Capítulo 12

520 49 1
                                    

CAPÍTULO 12

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

CAPÍTULO 12

Habían pasado días desde que Azra había estado cerca del Sultan, aunque esté siempre trataba de hablar con ella, ella lo evitaba de alguna manera.

─Azra, esto no puede seguir así.─dijo su criada Hande.─Su majestad se puede interesar en otra mujer y se olvide de ti.

─Pensé en eso todo el día.─dijo mirando por su ventana.─Prepara el vestido que más le guste a nuestro Sultan.

─Muy bien.─asintio

Azra fue hacia su gran espejo y se vio en el. Y tocó su vientre vacío, pero tenía las esperanzas de que ya habrá tiempo.

En la noche de aquel día, se vistió con un hermoso vestido y una tiara a juego, con pendientes azules, y un collar discreto.

─Te ves preciosa.─halago Hande

─Gracias.─sonrió levemente

Está vez, Azra fue por el camino dorado sola, está era su misión, una misión que no podía fallar.

─Díganle al Sultan que su concubina Azra desea verlo.─habló

Los Aghas asintieron y entraron a informar de su presencia. Cuando salieron, se abrieron paso indicando que podía entrar.

La Hatun entro y realizó la debida reverencia.

─Mi Sultan.─se acercó

─¿A qué debe tu visita? ─pregunto

─Lo he extrañado mucho.─Azra se sostuvo de sus hombros y acomodo cada pierna a cada lado

─¿En serio? ─puso sus manos en su caderas hasta llegar a sus muslos

─¿Usted no? ─y con eso, su vestido se cayó hasta la mitad, dejando a la vista su camisón dorado con bordes blancos

Murad beso salvajemente a la fémina, se pusieron de pie y se desvistieron con rapidez. Se acostaron en la cama y Azra quedó encima de el.
Se acomodó, y suavemente entro en su intimidad, empezó con leves saltones y siguió con empujones, haciéndola soltar gemido tras gemido.
Su movimiento se aceleró cuando sintió como sus paredes se apretaban y Murad empezó a besar su cuello hasta llegar a sus senos.

─¿Ya no estás molesta conmigo? ─preguntó dejando un chupetón en su cuello

─No, ya no...─negó con la cabeza

Así siguió la noche, entre gemidos y sus intimidades chocando. Una noche inmersa en pasión.

Azra despertó al día siguiente con Murad durmiendo plácido a su lado, se levantó y se puso nuevamente su vestido, lo miro de reojo antes de ir hacia el balcón.

─Te encanta estar aquí.─dijo en la entrada del balcón

─Es una vista digna de ser admirada.─se dió la vuelta y se aferró al cuello de su Sultan

─Estoy pensando en ir a la guerra.─le dijo luego de darle un corto beso

─¿Ir a la guerra? ─repitió confusa

─Quiero recuperar algunos territorios que años atrás pertenecían a este imperio.

─¿A dónde planea ir primero? ─lo hizo sentar en una silla y luego se sentó en su regazo

─Bagdad, una ciudad que me fue arrebatada cuando era demasiado joven, y mi madre tenía la regencia.

─Allah quiera que salga victorioso.

─Pero ahora debo centrarme en los asuntos de estado.

─Sultan Murad, conquistador de Bagdad.─dijo con una sonrisa.─Así sería llamado si consigue la victoria.

─Me gusta.

Murad estaba menos tenso que días anteriores, ya había arreglado las cosas con su favorita y todo volvía a estar bien.

─Azra Hatun.─la voz de la Sultana Atike la llamó.─¿Cómo has estado?

─He estado muy bien, mi Sultana, ¿y usted?

─Estoy excelente, venía a darle la noticia de mi embarazo a su majestad. Mehmed Paşa está muy emocionado.─sonrió felizmente

─Allah quería que nazca con buena salud.─hizo una reverencia y siguió su camino

Mientras pasaba por el Harem, se encontró con Umay Hatun, una mujer que a diario tenía problemas con las demás concubinas.

─¡Umay Hatun! ¡Fue suficiente! ─entro en el Harem

─Vamos Azra, deja que me encargue de esta ridícula.─jaló su cabello

─Suéltala, Umay. En este instante.─dijo con voz demandante

Umay gruño para luego soltarla e irse para una esquina.

─Gracias, Azra Hatun.─Bahar sonrió en agradecimiento

─No es nada.

SOLEOù les histoires vivent. Découvrez maintenant