Hanım con Ibrahim, que está en el jardín.─ordenó a su fiel sirvienta

Cuando estuvieron solas, el silencio invadió la habitación, pero Atike decidió hablar.

─Huseyn, el es todo un hombre, tiene 16 años ya.

Cómo si lo hubiera llamado, el Sultanzade Huseyn entró por las puertas con una sonrisa.

─Mi querida Sultana.─se veía tan distinto

El ahora era más alto que Mihrişah Sultan. Y eso que decían que la Sultana media más de 1.70.

Muchos decían que la joven Sultana Özlem estuvo enamorada del Sultanzade desde que tenía memoria, casi no paraba de pensar en el.

─Como has crecido ─lo miró a arriba a abajo

─Me esfuerzo para ser como nuestro Sultan.

─Es cierto, a su majestad le falta poco para cumplir cuarenta años, y parece como si tuviera veinte.

─Sultana.─el agachó la mirada, causando curiosidad en Mihrişah.─Le quiero pedir algo.

─¿Que cosa? ─preguntó

─Tía Atike, ¿puede dejarnos a solas?

─Claro.─asintio, dándole una última mirada a la Haseki.─Vamos, Turhan.

Los ojos azules de la Haseki se posaron en Huseyn, el estaba nervioso y en un intento de calmarlo, tomó su mano.

─Vamos, dime.

─Quiero casarme.

─¿Casarte? ¿Con quién?

─Con la Sultana Özlem.─confesó, casi en un susurro

─Mi hija es muy joven, además, son primos.─Mihrişah negó de inmediato

─Cuando crezca. En el momento en que sea mayor.

─No lo sé, Huseyn.

─Piénselo, Sultana.─el la miró

Mihrişah se puso derecha y le hizo un gesto al Sultanzade de que se marchara.

─Mamá ─Sabriye jaló su vestido, sabiendo que tenía su atención, estiró sus brazos

─Mi hija, mi Sultana Sabriye.─la sostuvo entre sus brazos.─Mi hija de cabellos dorados como el oro.

─¡Atención! El Sultan Murad.─un Agha anuncio la presencia del Padişah

Mihrişah doblegó un poco sus rodillas y agachó la cabeza, demostrando el respeto que le tenía a su Sultan.

─Majestad ─murmuró, con suave voz

─Mihrişah ─se limito a saludarla, en cambio con su hija, el besó su frente

─Padre, ¿cuando podré usar la espada como Selim y Ekrem?

─Después, Sabriye. Cuando seas más grande.─le dijo

─Desde que vio a Özlem con espada en mano, desea ser como su hermana mayor.─agarró a su hija de la mano y la sentó en su trono dónde ella se sentaba

─Es momento de que Selim, Ekrem, Serhan, Ibrahim y Mehmed sean circuncidados.

─Apenas son unos niños, Murad.─tomo su mano

─Es mejor hacerlo cuando son niños, sabes que es una costumbre de siglos.─el colocó su mano en la mejilla de su esposa.─Lo entiendes, ¿no es así?

─Lo entiendo, majestad.─sonrió levemente.─¿Cuando lo harán?

─Mañana en la tarde.─respondió

─¿Que pasará con los demás príncipes?

─Será después.

SOLEWhere stories live. Discover now